Luz

MI ALEGRÍA

En esta sociedad de prisas,

que a la sencilla poesía

dediques tu día

es melodía.

Solo un minuto te quita

esta tierna delicia

y, con caricias,

te maravilla.

Ella arranca las espinas

que en la carne tenías

y así suaviza

tu herida.

Gracias, querida amiga,

por tu gran simpatía,

pues tu compañía

es mi alegría.

RETENIDA

Me he dado cuenta de que la poesía

es para mí parecida a la fotografía.

Vuelvo a ver la imagen de lo que sentía

cada vez igual que cuando la escribía.

Es una forma de plasmarla en mi retina

y así esa experiencia nunca se me olvida.

Se quedará en mi mente siempre retenida

como el mismo instante en que la describía.

MI RELIGIÓN

La poesía es mi religión

y le presto dedicación

con mucha devoción.

En vez de una oración,

escribo una canción

para tu lindo corazón.

Sin ninguna pretensión

de sabiduría ni erudición

y evitando la complicación.

Deseo con ardiente ilusión

obtener tu comprensión

o incluso avivar tu pasión.

La poesía es mi religión,

que no hace distinción

de raza ni nación.

RIMA

Tengo la enfermedad de la rima,

que todo el tiempo se me arrima

a la vuelta de cualquier esquina.

Da igual que sea de noche o día,

ella quiere ser mi eterna amiga

y, a escondidas, se me avecina.

Quizá sea mala o tal vez divina,

pero ahora es esencia de mi vida

y no puedo vivir sin su medicina.

Acogí a esta gran entrometida

como a una amante perdida

que era para mí desconocida.

Y ahora mi mente desvaría

llegando siempre a la cima

de un éxtasis de alegría.

INFANTIL

Sé que mi poesía es infantil,

incluso algo aniñada,

pero eso no me importa nada.

Porque como un niño quiero ser

para disfrutar a tope cada mañana.

Si fuera rebuscada,

no sería limpia y clara.

Así que me dejo de complicaciones,

de buscar palabras con erudiciones

y de hacerme muchas elucubraciones.

Directo al corazón he ido

como la flecha de Cupido,

sin desvíos ni desvaríos

que me hayan distraído.

Amigándome con la sencillez,

también con la rapidez,

sin tensión ni tirantez

y siendo humilde a la vez.

MI VERSO

Mi verso es ligero

como un jilguero

porque yo quiero

que sea el primero

en coger el sendero

hacia el alto cielo.

Mi verso es efímero

cual rocío tempranero

sobre campo veraniego

que el sol quema entero.

Mi verso es etéreo

cual beso pasajero

en labio de terciopelo.

Así es mi simple verso,

un suspiro del universo.

TRANCE

La poesía surge de mí a raudales

como el agua en los manantiales

o los rojos besos de los amantes.

Cantando, fluye por los canales

de las venas y arterias carnales

por donde pasea toda tu sangre.

Que a todas tus células alcance,

te riegue con flores de diamantes

y cada átomo se vuelva delirante.

Así, pronto entrarás en un trance

y al cielo te llevará mucho antes

sin tener que ir más a confesarte.

SIN ORIENTACIÓN

La poesía es mi revolución,

pues no me sirve una oración

ni tampoco ninguna otra devoción

que consiga llevarme a esta pasión

con la que palpita cada día mi corazón.

Quítate ahora de encima ese armazón

que llevas a cuestas con tal desazón

y sígueme al cielo cual ligero avión

o como mariposa sin orientación,

rumbo, destino ni dirección.

IMAGINACIÓN

Me he dado cuenta

de que mi lenta letra

como imagen entra.

Si una foto pusiera

donde todo se viera

sería ya letra muerta.

Pues la vista limita

y la palabra escrita

a imaginar te invita.

Abre tu imaginación

con ternura y emoción

que sea tu diversión.

Diferente a los demás,

que no ven más allá

de la foto que les das.

MI LUZ
REVUELTAS

El comienzo de otoño era

y bailaban las hojas secas

sobre el asfalto de carretera.

Con viento soplando de la sierra,

crujían al arrastrarse hacia la acera

cual ola de mar que llega hasta arena.

Y escuchábamos esa música eterna

desde el borde de la verde ladera

como quien un milagro espera.

Cuando, al final de esa escena,

se escondían ya en la cuneta

todas juntas bien revueltas.

ILUMINADAS

El sol me lanzaba

filamentos a la mirada,

bellos cual chispa dorada,

lucientes a mis ojos llegaban.

Hoy vi el arcoíris en mis pestañas,

por luces de colores estaban bañadas,

y mariposas volando sentí en mis entrañas.

No sé si tan brillantes seguirán estando mañana,

pero yo miraré al sol y deseo que sigan iluminadas.

MI SOLEDAD

Con mi amiga la soledad,

miro cómo azota la tempestad;

a mí en silencio me gusta estar

mientras veo a los árboles bailar,

despeinados por el viento o huracán;

la lluvia salpica en mi ventana el cristal,

oigo el rugido del trueno con un vendaval,

todo en gran movimiento danzando sin cesar,

menos yo, acostado en la cama con mi soledad.

INUNDE

Una experiencia cumbre

fue la que en mi alma retuve,

era como una brillante lumbre

que mi cerebro siempre alumbre.

Esa luz que dentro de mí así luce,

cual rayo que el cristal transluce,

de rojo muy intenso me cubre

como quien cielo descubre.

Así, todos los días anduve

en el paraíso que uno intuye,

cual ave que de la tierra huye

envuelta por la paz de una nube.

Con los párpados cerrados, tú ve

pidiendo a ese sol que te ayude

a ver la bella luz cómo sube

y que todo tu cuerpo inunde.

PARAÍSO

Salgo, salto y bailo,

cantando me distraigo,

como un loco yo desvarío,

he perdido el libre albedrío.

Estoy completamente ebrio

de luz con todo su gran brillo,

pues borracho entre luces levito

volando sobre sendero y camino.

En un universo que paralelo es vivo,

desde fuera parece que estoy muy ido,

pero en mi interior estoy más que lúcido

tanto que mi enemigo es ahora mi amigo.

Lo bueno y lo malo en mí ya se han reunido,

la frontera entre el bien y el mal ha desaparecido,

en este momento, todo forma parte del paraíso,

terrenal o celestial, yo lo disfruto, es mi destino.

HIPNOTIZABA

Ese hilo de araña,

colgado en una rama

solo al fuerte sol brillaba,

con sus destellos me llamaba,

«mírame bien, yo podría ser tu hada

la que te proteja y buena suerte daba»,

y su color de arcoíris ya me hipnotizaba,

en un claro del bosque atónito yo estaba,

parado como un niño maravillado con la nada.

COMO HALCÓN

Vibra el reluciente avión

sobre las nubes de algodón

mientras al fondo brilla el sol.

Blanco y azul se volvió

todo el paisaje alrededor,

en el aire flotando estoy yo.

Y ahora oigo ese son,

el zumbido de un gran motor

que ya me lleva en su alerón.

Cual ave como halcón

o quizá aún mucho mejor

veo el mundo desde mi balcón.