Read the book: «Educación superior, gestión, innovación e internalización»

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EDUCACIÓN SUPERIOR

GESTIÓN, INNOVACIÓN E

INTERNACIONALIZARÓN

Jocelyne Gacel-Ávila y Natividad Orellana Alonso(coords.)

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Este libro fue coeditado por dos grupos de investigación: el Cuerpo Académico Sociedad del Conocimiento e Internacionalización de la Universidad de Guadalajara, México, y el Grupo de Investigación en Tecnología Educativa de la Universidad de Valencia, España. Dichos grupos de investigación acordaron que para garantizar la calidad académica y pertinencia de cada uno de los capítulos, estos fueran sometidos a una doble dictaminación por expertos en el área de estudios.

Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

© Del texto: los autores, 2013

© De esta edición, 2013:

Universitat de València

Arts Gràfiques, 13 - 46010 Valencia (España)

Universidad de Guadalajara

Avenida Juárez 975 - 44170 Guadalajara, Jalisco (México)

Maquetación: JPM Ediciones

Diseño de cubierta: Amparo Pastor

ISBN: 978-84-370-9344-4

Edición digital

ÍNDICE

Prólogo

1. Rankings Globales: Características, limitaciones y perspectivas

Jocelyne Gacel-Ávila

2. La necesidad de doctores en gestión de la educación superior en México

Rosario Hernández Castañeda y Efrén de la Mora Velasco

3. La dimensión transversal de la sostenibilidad en el currículo de instituciones de educación superior: una propuesta innovadora obligada

Carla D. Aceves Ávila

4. Los principales indicadores internacionales sobre el uso de TIC en el mundo

María Cristina López de la Madrid

5. El reto de las instituciones de educación superior, ante la certificación y acreditación de competencias

Berta Ermila Madrigal Torres y Luis Carro Sancristóbal

6. Internacionalización de la educación superior, nuevas tecnologías, y plataformas de enseñanza-aprendizaje en red

Vicente Gabarda, Victoria Martín de la Rosa, Luis Miguel Lázaro

y Jacqueline Taylor

7. Internacionalización de la educación superior y cohesión social: algunos elementos de reflexión

Andrei Fëdorov, José González-Such y Jesús M. Jornet

8. Competencias interculturales: aspecto clave para la internacionalización

Carmen Carmona Rodríguez, Karen Van der Zee

y Jan Pieter Van Oudenhoven

9. Expectativas de los estudiantes universitarios de distintas ramas de conocimiento sobre el mundo laboral

Amparo Pérez-Carbonell y Genoveva Ramos

10. Usos y competencias en TIC del profesorado universitario. Aproximación a la modelización

Natividad Orellana, Gonzalo Almerich, Jesús M. Suárez-Rodríguez

y Consuelo Belloch

PRÓLOGO

Este libro compila los trabajos de 24 académicos interesados en diferentes rubros que impactan la gestión, innovación e internacionalización de la educación superior. La obra que presentamos fue coordinada por dos grupos de investigadores: uno de la Universidad de Guadalajara, México: El Cuerpo Académico Sociedad del Conocimiento e Internacionalización, y el otro de la Universidad de Valencia, España: la Unidad de Tecnología Educativa. A lo largo de sus diez capítulos encontraremos diversos e interesantes trabajos que se comentan a continuación:

En su ensayo sobre los rankings globales, Gacel-Ávila nos describe como éstos surgieron en la década pasada como instrumentos de evaluación y transparencia para comparar el desempeño de un grupo reducido de universidades en el mundo, y cómo desde sus inicios, han sido fuente de prestigio internacional para un conjunto todavía menor de instituciones de educación superior, aquellas creadas bajo el modelo anglo-sajón de universidades de investigación. Frente a esta situación, Gacel-Ávila sostiene que la mayoría de las agrupaciones y redes de educación superior de América Latina han tomado una postura crítica o incluso de franco rechazo hacia los rankings, argumentando sus efectos negativos para las universidades de la región. Se trata en realidad de una actitud defensiva, y en cierta medida conservadora, que destaca las limitaciones de estos, proponiendo como alternativa rescatar la identidad de la universidad latinoamericana. Gacel en su contribución a esta obra hace una revisión sistemática de estas objeciones, destacando sin embargo que no se deben aplicar a algunos rankings internacionales surgidos recientemente como U-Multirank y U21. Más aun, concluye afirmando que estos últimos instrumentos son herramientas metodológicas con la capacidad para resolver algunas de las lagunas de transparencia e información que padecen los sistemas nacionales de educación superior en la región y que han sido, desde hace tiempo, una de las trabas para incrementar su calidad.

El trabajo de Rosario Hernández y Efrén de la Mora hace una detallado análisis de la necesidad de formar cuadros directivos en la Instituciones de Educación Mexicanas. En su capítulo demuestran que un 60 por ciento de los rectores de 70 universidades públicas y privadas registradas en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) en México, no cuentan con grado de doctor. Seguido por un análisis del campo de evolución de la gestión educativa, y de los programas de posgrado afines a dicho campo del conocimiento en América Latina y en los Estados Unidos. Hernández y de la Mora concluyen con una propuesta de formación a nivel de doctorado especializado precisamente en el campo de la Gestión de la Educación Superior, misma que actualmente ofrece la Universidad de Guadalajara y que fue acreditada nacionalmente por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en México.

El tema de la sostenibilidad en el currículo de las Instituciones de Educación Superior es abordado en el trabajo desarrollado por Carla Aceves quien sostiene que la Educación para la Sostenibilidad (EDS) exige el análisis, aprendizaje y aplicación del fenómeno de la sostenibilidad en todos los niveles educativos. Aunque comúnmente se confunde con la educación ambiental la cual se centra sobre la relación entre los humanos y los recursos naturales y elementos ambientales; la EDS se enfoca sobre la formación integral y transdisciplinar que debe promoverse para estimular una forma diferente de pensar y de vivir que sea consistente con las necesidades planetarias. En su capítulo Aceves explora la necesidad de los cambios en el enfoque y la visión particularmente en el currículo de educación a nivel superior para acercarse a la sostenibilidad. Se identifican los conocimientos clave, habilidades y objetivos concretos que debe perseguir el currículo desde una visión transdisciplinar, así como los desafíos y necesidades al intentar reorientarlo hacia la sostenibilidad para el cumplimiento de este desafío mundial.

Por otro lado, con relación al auge de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) a nivel mundial, Cristina López de la Madrid, presenta datos internacionales de los últimos 15 años, que dan cuenta de la situación de las TIC en el mundo. Su ensayo inicia describiendo el primer estudio de este tipo, que realizó en 1984, la Comisión Maitland, la cual se dio a la tarea de identificar el grado de desarrollo en los países en cuanto a infraestructura en telecomunicaciones. López de la Madrid afirma que a partir de dicho informe, se llevaron a cabo diversas acciones orientadas a conocer cuáles son las naciones y regiones más avanzadas a este respecto, y a generar políticas internacionales para impulsar a las que registran una precaria base tecnológica. Esta autora realza la labor de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas, y la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), las cuales han diseñado diversos índices que miden, entre otras cosas, el porcentaje de acceso y conectividad a las TIC. Así como las acciones generadas por la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, en sus dos fases, Ginebra (2003) y Túnez (2005), en las cuales se buscó elaborar un plan realista de evaluación de resultados y establecimiento de referencias en el plano internacional, a través de indicadores estadísticos comparables y resultados de investigación.

El trabajo realizado por Berta Madrigal y Luis Carro contempla el tema de las competencias laborales. En su capítulo identifican el rol que han asumido las Instituciones de Educación Superior (IES) en relación a certificación y acreditación de competencias laborales. Lo que conlleva a la vinculación de éstas con el mundo laboral, y a su contribución en la formación del capital humano que demandan los sectores sociales y productivos. Madrigal y Carro, primeramente analizan la postura de la ONU, UNESCO y OCDE sobre certificación y acreditación de competencias (CyAC), y como lo han asumido las universidades europeas y algunas latinoamericanas. Posteriormente discuten el tema a través del programa mexicano CONOCER, lo que permite a los autores proponer una estrategia para fortalecer y certificar el modelo de competencias a través de programas de educación continua.

La aportación de Vicente Gabarda, Victoria Martín de la Rosa, Luis Miguel Lázaro y Jacqueline Taylor nos habla de cómo en el contexto de la creciente e imparable dinámica de la globalización, el fenómeno de la internacionalización de la educación superior, que arranca con fuerza sostenida en las décadas finales del pasado siglo, hibrida y se fortalece con el desarrollo y expansión de las nuevas tecnologías aplicadas a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se generan así nuevas sinergias que exigen el desarrollo creciente y la necesaria democratización de las competencias digitales para de esta forma poder beneficiarse la ciudadanía de las nuevas oportunidades de aprendizaje que las plataformas en red empiezan a proporcionar a estudiantes de todo el mundo. Es, sin duda, una nueva y prometedora etapa y modalidad de esa internacionalización de la educación superior que incorporara nuevas modalidades a las tradicionales formas y modelos hasta ahora vigentes para definir dicha internacionalización.

En el capítulo de Andrei Fëdorov, José González-Such y Jesús M. Jornet se presenta una reflexión sobre dos fenómenos puestos en los primeros lugares de la agenda de la educación superior contemporánea: la cohesión social y la internacionalización. La actualidad e importancia del tema se deriva de la necesidad de abordar de forma constructiva los retos que la época de globalización plantea en relación con la pertinencia e impacto de la educación universitaria. Las preocupaciones por el desarrollo justo y equitativo de los pueblos, así como por la correspondencia de las competencias de los graduados con las necesidades de los contextos sociales y profesionales, donde lo local interactúa intensamente con lo global, son cada vez mayores. Es imprescindible que la universidad reafirme su compromiso de servir como conciencia lúcida de la sociedad, y coadyuve con la creación de modelos educativos que afronten el problema de la interacción justa entre lo local y lo global, y se comprometan con el desarrollo de la cohesión social. El capítulo puede ser útil para los docentes, administradores y estudiantes universitarios, entre otros involucrados en la enseñanza, para el desarrollo y gestión de la educación superior.

En línea con la internacionalización, el capítulo de Carmona, Van der Zee y Van Oudenhoven se centra en el análisis de las competencias interculturales como una herramienta para la adaptación de los estudiantes de intercambio en educación superior. El ser competente interculturalmente se ha convertido en un atributo transversal, valorable y útil a todas las personas que se relacionan en contextos de diversidad cultural. Sin embargo, otros factores como el apoyo social percibido y el contacto interpersonal juegan un papel clave a partir de determinadas competencias interculturales, las cuales les facilitaría tener éxito en su experiencia personal y académica en un contexto intercultural de aprendizaje.

También teniendo como eje central a los estudiantes universitarios, Amparo Pérez Carbonell y Genoveva Ramos nos presentan las expectativas que prioriza un grupo de estudiantes universitarios españoles hacia el mundo laboral. Además, se analiza si éstas son las mismas o no atendiendo a las distintas ramas de conocimiento universitario. Los resultados obtenidos, en cuanto a percepción general, reflejan que al decidirse por un trabajo, los estudiantes universitarios buscan sentirse bien tratados, un buen ambiente laboral, un trabajo gratificante y que les permita desarrollar estrategias de conciliación con su vida familiar. Además, señalan que el trabajo les debe aportar satisfacción y estabilidad por lo que buscan empresas dónde se les permita desarrollar por completo su vida profesional. En cuanto al estudio sobre las diferencias por ramas de conocimiento universitario, también aparecen diferencias significativas.

Por último, el trabajo presentado por Natividad Orellana, Gonzalo Almerich, Jesús M. Suárez-Rodríguez y Consuelo Belloch nos plantea una aproximación a la modelización de las competencias en TIC y el uso que hace el profesorado universitario de las TIC. En concreto, se estructuran dos modelos básicos de competencias en TIC y el de uso de las TIC, planteado desde una perspectiva multivariada y considerando cómo diferentes factores personales y contextuales inciden en ambos modelos. Se considera que el profesorado es el eje central de la integración de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje en Educación Superior. Sin embargo, la falta de competencia por parte del profesorado constituye una de las barreras que impiden la integración de las TIC en su práctica diaria en el aula. Por tal motivo, es preciso profundizar en la estructura competencial del profesorado respecto a las TIC (competencias tecnológicas y pedagógicas) y la utilización que se hace de las mismas diferenciando entre dos ámbitos de uso característicos de los recursos tecnológicos por parte del profesorado: personal-profesional y con los alumnos. Consideran necesario este estudio debido a la estrecha relación positiva de las competencias con el uso de las TIC y, además, para ayudar a clarificar cómo abordar los programas formativos dirigidos al profesorado por parte de las administraciones educativas.

Esperamos que el contenido de este libro sea interesante tanto para la comunidad universitaria como para la sociedad. La cual, sin duda, debe ser la que se beneficie de estas reflexiones y trabajos.

Jocelyne Gacel Ávila y Natividad Orellana Alonso

RANKINGS GLOBALES: CARACTERÍSTICAS, LIMITACIONES Y PERSPECTIVAS

Jocelyne Gacel-Ávila

Profesor-investigadorUniversidad de Guadalajara

INTRODUCCIÓN

A lo largo de las últimas dos décadas, la educación superior (ES) ha sido uno de los factores con mayor impacto en el surgimiento de la economía global del conocimiento hasta el punto que se le ha considerado como «el mecanismo para el desarrollo de la nueva economía mundial» (Castells, 1996). Esta contribución se da, en gran parte, a través de la generación y transferencia de conocimientos, así como la formación del talento que se requiere para competir en los mercados globales. La ES también ha adquirido un valor estratégico en vista de que sus aportaciones se encuentran entre las causas que determinan el posicionamiento de países y regiones en la esfera de la geopolítica mundial actual. A esta nueva función de la ES se aúnan los efectos de la transformación que se está llevando a cabo al interior de ésta desde hace varias décadas, entre las que se destacan las siguientes tendencias: 1) la masificación de la matrícula; 2) la consecuente diversificación de las instituciones de educación superior (IES) en diferentes tipos de universidades y centros educativos; 3) el incremento en el financiamiento público y privado en estos sectores; y 4) la internacionalización de este nivel educativo(Altbach, Reisberg & Rumbley, 2009; UNESCO Institute of Statistics, 2009). Cada una de estas orientaciones, junto con un entorno fomentado por las ideas políticas surgidas con el auge de la economía de mercado y del libre comercio a escala global, crearon la necesidad de evaluar el desempeño de la ES con mecanismos distintos a los tradicionales, por parte de gobiernos, asociaciones profesionales, padres de familia, estudiantes y empleadores, entre otras partes involucradas. La respuesta ha sido la implementación de políticas e instrumentos de mayor rigor y sofisticación para el aseguramiento de la calidad, la transparencia y la rendición de cuentas. Para ello, se desarrollaron desde hace dos décadas marcos de referencia, sistemas y herramientas que se han instrumentado por medio de políticas públicas y al interior de las IES, habiendo alcanzando varios niveles de institucionalización en distintas regiones del mundo. Entre estos instrumentos se incluyen la acreditación de programas e instituciones, los sistemas nacionales e institucionales de aseguramiento de la calidad, la comparación estratégica entre instituciones (benchmarking), las clasificaciones como la desarrollada por el Instituto Carnegie y los rankings nacionales y globales (Harman, 2011; Hazelkorn, 2012c).

Los rankings globales de IES son instrumentos de evaluación y transparencia cuya finalidad es comparar el desempeño y la calidad de estas instituciones a nivel mundial. El surgimiento de éstos, al inicio de los años 2000, es una manifestación entre muchas otras de los efectos que tienen la globalización y la economía global del conocimiento en la educación superior hasta el punto de considerarse que son un desarrollo inevitable de este entorno (Hazelkorn, 2012c).Para ello, buscan capturar la realidad compleja de cada institución a través de un conjunto reducido de cifras.

La primera parte del presente capítulo se inicia caracterizando los antecedentes y el desarrollo de estos rankings durante la primera década del siglo xxi (sección 1) para describir a continuación los principales rasgos que los identifican, así como su metodología (sección 2). Posteriormente se señalan las limitaciones de estos instrumentos, identificadas por expertos (sección 3). El texto también se ocupa brevemente de los proyectos U-Multirank, AHELO y U21 Ranking of National Higher Education Systems 2012 como alternativas a estos instrumentos (sección 4). La segunda parte (sección 5) se dedica a examinar la posición que ha adoptado la mayor parte de la ES de América Latina ante los rankings globales, incluyendo los proyectos que se han puesto en marcha como herramientas de transparencia necesarias para la evaluación y el aseguramiento de la calidad.

1. ANTECEDENTES Y DESARROLLO

Los primeros intentos por comparar y jerarquizar las IES se llevaron a cabo en los Estados Unidos a principios del siglo xx, tomando como punto de partida la reputación de sus investigadores. Desde el principio, el prestigio de estos académicos determinó la exclusión de muchas universidades públicas al tener una misión diferente -básicamente la formación especializada de profesionales-, de las instituciones de élite de entonces. Posteriormente, se incluyeron otros criterios para evaluar la calidad de las instituciones como la proporción de estudiantes por profesor, los recursos bibliográficos de la institución y la empleabilidad de los graduados, entre otros. Hacia la década de los 60s, se incorporó el uso de indicadores para medir la producción científica de las universidades con posgrados (Salmi & Saroyan, 2007; Hazelkorn, 2012a). Sin embargo, no fue hasta 1983 cuando apareció el primer ranking nacional en ese país: el U.S. News & World ReportBest College Rankings. La publicación de este ranking en un medio de amplia difusión marcó un hito en su popularidad al convertirse en una guía para los estudiantes que buscan estudiar un pregrado. Paralelamente, varios medios en otros países produjeron sus propios rankings nacionales como fue el caso de The Times, con el Good University Guide, y The Guardian. Se calcula que en la actualidad existen alrededor de 50 rankings de este tipo distribuidos en todo el mundo (Hazelkorn, 2011b).

El primer ranking global, el Academic Ranking of World Universities (ARWU), apareció en 2003 elaborado por la Universidad Shanghái Jiao Tong; el cual se publica anualmente desde el 2006 por la agencia especializada Shanghai Ranking Consultancy. Un año después, el diario The Times produjo el Times Higher Education World University Ranking (THE),1 en parte como reacción al ARWU, en colaboración con Quacquarelli Symonds (QS) hasta 2009. Desde entonces se hace en asociación con la organización Thomson Reuters, lo cual trajo consigo un cambio significativo en su metodología. En 2004 también apareció el Webometrics Ranking of World Universities por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales de España. Por su parte, el centro UNESCO-CEPES2 fundó en 2004, el «Grupo de Expertos sobre Rankings Internacionales» (IREG), el cual propuso dos años después un conjunto de principios para normar la calidad y las buenas prácticas de los rankings, ya fuesen éstos de alcance nacional, regional o global, conocidos como «Principios de Berlín para los Rankings de las Instituciones de Educación Superior» (UNESCO-CEPES, 2006). Entre estas normas se destacan el reconocimiento de la diversidad de las IES, la transparencia en la metodología, la medición de resultados en vez de insumos y la incorporación del contexto lingüístico, cultural, económico e histórico en la evaluación de estas instituciones. En 2007, surgió un nuevo ranking global, el Taiwan Higher Education Accreditation and Evaluation Council Ranking (HEEACT) enfocado exclusivamente al desempeño de la investigación. En 2008, se publicaron dos más: el Leiden Ranking por el Centro de Estudios de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Leiden, y el World Best Colleges and Universities publicado por la revista US News & World Report con la metodología de QS. En 2009, salió a la luz pública el SClmago Institutions Ranking, World Report 2009; y en 2010, el QS World University Rankings.3 Casi al mismo tiempo, la Comisión Europea lanzó la iniciativa para un ranking global con múltiples dimensiones U-Multirank, con el fin de poder incorporar las distintas funciones que pueden tener las IES, aprovechando los resultados de la clasificación de instituciones U-Map. En 2011, apareció el reporte final sobre la factibilidad de este proyecto (Vught van & Ziegele, 2011). En total, hay 11 rankings institucionales de alcance global en 2012.

Existen también rankings nacionales e internacionales que comparan departamentos, facultades o institutos de una IES con sus similares, como en el caso de facultades de medicina o de leyes. Frecuentemente este último tipo de rankings se publica en medios como The Economist, el Financial Times o el Wall Street Journal para las escuelas de graduados en negocios. Hay también rankings regionales como el de SCImago para Iberoamérica, el de QS para Europa, Asia, África y América Latina, y el CHE4University Rankings por el Centro para el Desarrollo de la Educación Superior para las universidades de habla alemana en Europa, entre otros. Por último, en 2012 aparecieron los resultados de un ranking global de sistemas nacionales de educación superior: el U21 Ranking of National Higher Education Systems 2012 por el Instituto de Economía Aplicada e Investigación Social de Melbourne (Universitas 21, 2012). Otros acontecimientos incluyen el proyecto de IREG (2011) para llevar a cabo auditorías de rankings basadas en los Principios de Berlín.5 Ese mismo año (2011), la European University Association (EUA) publicó el primer reporte Global University Rankings and Their Impact (Rauhvargers, 2011) sobre el estado del arte en el que se encuentran los rankings globales, incluyendo un análisis de sus características y novedades metodológicas.

2. LOS RANKINGS GLOBALES

Caracteristicas

Los rankings globales con mayor influencia,6 ARWU, THE y QS, incluyen sólo al 2.9% de las 17 000 IES que hay en el mundo; es decir, un rango que oscila entre 200 y 500 de éstas (Rauhvargers, 2011). Esta selección se debe a que su finalidad es comparar el desempeño de las IES a partir de un modelo específico de universidad, el de la universidad comprehensiva de investigación de clase mundial,7 el cual ha ido adquiriendo cada vez más relevancia, particularmente en su variante anglo-americana. En contraste con los de alcance nacional, que se enfocan sobre todo a grupos locales específicos, como lo son los propios estudiantes, los rankings globales se dirigen a un público mucho más amplio, el cual ve a las IES como un todo institucional sin apreciar sus diferentes facetas. Esto último sugiere que de inicio el objetivo de estos rankings podría no estar bien definido, ya que no resulta claro si lo que se proponen medir es sólo el desempeño de la investigación o bien el de todas o algunas de las funciones especificadas en la misión de las universidades (Beerkens & Dill, 2010). Una consecuencia de esta ambigüedad es que las IES con un modelo diferente, como es el caso de las que se ocupan de formar el capital humano altamente calificado de una región, o las que llegan a tener un impacto en su bienestar social, cultural y económico, están en franca desventaja o bien quedan fuera de estos rankings, a pesar de tener en muchas ocasiones alta calidad y reconocimiento internacional en el desempeño de estas funciones. Existen otros como el Performance Ranking of Scientific Papers for Research Universities de Taiwán, el Leiden, y SClmago, que al tener un objetivo más específico, se limitan a evaluar únicamente los resultados de investigación de las instituciones que incluyen en su universo inicial (Tabla 1), adoptando una metodología distinta a la de ARWU, THE y QS.

Tabla 1. Características de algunos rankings globales al 2012


RankingInstituciones incluidas en cada rankingCategorías de Indicadores
Academic Ranking of World Universities (ARWU)Considera sólo universidades de investigación. Selecciona inicialmente 1 000 instituciones y publica los resultados de las mejores quinientas.Dimensiones: calidad de la formación, calidad de los académicos, desempeño en la investigación, y productividad per cápita de la institución. Incluye un total de 5 indicadores.
Times Higher Education World University Ranking, con Thompson Reuters, desde 2010Incluye 400 universidades de clase mundial.Dimensiones: docencia, producción científica, impacto de la investigación, innovación e internacionalización. Incluye 13 indicadores.
QS University RankingsConsidera universidades de clase mundial. Toma en cuenta un universo inicial de 2 000 IES, evalúa a 700 y publica el ranking de las primeras 400. Ofrece rankings regionales de América Latina jerarquizando a 250 universidades.Indicadores: índice de reputación institucional entre académicos; índice de reputación institucional entre empleadores; citas por académico; proporción estudiantes/académicos; proporción de académicos internacionales; y proporción de estudiantes internacionales. En el caso de América Latina se omiten los indicadores de internacionalización y se incluyen en su lugar la proporción de académicos con doctorado.
World's Best Universities Ranking (US News & World Report)Utiliza la metodología de QS.
Webometrics Ranking of World UniversitiesIncluye IES con un portal propio en la Web.Volumen, visibilidad y el impacto de las páginas Web con énfasis en la producción científica.

Rankings que miden sólo la investigación


Taiwan Higher Education Accreditation and Evaluation Council Ranking (HEEACT)Considera sólo los resultados de investigación de 4 000 centros de investigación para seleccionar 700 y publicar un ranking de los 500 mejores.Dimensiones: Productividad de la investigación, su impacto y calidad.
Leiden RankingEvalúa únicamente los resultados de investigación de las IES con el mayor número de publicaciones científicas indexadas al año. Incluye a 1 000 instituciones y publica las 250 mejores.Indicadores: Número de publicaciones, número de citas por publicación, normalización de citas por publicación, la media normalizada de citas y la eficiencia de las publicaciones. No combina estos indicadores en una cifra final. Tampoco presenta sus resultados en una tabla de posiciones.
SClmago lnstitutions Rankings World Report 2011, Global RankingIncluye IES y centros de investigación con más de 100 documentos científicos al año, sin formar una tabla de posiciones. Ofrece rankings regionales sobre Ibero y Latinoamérica.Producción científica, calidad, impacto, grado de especialización disciplinaria y colaboración internacional. Incorpora 7 indicadores. No combina éstos en una cifra final. Tampoco presenta sus resultados en una tabla de posiciones.

Rankings multi-dimensionales


U-MultirankIncluye IES de Europa y el resto del mundo, particularmente las de Estados Unidos, Asia y Australia.Educación, investigación, innovación, internacionalización, impacto regional y empleabilidad de los egresados. No integra sus indicadores en una cifra final. Tampoco presenta sus resultados en una tabla de posiciones.

Fuente: ARWU, <http://www.arwu.org/>; THE, <http://www.timeshighereducation.co.uk/world-uni-versity-rankings/2011-2012/analysis-rankings-methodology.html>; QS, <http://www.iu.qs.com/uni-versity-rankings/world-university-rankings/>; SCIMAGO, <http://www.SCImagoir.com/>.