Los pájaros heridos encuentran su sitio

Como los pájaros, las personas pretendemos hacer nuestro nido y quedarnos allí, pero muchas veces, no todo es lo que esperamos y debemos emprender el vuelo para buscarnos. Aunque eso nos genere miedos o vértigo, animarnos a volar es el punto de partida para encontrar nuestro sitio. Y eso no significa llegar a un punto geográfico, sino a nuestro propio interior.

La vida es una búsqueda constante donde nos hallamos frágilmente despojados. Vivir es como enfrentarse a un vacío, a un vuelo inevitable por un camino en donde nos atraviesa el amor, la pérdida, la aceptación, la soledad. La revolución es dejar salir la palabra, «pero la defensa en la palabra no es solidaria, escribir es hacer bandada, unir las voces, canto de todas sobre una misma herida» (Lorena Pacheco, 2024).

Los poemas de Los pájaros heridos encuentran su sitio nos llevan a recorrer el camino, el escri-vivir en solitario, enfrentando tanto la felicidad como el dolor, hasta comprender que la salida está en uno mismo. Debemos pararnos en la trinchera y dejarnos abrazar poéticamente por los otros.