Gestión del color en el proceso fotográfico. ARGP0110

Text
Read preview
Mark as finished
How to read the book after purchase
Gestión del color en el proceso fotográfico. ARGP0110
Font:Smaller АаLarger Aa


Gestión del color en el proceso fotográfico. ARGP0110 Salvador Núñez Gómez

ic editorial

Gestión del color en el proceso fotográfico. ARGP0110

Autor: Salvador Núñez Gómez

1ª Edición

© IC Editorial, 2013

Editado por: IC Editorial

C.I.F.: B-92.041.839

Avda. El Romeral, 2. Polígono Industrial de Antequera

29200 ANTEQUERA, Málaga

Teléfono: 952 70 60 04

Fax: 952 84 55 03

Correo electrónico: iceditorial@iceditorial.com

Internet: www.iceditorial.com

IC Editorial ha puesto el máximo empeño en ofrecer una información completa y precisa. Sin embargo, no asume ninguna responsabilidad derivada de su uso, ni tampoco la violación de patentes ni otros derechos de terceras partes que pudieran ocurrir. Mediante esta publicación se pretende proporcionar unos conocimientos precisos y acreditados sobre el tema tratado. Su venta no supone para IC Editorial ninguna forma de asistencia legal, administrativa ni de ningún otro tipo.

Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma.

Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o cualquier otro libro puede ser reproducida, grabada en alguno de los sistemas de almacenamiento existentes o transmitida por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de INNOVACIÓN Y CUALIFICACIÓN, S. L.; su contenido está protegido por la Ley vigente que establece penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica.

ISBN: 978-84-16067-74-9

Nota de la editorial: IC Editorial pertenece a Innovación y Cualificación S. L.

Presentación del manual

El Certificado de Profesionalidad es el instrumento de acreditación, en el ámbito de la Administración laboral, de las cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales adquiridas a través de procesos formativos o del proceso de reconocimiento de la experiencia laboral y de vías no formales de formación.

El elemento mínimo acreditable es la Unidad de Competencia. La suma de las acreditaciones de las unidades de competencia conforma la acreditación de la competencia general.

Una Unidad de Competencia se define como una agrupación de tareas productivas específica que realiza el profesional. Las diferentes unidades de competencia de un certificado de profesionalidad conforman la Competencia General, definiendo el conjunto de conocimientos y capacidades que permiten el ejercicio de una actividad profesional determinada.

Cada Unidad de Competencia lleva asociado un Módulo Formativo, donde se describe la formación necesaria para adquirir esa Unidad de Competencia, pudiendo dividirse en Unidades Formativas.

El presente manual desarrolla la Unidad Formativa UF1210: Gestión del color en el proceso fotográfico,

perteneciente al Módulo Formativo MF0928_2: Tratamiento de imágenes digitales,

asociado a la unidad de competencia UC0928_2: Digitalizar y realizar el tratamiento de imágenes mediante aplicaciones informáticas,

del Certificado de Profesionalidad Tratamiento y maquetación de elementos gráficos en preimpresión.

Índice

Portada

Título

Copyright

Presentación del manual

Índice

Capítulo 1 Reproducción del color

1. Introducción

2. Sistema visual humano

3. Interpretación del color

4. Espacios cromáticos y modelos de color

5. Sistema de ordenación de los colores

6. Técnicas de reproducción del color

7. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Capítulo 2 Procedimientos de mantenimiento de la gestión del color

1. Introducción

2. Gestión del color

3. Administración del color en sistemas operativos y en las distintas aplicaciones

4. Flujos de trabajo para la administración de color

5. Instrumentos de medición y control de calidad

6. Calibración y generación de perfiles de monitor

7. Mediciones de calidad de los valores cromáticos en los procedimientos de gestión de color

8. Recomendaciones para la especificación y gestión del color. Normas UNE e ISO

9. Luz normalizada

10. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Capítulo 3 Pruebas en preimpresión

1. Introducción

2. Tipos de prueba: de posición, de corrección, de color, de imposición

3. Sistemas de pruebas

4. Pruebas de color en pantalla

5. Calibración y perfilado de los sistemas de pruebas

6. Control de calidad de pruebas en preimpresión. Elementos de control, tiras y parches de control, elementos de registro, escalas

7. Mediciones densitométricas y colorimétricas

8. Normas y recomendaciones para obtención de pruebas (UNE e ISO)

9. Los sistemas de impresión en artes gráficas

10. Características del tramado

11. Técnicas del tramado

12. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Bibliografía

Capítulo 1
Reproducción del color
1. Introducción

A pesar de tener la sensación de que la fotografía ha acompañando desde siempre al hombre, su uso cotidiano y existencia como herramienta de reproducción y comunicación de imágenes es relativamente nuevo comparado con otros medios gráficos utilizados en el día a día.

Hasta hace relativamente poco tiempo, el uso de la fotografía con fines comerciales exigía unos conocimientos extensos en cuanto a técnicas de laboratorio químico e iluminación en la pre-toma. Sin embargo, la evolución técnica de la fotografía digital ha democratizado estos usos, acercando y —por qué no decirlo— banalizando el elemento fotográfico. Hoy en día, cualquier persona tiene acceso a un dispositivo con capacidad de tomar imágenes fotográficas (teléfonos móviles, cámaras compactas, réflex digitales, etc.) y con ello, las viejas técnicas de la fotografía analógica han quedado relegadas a procesos puramente artesanales y artísticos.

Todo esto obliga a recapacitar sobre la necesidad de adaptar los conocimientos básicos de fotografía analógica a los nuevos procesos informatizados y a las nuevas técnicas de reproducción, uso y printaje de imágenes. Aunque no por ello debe obviarse la obligatoriedad de conocer los fundamentos básicos del medio.

 

En este capítulo se aprenderá a pensar la imagen fotográfica desde la parte física y fenomenológica del elemento y desde los procesos básicos que se producen en la visión humana, hasta los desarrollos psicológicos que se dan en el cerebro al reconocer e interpretar el color.

También se repasarán los distintos espacios y sistemas de ordenación del color que se usan tanto en la toma y manipulación fotográfica, como en los procedimientos de impresión de las mismas.

Por último, se tratarán las diversas técnicas de reproducción de la imagen y el color, dependiendo de su finalidad y adaptación al medio material y comunicativo al que esté destinada.

2. Sistema visual humano

En la comunicación visual, y especialmente en el elemento fotográfico, tanto la luz como el color juegan un papel fundamental. El color y la luz son dos conceptos íntimamente ligados, por eso se deben entender ambos en paralelo. El ser humano basa su conocimiento del medio en un 80% principalmente a través de la visión, con lo cual es fundamental tener muy claros los procesos que se generan para que esta se lleve a cabo.


Recuerde

El color y la luz son dos conceptos estrechamente relacionados, hay que entenderlos y estudiarlos en paralelo.

Para comenzar, conviene saber que los cuerpos no tienen un color intrínseco definido, sino que este es un fenómeno visual desarrollado en el cerebro y que depende especialmente de la luz que reciben. Los objetos en su mayoría no son fuentes de luz, sino que quedan definidos en cuanto a color y gradientes lumínicos por la luz que reciben: un objeto recibe una cantidad de luz que, dependiendo de la composición material del mismo, absorberá en parte y hará rebotar al resto, que será la información lumínica que los ojos y el cerebro humano percibirán como forma y color.

La cantidad de luz que llega y refleja el objeto afecta de igual manera a la percepción que el ser humano tiene sobre el color. Por tanto, cualquier variación en la intensidad y cantidad de luz también afectará a la coloración del objeto.

En el caso del ser humano, el ojo será el encargado de recibir las radiaciones lumínicas del objeto, en donde (y en conjunción con el cerebro) se transformarán dichos impulsos lumínicos en sensación de color. El ojo es un órgano doble, resultando la visión un proceso de binocularidad. Tiene forma esférica y en torno a los 25 mm de diámetro. En realidad, el ojo tiene un funcionamiento bastante parecido a la cámara oscura fotográfica, dividido en varias partes con diferentes funciones:

1 Córnea: ofrece una protección contra agentes agresivos externos.

2 Iris y pupila: zona coloreada y apertura central que reacciona y controla la cantidad de luz que penetra en el ojo. Su función es la misma que la del diafragma en la cámara fotográfica.

3 Cristalino: es la lente de enfoque del ojo, adaptando la imagen exterior con la imagen reflejada en la retina, al fondo del ojo.

4 Retina: está al fondo del globo ocular. Es la superficie sensible a la luz donde se encuentran los conos y bastones (receptores fotosensibles que transforman la información lumínica en impulsos nerviosos), la fóvea (punto de máxima sensibilidad de la retina), y el punto ciego (lugar sin sensibilidad donde la retina enlaza con el nervio óptico).

5 Nervio óptico: transporta los impulsos nerviosos transformados por la retina hacia el cerebro.

6 Humor vítreo: material líquido que rellena el globo ocular y transporta la información lumínica hasta el fondo de la retina.

7 Diversa musculatura orientadora: músculos cuya función será la de dirigir los movimientos del globo ocular para adaptarlo a las diversas situaciones de visión.


La zona donde se transforman los registros lumínicos en impulsos nerviosos es la retina, jugando un papel fundamental los conos y los bastones.

Los conos son células fotosensibles a las diferentes variaciones de longitud de onda lumínica, que solo se encuentran en los animales vertebrados y que aportan la información relativa al color. Suponen un conjunto entre 6–7 millones de células fotosensibles y no se distribuyen de forma homogénea por la retina; se concentran sobre todo en las zonas cercanas al eje visual y en la zona de la fóvea. Para activarse necesitan una cantidad de luz considerable. Por esta razón, es más difícil distinguir los colores de noche. Existen tres tipos de conos que coinciden con una longitud de onda concreta del espectro:

1 Conos receptores del color azul.

2 Conos receptores del color verde.

3 Conos receptores del color rojo.


En cuanto a los bastones, son comunes a todos los animales. En el ojo humano se cuentan entre 75–150 millones de receptores y son los encargados de percibir la densidad y cantidad de luz, pero no detectan el color. Por otro lado, no necesitan de tanta cantidad lumínica como los conos para activarse y son los encargados de percibir las formas. Entre ambos tipos de receptores (conos y bastones) el ojo humano recibe los estímulos físicos necesarios que posteriormente el cerebro se encargará de procesar.

Tras la captación física y la transformación en impulso nervioso por parte del ojo, la información viaja por el nervio óptico hasta alcanzar la parte posterior del cerebro donde se halla situado el córtex visual, verdadero responsable de la percepción e interpretación de la información visual. Aunque está actualmente contrastado el hecho de que esta región del cerebro es la responsable de la interpretación de los estímulos visuales, existen en la actualidad diversas teorías no concluyentes que tratan de explicar los procesos concretos que se desarrollan. Puede hacerse referencia, entre otros estudios, a las teorías psicofísicas de la apreciación del color desarrolladas por Young y Helmholtz en el siglo XIX (los cuales sostienen la percepción y sensibilización del color en azules, rojos y verdes), o la teoría Retinex, más extendida en la actualidad, desarrollada por Edwing Land en 1959. Esta última teoría defiende que la percepción del color de un objeto concreto no depende solo de la iluminación recibida, sino también de la relación con el resto de objetos irradiantes y el entorno donde se encuentra.


Sabía que...

Edwing Land desarrolló y patentó el sistema de fotografía Polaroid en 1947.

Todas estas teorías, a pesar de no ser totalmente concluyentes, sí que aportan un conocimiento cercano al modo en el que el ser humano percibe el color, explicando las características fundamentales de este: su persistencia en las más variadas condiciones de luz o la adaptación de la percepción al color de la luz ambiente.


Recuerde

El color es un fenómeno perceptivo que no existe de forma física en la realidad. Se trata de una conjunción de fenómenos físicos de la luz que, al llegar a los ojos, se transforman en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta.


Actividades

1. Dibujar un esquema del ojo humano. Sobre él, colocar las distintas partes que lo componen. Utilizar como referente los esquemas presentados en el apartado que se acaba de desarrollar.

2.1. Fenómenos de la percepción del color

Tal como se ha esbozado en el anterior apartado, debe considerarse el color como un proceso intrínsecamente ligado a la acción de la luz, por eso deben entenderse sus valores y efectos ópticos plenamente ligados a esta.

Generalmente, y a lo largo de la historia, se ha utilizado el color de forma empírica, totalmente ligado al uso que se hacía de este en la pintura. De hecho, las reglas aplicadas a la pintura han sido los estudios más cercanos durante siglos a lo que pueden considerarse teorías y leyes físicas del color. Pero, como se verá a continuación, estas teorías estaban basadas en una falta de conocimiento de las leyes físicas de la luz que generaron una serie de leyes de carácter empírico.

Teorías clásicas a lo largo de la historia sobre la percepción de la luz y el color

Pueden dividirse estas teorías clásicas en 4 grupos concretos:

1 El ojo y el objeto son dos elementos autónomos, sin relación entre sí.La escuela neoplatónica (s. III a.C.) defiende que la visión se desarrolla por la voluntad y el deseo del hombre por ver, y que el hecho se realiza por una relación psíquica entre ojo y objeto. Posteriormente, será Grosseteste (s. XIII d.C.) quien relacionará la luz y el acto de ver a través de la intervención divina.

2 Del ojo parten rayos que iluminan el objeto.Ya antes que los neoplatónicos, la escuela de los pitagóricos (s. VI a.C.) cree que del ojo parte un fuego que ilumina y da color a los objetos. Posteriormente, será Aristóteles (s. IV a.C.) quien dirá que la vista se fundamenta en la acción de los rayos del ojo a través de un ente inmaterial (el espacio entre el objeto y el ojo) y que todo el proceso se desarrolla gracias a la acción de un fenómeno luminoso o éter que activa todo el proceso. Aristóteles ya adelantaba la necesidad de la luz para desencadenar el mecanismo de la visión.Euclides en el s. IV a.C. y Ptolomeo en el II a.C., basándose en los fundamentos anteriores de Aristóteles, aportarán teorías según las cuales los rayos visuales salen rectos de los ojos y provocan efectos como la reflexión y la refracción de la luz al atravesar distintos medios como el cristal o el agua.

3 La imagen como interacción entre el objeto y los rayos que salen del ojo.En el s. V a.C. destacan las teorías de Empédocles: la visión es resultado de la interacción de las imágenes emitidas hacia el ojo por parte del objeto, y el fuego que este desprende para llegar a percibir el alma de las cosas. Por su parte, Sócrates defiende que el color en la visión se resuelve por el blanco destello de los objetos y el fuego irradiante de los ojos. Por último, Platón habla de un puente entre el ojo y el objeto, en donde el objeto influye en el ojo y este estimula la conciencia perceptiva.

4 Los ojos son sensibles a las radiaciones de los objetos.La escuela de Demócrito (s. V a.C.) habla acerca de imágenes o simulacros de la propia realidad de los objetos, que son irradiados desde el propio objeto hasta conectar con el ojo.

Estas cuatro líneas teóricas clásicas en cuanto al desarrollo del fenómeno perceptivo han sido la base de muy diversos estudios hasta nuestros días. De entre todos ellos, solo se nombrarán algunos de los más interesantes, como por ejemplo, los desarrollados por Al-Hazen (s. X d.C.), el cual ya dispone que no son los ojos los que lanzan rayos hacia el objeto, sino que la luz solar es la que transporta la imagen hacia los ojos. Explica fenómenos tan evidentes como que si se mantienen los ojos cerrados o si uno se encuentra en un lugar sin iluminación, la luz no llegará a los ojos, por lo que es imposible ver. Todo ello se contrapone a la anterior idea de que los ojos son la fuente de la visión, ya que si fuera así, se vería incluso en la oscuridad más absoluta.


Sabía que...

Pese a la incompatibilidad de las teorías sobre la visión desarrolladas en la antigua Grecia, de todas ellas se extrapolan conceptos que luego han quedado plenamente demostrados a través de estudios técnicos más avanzados.

 

En pleno Renacimiento, Leonardo (s. XV d.C.), partiendo de Al-Hazen, se basará en la capacidad refractaria de la luz sobre los objetos y en la composición del ojo humano para construir aparatos tan fascinantes como la cámara oscura (precursor arcaico de la actual máquina fotográfica).

Posteriormente, será Newton en el s. XVIII d.C. el que formulará la teoría base sobre los desplazamientos de las partículas de luz (corpúsculos) a través del aire y realizará experimentos muy interesantes sobre la descomposición de la luz blanca en espectro cromático al atravesar esta un prisma de cristal. Estos experimentos lo llevarían a pensar que la luz blanca está compuesta por la mezcla de los siete colores base del espectro lumínico.


Ejemplo de descomposición de la luz blanca a través de un prisma, siguiendo las teorías de Newton.


Actividades

2. Experimentar la descomposición de la luz blanca en espectro cromático, tal como lo describe Newton. Para ello, utilizar un CD que no sirva y, por la parte opuesta a la carátula, colocarlo a la luz del sol en un ángulo de 45º. Comprobar cómo la luz que refleja el CD contra otro cuerpo (por ejemplo, una pared) se descompone y aparece representando el espectro cromático. Puede repetir este experimento utilizando distintos materiales, como vidrios transparentes o cristales.

Y ya en el s. XIX d.C. serán los anteriormente mencionados Young y Helmholz los que descubran las células oculares (conos) en el fondo de la retina, formulando la teoría que explica la captación de la longitud de onda determinada por los colores rojo-verde-azul por dichas células y generando los primeros estudios directos sobre la sensibilidad perceptiva del órgano visual. No debe olvidarse, relacionados con los estudios de Young y Helmholz, el trabajo de Heinrich Hertz; el cual profundiza sobre las teorías anteriores de Maxwell sobre el electromagnetismo de la luz y, a partir de ellas, logra medir las longitudes de ondas de las radiaciones electromagnéticas que el ojo humano es capaz de percibir, es decir, el espectro de luz visible por el ser humano y la longitud de onda a la que pertenece cada color.

Ya en el s. XX d.C. se desarrollan gran variedad de estudios, como por ejemplo, las teorías de Einstein sobre el desplazamiento de la luz; los estudios de Wright y Guild, los cuales realizan unas curvas medidoras de la sensibilidad del ojo humano; el desarrollo de la teoría Retinex acerca de la persistencia del color ante los cambios lumínicos, llevada a cabo por Edwing Land, o los estudios desarrollados en la década de los años 90 por Sémir Seki, acerca de las zonas especializadas en el cerebro en la percepción del color, el movimiento o la profundidad.


Actividades

3. Experimentar la teoría Retinex sobre la persistencia de color. Colocar un objeto de color verde en una habitación iluminada con lámparas fluorescentes. A continuación, observar el mismo objeto a la luz natural. Comentar las variaciones que percibe.

Formas de coloración

Las diversas teorías vistas hasta ahora no resultan en todo esclarecedoras en cuanto al sistema de transmisión de la información visual a través de la luz. Por esta razón, deben entenderse como complementarias unas de otras.

De todas ellas, pueden distinguirse unas formas de coloración concretas en los objetos, las cuales son globalmente aceptadas:

1 Coloración por dispersión.Algunas longitudes de onda, al atravesar un medio concreto, son separadas del espectro lumínico. Por ejemplo, la luz al atravesar la atmósfera hace que el cielo se vea azul.


1 Coloración por pigmentación.Cada objeto que se ve está formado por un material concreto que actúa de forma distinta con la luz que recibe. Según la naturaleza del material, este absorberá parte de la longitud de onda que recibe y devolverá el resto. Esta longitud de onda no absorbida será el color que se perciba de dicho objeto. Esta es la forma de coloración más común en la naturaleza.


1 Coloración por difracción.La luz, al llegar a superficies muy estriadas o al atravesar irregularidades muy próximas, se divide y suprime, o refuerza otras longitudes de ondas, dando lugar a tonos apagados y cambiantes según el ángulo desde el que se observen. Este fenómeno se aprecia en el plumaje de algunas aves que pueden parecer de un color tornasolado, o en algunos tejidos sintéticos o sedas (efecto moaré).


Ejemplo de coloración por difracción

1 Coloración por interferencia y reflexión.Cuando la luz incide en dos cuerpos distintos, dependiendo de su configuración material, se produce una interferencia en la reflexión de la longitud de onda reflejada por los mismos, dando como resultado una coloración global variante, dependiendo del ángulo de visión. Este efecto se puede apreciar en las pompas de jabón o en las manchas de aceite en el agua.


Ejemplo de coloración por interferencia y reflexión


Actividades

4. Buscar otros 4 ejemplos en donde se dé la coloración por dispersión, pigmentación, difracción y reflexión.

El color y la luz como fenómenos físicos

La luz y el color son dos fenómenos indisolubles en su estudio físico. Ambos han tenido siempre un interés especial para diversas ramas de estudio, tanto en filosofía como en medicina, arte, física, química, biología, etc.

Es indudable su interés directo para el ser humano y el resto de seres vivos. Los seres humanos se relacionan con el entorno por medio de la visión en gran medida; los animales organizan su ciclo vital alrededor de los procesos solares y basan gran cantidad de sus procesos en la coloración del entorno y los vegetales dependen directamente de la luz para la realización de la fotosíntesis, o del color para atraer a los insectos en la época de polinización.

Tal como se aprecia, la luz y el color son vehículos directos para la comunicación. La luz posee una gran importancia, ya que sin luz y sin superficies reflectantes no existiría la visión. Y, curiosamente, la luz es invisible e intangible.

Igualmente, el orden en el que se recibe la información visual es esencial. Cualquier variación en la captación lumínica puede inducir a errores en su percepción.


Recuerde

Cualquier variación lumínica puede inducir a errores en la percepción visual de colores y formas.

Como se ha desarrollado en el estudio de las diversas teorías, resultará esclarecedor comprender la luz como una energía radiante y ondulatoria (en forma de onda) y, a la vez, como un conjunto de corpúsculos (fotones). Al tener esta doble naturaleza, se pueden justificar algunos de los fenómenos anteriormente descritos; por ejemplo, su naturaleza corpuscular explica la impresión de placas fotográficas y diversos fenómenos de composición fotoeléctrica, mientras que su característica ondulatoria explicaría las capacidades de refracción, interferencias, reflexión o pigmentación de los objetos.

La luz se propaga a 300.000 km/s, aunque al atravesar diversos medios translúcidos, esta velocidad disminuye dependiendo de la naturaleza material de estos.

Por otro lado, el carácter ondulatorio de la luz hace referencia al concepto de longitud de onda, sobre el cual se ha hablado en anteriores apartados. Dentro del espectro lumínico, el ojo humano solo es sensible a la longitud de onda comprendida entre los 380-780 nanómetros, configurándose estas medidas como los límites entre los que se comprende el espectro cromático. Por encima de los 780 nm se sitúa el espectro de ondas infrarrojas y por debajo de los 380 nm, las ultravioletas (ambas imperceptibles para el ojo humano, pero afectan en mayor o menor medida a nuestro organismo y se utilizan habitualmente en aparatos eléctricos y en sistemas de comunicación).

En cuanto a los colores, los conos situados en la retina del ojo humano están especializados en captarlos según su frecuencia dentro de la longitud de onda perceptible. Por tanto, los colores rojo, azul y verde percibidos por dichas células se encuentran situados en una frecuencia determinada dentro del espectro visible.



Actividades

5. Buscar en internet 4 ejemplos de aparatos electrónicos que utilicen la luz en longitudes de ondas no perceptibles para el ojo humano, es decir, en infrarrojos y en ultravioletas.

En cuanto a la luz blanca, debe considerarse como la percepción en conjunto de todas las longitudes de onda. Por tanto, cualquier variación en la proporción de cualquier color hará variar la proporción final de la luz. Este es un aspecto a tener en cuenta, ya que la luz es la encargada de transportar la información visual, y por tanto, cualquier limitación en la misma puede suponer límites en la correcta comunicación del mensaje visual que se pretenda.


Sabía que...

Los pintores impresionistas en el s. XIX son los primeros en tratar la luz y el color basándose en los estudios científicos acerca de la percepción visual. Anteriormente, la luz y el color en la pintura se utilizaban de forma empírica.

Por otro lado, la temperatura de la fuente lumínica también afectará a la emisión del espectro visual. Por eso, dependiendo de la fuente luminosa, la luz que se ve tendrá una tonalidad u otra (solo hay que observar la diferencia entre la luz emitida por un fluorescente de los que hay en el techo de la cocina y la luz emitida por una bombilla incandescente). También la luz natural, aunque se considera blanca, tiene diferentes matices dependiendo de las estaciones, las horas del día o las condiciones climatológicas.

Tal como se observa, el foco luminoso (objeto natural o artificial de donde parte el espectro lumínico) puede ser tanto natural como artificial y de él no solo dependen las características intrínsecas de la luz o el color, sino que producirán sobre el objeto iluminado unas reacciones concretas que hacen que sea perceptible, al tiempo que le transfieren unas características concretas.

Sobre el objeto iluminado pueden observarse unas partes concretas al efecto de la luz: el rayo de luz será la trayectoria que marca la energía lumínica desde el foco hasta el objeto; la prolongación de este al incidir con el objeto será el rayo de sombra, y la línea de tangencia entre el rayo de luz y el rayo de sombra será la línea separatriz. Además, existe la zona de penumbra: la parte donde el rayo de luz es difuminado al no incidir directamente.

Esta acción puntual de la luz sobre el objeto también aporta unas zonas delimitadas concretas: la zona iluminada es la parte en la cual los rayos de luz inciden directamente sobre el objeto; la sombra propia es la zona no iluminada del objeto, y la sombra arrojada o proyectada es la parte donde los rayos de sombras contactan con otro objeto o superficie.



Actividades

6. Colocar un objeto sencillo (una pelota de tenis o una caja de cartón pequeña) delante de un foco luminoso. Dibujar un croquis marcando las diferentes zonas de luz y sombra. Mover el objeto o el foco para observar las distintas variantes.

También debe tenerse en cuenta la dirección de la luz, que dependerá del foco luminoso del que parta. Si se trata de la luz solar, debido a la lejanía y tamaño del sol, se considera que los rayos de luz son paralelos entre sí; en el caso de que los rayos partan de una fuente artificial, la dirección de estos será convergente (como un cono cuyo vértice estuviera en el foco).