Conocer para gestionar

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Colección Monografías de la Academia



Índice
Introducción
Justificación

Anexos Instrumentos del SIISEEE

1. Encuesta para aspirantes a licenciatura

Introducción

El proyecto llamado Sistema Integrado de Información para el Seguimiento de Estudiantes, Egresados y Empleadores (SIISEEE) es el resultado de varios años de experiencia académica e institucional acumulada en la Universidad de Guadalajara (UdeG). En distintos momentos y por diferentes causas, el interés institucional por generar información útil y pertinente para satisfacer demandas internas y externas de datos sobre estudiantes, egresados y empleadores de los distintos programas de pregrado y posgrado que ofrece la UdeG, se ha combinado con el interés académico de distintos grupos de investigación para explorar dicha información y construir explicaciones satisfactorias sobre la complejidad y diversidad de los comportamientos, perfiles y trayectorias tanto de los estudiantes como de los egresados universitarios.

La permanencia de este doble interés institucional y académico está en el origen del proyecto del SIISEEE. Específicamente, el reconocimiento de estos esfuerzos se remonta a la constitución misma de la Red Universitaria de la UdeG en 1994, cuando, desde la administración central de la institución, se comienza a instrumentar un sistema de información escolar que permitiera gestionar de manera más eficiente diversos datos básicos sobre la trayectoria escolar de los estudiantes de licenciatura y de bachillerato (el SIIAU). Más tarde, a finales de los años noventa del siglo pasado, a propuesta del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) se diseña un instrumento específico para identificar la trayectoria de los egresados de licenciatura que permitiera ubicar sus destinos laborales ( el “Censo de candidatos a egresar”), así como emprender nuevos estudios de base para conocer opiniones de los empleadores locales y regionales.

De manera paralela a estos esfuerzos institucionales, diversas agencias federales y estatales, proveedores de recursos públicos a las universidades, comenzaron a solicitar rutinariamente información cuantitativa y cualitativa sobre perfiles de los programas, trayectorias escolares de los estudiantes universitarios, índices de deserción, titulación y eficiencia terminal, así como el impacto de los programas y de los egresados en los mercados laborales locales y regionales. De manera intensiva, las políticas de evaluación y financiamiento diferencial condicionado a las universidades públicas, centraron su atención en la producción de información sobre la calidad de los programas de pregrado y posgrado, y en el desempeño e impacto de sus egresados en los entornos regionales.

Por su parte, distintos investigadores, grupos de investigación y cuerpos académicos universitarios comenzaron a desarrollar desde diversas perspectivas teóricas y metodológicas estudios sobre el perfil de los estudiantes universitarios de carreras y programas específicos, estudios de caso de seguimiento de egresados y estudios comparados sobre trayectorias estudiantiles o laborales. En los últimos años (2011-2014), un grupo de investigadores del Departamento de Políticas Públicas emprendimos un proyecto financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt, clave 130401) justamente sobre el tema de los estudiantes del pregrado en la UdeG, y cuyos principales resultados están plasmados en el libro La arquitectura del poliedro. Itinerarios universitarios, equidad y movilidad ocupacional de los estudiantes universitarios en México (CUCEA-UdeG, 2014).

El grupo de investigación ITUNEQMO (Itinerarios Universitarios, Equidad y Movilidad Ocupacional), en 2015 y 2016 continuamos trabajando el proyecto hacia los estudiantes del posgrado, y, en coincidencia con el interés de las autoridades del CUCEA, entre los meses de junio del año 2015 y febrero de 2016 se desarrolló un nuevo proyecto en torno a estudiantes, egresados y empleadores que proporcionara información útil a los directivos universitarios para satisfacer requerimientos y exigencias tanto internas como externas de los distintos programas académicos universitarios y, para los investigadores, aproximaciones cuantitativas y cualitativas pertinentes para un mayor y mejor conocimiento sobre la complejidad de los procesos formativos, escolares y profesionales de los estudiantes universitarios.

Dicho proyecto contemplaba originalmente tres fases: el estudio-diagnóstico de seguimiento de egresados de programas del posgrado del CUCEA; el estudio-diagnóstico de seguimiento de egresados de programas de licenciatura del CUCEA; y el diseño de un sistema integral de seguimiento de egresados del CUCEA. A través de la exploración de la base de datos del proyecto ITUNEQMO, del Sistema Integral de Información y Administración Universitaria (SIIAU), y del “Censo de candidatos a egresar”, se diseñó un cuestionario base dirigido a estudiantes y egresados de los diversos programas de posgrado del CUCEA como el punto de partida de lo que en el futuro se denominaría como el SIISEE.

Los resultados de este esfuerzo se sintetizan en el reporte titulado “Estudio institucional de seguimiento de egresados del CUCEA-UdeG: origen social, trayectorias escolares y estrategias de inserción académica y profesional” (CEED-CUCEA/UdeG, 2016). Ahí se encuentran datos necesarios tanto para satisfacer las necesidades administrativas como las necesidades académicas de información sobre los distintos programas de posgrado. Sin embargo, también se subrayó entre sus conclusiones y recomendaciones la necesidad de continuar con las otras dos fases del proyecto contempladas originalmente, encaminadas hacia la construcción de lo que hoy denominamos el SIISEEE.

Este sistema contempla la integración de los diversos instrumentos empleados por la UdeG para dar respuesta a los requerimientos internos y externos de información, así como la revisión e integración que solicitan instancias como el Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa (PFCE, antes PROFOCIE y PIFI). Asimismo, se han tomado en cuenta la experiencia y resultados de los trabajos solicitados en 2015 por la Coordinación General Académica de la UdeG a una empresa de consultoría especializada en la aplicación de encuestas y sondeos de opinión para reunir información sobre estudiantes y egresados de 29 posgrados de la Red Universitaria de Jalisco.1

El principal aporte que se pretende ofrecer con el diseño e implementación del SIISEE es articular los diversos instrumentos, sistemas y bases de datos empleados en la UdeG en un solo sistema que reconozca los logros y fortalezas de los diversos esfuerzos institucionales, pero que también permita avanzar en la construcción de una plataforma institucional que facilite obtener información rutinaria y estratégica para la toma de decisiones de los programas y políticas universitarias; a la vez que construir bases de datos potentes para su explotación académica, orientada a la producción de nuevo conocimiento a través de estudios especializados y elaboración de tesis académicas de licenciatura, maestría y doctorado. En otras palabras, el SIISEE aspira a una doble función universitaria: por un lado, mejorar la gobernanza institucional de la Red Universitaria; por el otro, proveer de mayor y mejor conocimiento sobre los itinerarios vitales de los estudiantes y egresados universitarios, y de los comportamientos de los empleadores locales.

Notas

1 Agencia Corporativa de Servicios Integrales, documento de resultados, febrero, 2015.


Justificación

Crear un sistema integrado de información sobre las instituciones de educación superior (IES), a la altura de los retos que se plantean hoy y que responda a los requerimientos de la gobernanza moderna, requería disponer de un sistema regular y compartido de información sobre los estudiantes y egresados de las distintas IES a nivel federal. Este documento constituye una propuesta para iniciar la implantación de un sistema de esta naturaleza en la Red Universitaria de Jalisco de la Universidad de Guadalajara.

Un documento de ANUIES (2012) planteaba que el proyecto de educación superior propuesto había de ser “sobre todo, sensible a las demandas y expectativas de la juventud”. Para ello sería deseable sustentar el seguimiento de la nueva generación de políticas públicas de educación superior (ES) en un sistema de información estable en el tiempo y adecuado a los retos que se plantean, eficiente y comparable a nivel federal acerca de los estudiantes reales y potenciales de la ES.

 

En particular, se necesitan sistemas de recolección de datos que proporcionen una información más fina, generalizados y comparables acerca del estudiantado, su diversidad por origen, la complejidad de su vida estudiantil y su paso a la vida adulta en todos sus aspectos: laboral, académico (pensado en la formación a lo largo de la vida), familiar y social.

El aumento cuantitativo del estudiantado de ES que se ha producido en México durante las últimas décadas ha ido acompañado de un aumento, menos parejo, de la diversidad del alumnado y de las IES en que se han formado.

La diversidad del alumnado ha aumentado en diversos aspectos: su origen social y étnico, su sexo (no olvidemos que el crecimiento de las últimas décadas ha sido en lo esencial femenino), sus recursos económicos y culturales y por tanto también sus necesidades, pero también sus comportamientos y sus expectativas, no sólo en relación con sus estudios sino en todos los ámbitos de su vida que continúan desarrollándose durante su periodo como estudiantes.

Actualmente no son pocas las IES en que la mayoría de los estudiantes trabajan durante sus estudios, y están aumentando, sobre todo en posgrados pero también en grado, aquellos que asumen simultáneamente responsabilidades familiares.

El estudiante “ideal y homogéneo”, sobre el que se construyen buena parte de las políticas de educación superior y los sistemas de evaluación de la eficacia y calidad de las IES, no existe. Conocer y reconocer esta diversidad es condición previa para las políticas de equidad; si no se dispone de estas informaciones, ¿con base en qué criterios se construirán los indicadores de equidad? Para aumentar la cobertura de la ES se requiere de estos datos, pues difícilmente se podrá ampliar la cobertura y reducir los abandonos sin respetar la diversidad de necesidades, intereses y comportamientos de los estudiantes. Esta información también se requiere para definir y medir la calidad de cada IES. Es decir, sería de gran utilidad mejorar el conocimiento de los “actores desconocidos”, como les llamó De Garay.

No olvidemos, asimismo, que la diversidad de las IES ha aumentado enormemente, y dentro de ellas el entorno es cada vez más diverso. Las últimas décadas han presenciado el nacimiento de nuevas instituciones de ES, una evolución desigual de las ya existentes con un crecimiento mayor de las particulares que las públicas y, también, un incremento considerable de las carreras a estudiar.

Frente a ello, no se dispone de información adecuada sobre quiénes son los estudiantes de estas IES y de estas carreras, tampoco existe información acerca de la aportación que las distintas IES y las distintas carreras hacen a la equidad, la eficiencia y la calidad del sistema. Asimismo, se carece de datos precisos sobre cómo se distribuyen los distintos tipos de estudiantes en las nuevas opciones que se han abierto.

Este tipo de información es adecuado para un desempeño institucional respetuoso con la diversidad del alumnado y para disponer de un mapa general del conjunto del sistema de ES.

En este contexto se vuelve necesario mejorar, generalizar y homogeneizar la información acerca del seguimiento de los egresados, que se ha venido usando como medida de la pertinencia y calidad de la formación recibida. A nivel federal se han ido induciendo estudios de egresados en las IES que optaban a fondos extraordinarios; así, hoy existen un gran número de estudios de egresados, pero se caracterizan por su dispersión, por su heterogeneidad y, con frecuencia, por su baja calidad.

Disponer de un sistema regular de seguimiento de egresados con carácter general, que implicara a todas las IES y con un alto grado de homogeneidad, permitiría un análisis de los resultados del sistema en su conjunto y de sus subsistemas en particular que permitiría gestionar el sistema en general evitando las conjeturas, informaciones parciales que se generalizan e incluso prejuicios en los que se basa este análisis en la actualidad.

Como ya se mencionó en la introducción, este proyecto es fruto de trabajos previos realizados por el Grupo ITUNEQMO (Itinerarios Universitarios de Equidad y Movilidad Ocupacional) durante sus seis años de trabajo y pretende ser un paso en la dirección señalada. Las investigaciones de este grupo se centraron en una primera etapa en los estudiantes y egresados de los grados (ver Acosta y Planas, 2014), después el campo de análisis se amplió a los de posgrado (Acosta, et al., 2015). En nuestros trabajos, con el apoyo del Grupo de Reserca en Educació i Treball (GRET) de la Universitat Autónoma de Barcelona, de L'Institut de Recherche sur l'Éducation (IREDU) de la Université de Bourgogne y de colegas mexicanos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hemos capitalizado la experiencia previa tanto europea como americana sobre el seguimiento de estudiantes y egresados universitarios, lo cual ha cristalizado en el enfoque de los “itinerarios vitales” (Planas y Rivas, 2017) que proponemos como marco teórico-metodológico para este proyecto y que presentaremos más adelante en el texto.

Analizar el comportamiento de los estudiantes y egresados de la ES no es sólo esto, en los comportamientos de los estudiantes y egresados se reflejan los comportamientos de los diversos agentes que intervienen en la ES: las IES y los empleadores como actores principales. Así, este seguimiento se convierte en condición de una gobernanza moderna de las IES.

Un buen conocimiento acerca de los estudiantes y egresados de la educación superior, basado en la investigación, es uno de los requisitos técnicos esenciales para la gobernanza de las IES. Como señala Aguilar (2010), la gobernanza tiene sus requerimientos técnicos de investigación e información.2 Lo que es un requisito para la gobernanza en general también lo es para la gobernanza de la educación superior.

Como señala el informe Higher Education Governance Reforms across Europe, “la gobernanza en educación superior se refiere tanto a la autonomía de las instituciones como a la incorporación de los actores implicados en el buen funcionamiento de las IES” (ESMU, 2009: 10), lo cual implica un conocimiento profundo y riguroso de los mismos. En el caso de los estudiantes, permite un conocimiento acerca de quiénes son y cuáles son sus itinerarios que permita tanto mejorar las oportunidades de acceso a la educación superior como aumentar de la eficacia y eficiencia en la formación; además de garantizar la equidad en el egreso, evitando así los abandonos y retrasos innecesarios en sus procesos formativos.

Para ello, se requiere el conocimiento y reconocimiento de su diversidad, prestando particular atención a los momentos críticos de sus itinerarios a los que llamaremos “transiciones” y de los que hablaremos en apartados posteriores de este texto. Estos momentos son relevantes en el marco de la diversidad de los itinerarios estudiantiles.

Los enfoques teórico-metodológicos para el análisis del seguimiento de los estudiantes y egresados de la educación superior, al menos en los países de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), han ido evolucionado con los cambios en el tipo de estudiantes, principalmente con el aumento de su diversidad (Gilardi y Guglielmetti, 2011), pero también con los cambios en las políticas públicas referentes a la educación superior (principalmente las relacionadas con la expansión educativa en tres aspectos: las dirigidas al aumento de la cobertura, la extensión de esta a los posgrados y la incorporación de la educación superior al lifelong learning), y con la evolución de los métodos de gestión, evaluación de las IES en su conjunto y de sus programas. Esta evolución incluye el seguimiento de los estudiantes y egresados como una de las bases para su gobernanza (Kehm, 2011 y SMU, 2009).

En este texto presentamos una propuesta de enfoque teórico-metodológico para el seguimiento de los estudiantes y egresados de la educación superior, que consideramos adecuada a los requerimientos de la moderna gobernanza, porque recogen los cambios que se han producido en los estudiantes, lo cual constituye un requerimiento imprescindible de información acerca de uno de sus principales actores. Los métodos empleados tradicionalmente para el seguimiento de los estudiantes y egresados de las IES están basados en el estudiante tradicional, lo cual nos ha venido proporcionando información que no nos permite profundizar en la diversidad real de sus estudiantes y en sus implicaciones en el diseño institucional, en los indicadores empleados para su evaluación (Planas y Acosta, 2014) y en el modelo pedagógico (Scott et al., 2013).

Nuestras IES acogen hoy un alumnado que se aleja cada vez más del estudiante ideal o tradicional, pero no para ser sustituido por otro tipo de estudiantes homogéneos sino para incrementar su diversidad. Lo que algunos hemos llamado estudiante ideal y otros estudiante tradicional (como se acostumbra llamar en la literatura anglosajona), es aquel joven, hombre o mujer, que accede a la educación superior en torno a los 18 años, se dedica de tiempo completo a sus estudios, sin compaginar sus tareas como estudiante con el trabajo, es soltero y no tiene responsabilidades familiares; terminará su ciclo de estudios en el tiempo previsto, a los 22 o 23 años y, a continuación, se dedicará a buscar un trabajo acorde con su nivel y área de estudios, iniciando de esta forma su carrera profesional. De manera análoga podemos describir al estudiante ideal de posgrado, simplemente desplazando la edad de ingreso al número de años correspondientes con la duración prevista de los ciclos de posgrado que curse.

Este tipo de estudiante continúa existiendo en nuestras IES pero es minoritario en los grados y, aún más, en los posgrados.3 El ideal o tradicional no ha sido totalmente sustituido por otro tipo de estudiante, sino que convive con otros tipos de estudiantes, de ahí que uno de los retos de hoy sea conocer y reconocer la diversidad de alumnos que coexisten en nuestra IES; esto, para gestionar, institucional y pedagógicamente, su ingreso, permanencia y egreso de los ciclos escolares de grado y posgrado, con propuestas incluyentes, congruentes y respetuosas con la diversidad presente en los centros.

Esta diversidad hace referencia principalmente a dos tipos de hechos que varían respecto al estudiante tradicional: por un lado, el momento en el curso de vida de los estudiantes cuando realizan sus estudios, es decir, su itinerario anterior y las expectativas de futuro que motivan su formación y, por otra parte, el conjunto de actividades que los estudiantes realizan simultáneamente a sus estudios (lo que los anglosajones llaman student life).

El estudio de las trayectorias de acceso, permanencia y egreso de los estudiantes universitarios en México es un tema de investigación relativamente reciente en nuestro país. Asimismo, las investigaciones sobre el mercado laboral de los profesionistas universitarios, aunque relativamente pocas en las últimas tres décadas, se han multiplicado en años recientes. El enfoque de la equidad también ha adquirido relevancia en el campo de los estudios sobre las políticas de la educación superior mexicana, tratando de identificar el peso que tiene el origen social, así como el acceso y tránsito en los espacios institucionalizados de la formación profesional universitaria, incluida su posterior influencia en los procesos de inserción laboral.

Investigadores solitarios, grupos de investigación y cuerpos académicos en diversas instituciones de educación superior se han dedicado en los últimos años a publicar sus estudios, a organizar seminarios, talleres y conferencias sobre estos temas, invitando a estudiantes del pregrado y del posgrado a sumarse al desarrollo de tesis, monografías y tesinas sobre este campo de conocimiento.

Instituciones como las universidades públicas de Puebla, Veracruz, Sonora, Aguascalientes y Jalisco, así como la UAM, la UNAM y el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), patrocinan, apoyan o albergan muchos de los esfuerzos de investigación en este campo. Con el riesgo de sobredimensionar cierto optimismo académico, podemos afirmar que, poco a poco, se va dando una suerte de acumulación de conocimiento sobre estos fenómenos que permite desarrollar nuevas miradas y aprendizajes sobre la complejidad de las trayectorias universitarias, sus itinerarios y rutas, el peso de los contextos institucionales en las decisiones de los estudiantes y de sus familias, la recomposición y el significado de los entornos laborales de los egresados universitarios.

 

Estos esfuerzos han permitido alejarse y cuestionar ciertos lugares comunes de los estudios sobre estos fenómenos y objetos. También han confirmado hallazgos viejos, “clásicos”, o relativamente recientes, y han permitido explorar nuevos enfoques al estudio de estos procesos. La experiencia del proyecto ITUNEQMO se traduce en la posibilidad de identificar las varias caras de los itinerarios estudiantiles, los procesos de equidad en el acceso y de movilidad social asociados a la experiencia universitaria, la construcción de estrategias y decisiones individuales frente a contextos institucionales de incertidumbres, restricciones y oportunidades, la persistente combinación de los estudios con el trabajo de los estudiantes universitarios, y el valor de esta combinación en las trayectorias de inserción laboral de los egresados de las instituciones universitarias de educación superior.

Quizá el saldo mayor, el más general de nuestros resultados, fue confirmar la complejidad del tema y de las realidades universitarias, una complejidad que se asemeja a una suerte de “arquitectura” poliédrica. Como se sabe, un poliedro es una figura geométrica que contiene varias caras; cada una de ellas es singular, muestra una parte de la figura total, pero se distingue con claridad de las otras.

La característica básica del poliedro es entonces la multiplicidad de las caras que lo componen, las que le imprimen una arquitectura, o una morfología, singular, sencilla y compleja al mismo tiempo. Y justamente esa es la imagen de los resultados del proyecto ITUNEQMO: una imagen poliédrica, de varias caras que componen una sola figura, pero en la cual se pueden distinguir las peculiaridades, las formas específicas de las configuraciones empíricas de los diversos objetos estudiados en el proyecto general. Por ello los hallazgos, las confirmaciones y los nuevos cuestionamientos surgidos a lo largo del estudio pueden asociarse de manera metafórica a la figura de un poliedro, como una forma de representar las múltiples caras del mismo fenómeno.

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