Los elementos de investigación

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Los elementos de investigación
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Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia

Cerda Gutiérrez, Hugo

Los elementos de la investigación : cómo reconocerlos, diseñarlos y construirlos / Hugo Cerda Gutiérrez. – 1a. ed. -- Bogotá : Editorial Magisterio, 2011.

p. – (Investigar)

Incluye bibliografía

ISBN 978-958-20-1048-5

1. Investigación científica 2. Metodología científica I. Título II. Serie


CDD: 001.4 ed. 20 CO-BoBN– a755969



LOS ELEMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN

Cómo reconocerlos, diseñarlos y contruirlos

Autor

© HUGO CERDA GUTIÉRREZ

Libro ISBN: 978-958-20-1320-2

Primera edición 2011 Magisterio

Reimpresión: 2018

© COOPERATIVA EDITORIAL MAGISTERIO

Diagonal 36 Bis No. 20-70 (Parkway La Soledad)

PBX: 3383605/06

www.magisterio.com.co

info@magisterio.com.co

Dirección General

ALFREDO AYARZA BASTIDAS

Editor

PÍO FERNANDO GAONA

Diseño y Diagramación

YESMY BENÍTEZ

Impresión

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Reservados todos los derechos. Prohibida

la reproducción total o parcial de esta

obra sin permiso escrito del Editor.

Algunas aclaraciones preliminares

Perfil teórico y epistemológico de la investigación científica

Supuestos en que se apoyan la ciencia y la investigación

La problemática del conocimiento. Las relaciones entre el sujeto que conoce y el objeto cognoscible

Filosofía, Lógica y Epistemología: soportes teóricos de la investigación científica

Ciencia y conocimiento científico. Lectura crítica del modelo fáctico de Mario Bunge

¿Qué es investigar?

Tipologías y paradigmas en la investigación científica

El positivismo y el lenguaje de la investigación

Fenomenologismo y otras tendencias filosóficas y epistemológicas que sustentan la investigación social

El método científico como fundamento teórico e instrumental de la investigación científica

¿Qué es un método científico?

Métodos en la investigación científica

Métodos deductivos e inductivos

Método genético

¿Lo empírico: método, técnica o teoría epistemológica?

El método dialéctico

Otros métodos

Tipos de investigación

Cuantitativo y Cualitativo: falso dilema

Investigación cuantitativa

Investigación cualitativa

Hacia la complementación de lo cuantitativo y lo cualitativo

Principios y técnicas de triangulación: varios ojos ven más que uno

Investigación experimental

Investigación histórica

Métodos en la investigación histórica

Diseñando y planeando una investigación

Algunos modelos de investigación

Selección del tema: entre la creatividad, el conocimiento y el método

Problema e investigación

¿Qué es un problema?

Problemas empíricos

Problemas conceptuales

Lógica de un problema. Estructura y componentes de un problema

Problema y problematización

Planteamiento y formulación de un problema

Semántica y estructura metodológica de un problema

Fases y etapas en el planteamiento y formulación de un problema

Situación problemática

Enunciado de un problema

Los elementos del problema

Antecedentes de un problema

Justificación del problema

Formulación del problema

Comprobación y control del problema

Marco teórico y referencial

Marco teórico

Marco conceptual

Marco histórico

El marco como elemento referencial

El sistema teórico de la investigación

El sistema de variables

Operacionalizando las variables. Los indicadores

Clasificando las variables

Hipótesis

Una tipología de hipótesis

¿Cómo se formula y comprueba una hipótesis?

Operacionalización de una investigación

Planeación y planificación de una investigación

Algunos elementos que se necesitan para elaborar un plan operativo

La problemática y el problema

Objetivos generales, específicos y otras variantes

Recursos humanos, institucionales, técnicos y económicos. El equipo de investigación

Métodos y técnicas en la recolección de datos

La observación

La observación sistemática y estructurada

 

La observación no sistemática o inestructurada

Otros tipos de observación

La entrevista

Encuestas

¿Qué es una muestra?

¿Probabilístico versus no probabilístico?

Instrumentos en la recolección de datos

El cuestionario

Instrumentos en la selección documental y bibliográfica

Procesamiento y tabulación de la información

Escalas de frecuencias

Análisis de datos

Análisis, síntesis y comparación como procedimientos operativos del procesamiento y la tabulación

Análisis estadístico

Codificación

Algunos interrogantes sobre análisis cualitativo y cuantitativo

¿Qué es la interpretación de datos?

Informe y presentación de la información

Contenidos y fases de un informe

Redactando el informe

Visualizando y graficando la información

Cómo representar la información

Representación escrita

Representación semitabular y tabular

Presentación gráfica de los datos

Construyendo un gráfico en investigación

Bibliografía general

Notas al pie

Desde que apareció en 1991 la primera edición de Elementos de la investigación, el texto tuvo una gran aceptación entre los estudiantes, docentes y personal vinculado al campo investigativo en Colombia y Latinoamérica. Nos enorgullece saber que el libro hace parte de la bibliografía de quienes de una u otra forma se encuentran vinculados a la investigación científica, una de las herramientas fundamentales del desarrollo, innovación científica y tecnología contemporánea. Surge inevitablemente la pregunta: ¿cuál es la clave del éxito en un mercado altamente competitivo en materia de trabajos dedicados al tema de la metodología de la investigación? Creemos que no existe ninguna fórmula mágica en este terreno, sino que desde sus inicios el trabajo estuvo animado por tres premisas básicas: explicar en términos sencillos los conceptos y temas más complejos de la investigación científica, no disociar la teoría de la práctica, o sea, plantearse como principio lo que proclama con mucha autoridad Paulo Freire: la teoría sin experiencia es vacía; la experiencia sin teoría es ciega. Y finalmente, el hacer de la obra una herramienta de formación y no de simple información, o sea que el texto se constituya en una guía para el ejercicio y la práctica de la investigación. Durante treinta años el autor ha estado vinculado activamente al quehacer investigativo y este trabajo no es otra cosa que el resultado de un principio ampliamente destacado por Stephen Kemmis (1986): “Las prácticas cobran un significado cuando se teoriza sobre ellas, y las teorías adquieren una significación histórica, social y material cuando se practican”.

Como ya lo señalamos en el prólogo de la primera edición, este trabajo busca conciliar y articular lo teórico y lo operativo en la investigación científica, los fundamentos epistemológicos con las estrategias técnicas y metodológicas que usualmente utilizan los investigadores en sus prácticas y actividades investigativas. Este hecho por lo demás, no es casual ni accidental, ya que responde a uno de los problemas más agudos que debe enfrentar el estudiante en el instante de traducir en términos operativos lo que conoce y ha memorizado teóricamente. La mayoría de las veces las fallas no sólo debemos buscarlas en la propia incapacidad del estudiante para adaptarse al rigor del pensamiento científico, manejar todo un conjunto de conceptos, principios, procesos y operaciones mentales, y aplicarlas en sus actividades académicas, sociales e intelectuales, sino en la enseñanza y el aprendizaje de los fundamentos metodológicos de la investigación científica. Labor realizada muchas veces por docentes que carecen de una experiencia mínima en el quehacer investigativo y no han hecho investigación. En este terreno los efectos son imprevisibles, ya que su labor se reduce a memorizar algunos datos y conceptos básicos y generales, desligados de la praxis investigativa. Con ello se está olvidando que la investigación científica es ante todo una práctica individual y social, sistemática, reflexiva, generadora de nuevos conocimientos, los cuales a su vez son agentes propulsores de cambios y transformaciones en nuestro medio.

La mayoría de las veces el estudiante y aun el investigador, carecen de una formación básica a nivel epistemólogico, lógico-filosófico, y en algunos casos no les es posible entender y manejar operaciones mentales que a la postre son la base del pensamiento, de la actividad y de la investigación científica. Con ello se está desconociendo los niveles y grados de correspondencia, extensión y relación que existen entre la teoría y la práctica investigativa.

Según Gastón Bachelard, la construcción de la ciencia y particularmente la realización de la investigación científica no se puede reducir a un abigarrado manojo de técnicas y métodos determinados, sino que es fundamentalmente una actitud mental e intelectual, donde operaciones como el describir, explicar, representar, problematizar, identificar, relacionar, generalizar y operar, tienen tanta importancia como el uso de las técnicas estadísticas o los métodos para planificar una investigación y recopilar datos. Porque la investigación, a juicio del filósofo francés, más que una simple herramienta técnica y operativa es de hecho una extensión del proceso modelador y transformador del pensamiento.

EI conocimiento y la transformación de la realidad exige del investigador una formación básica en el orden teórico y práctico, y esto sólo es posible en el proceso operativo de la investigación, ya que estamos convencidos de que la investigación se aprende investigando, así como uno aprende a pensar pensando o caminar caminando. Esto que parece una verdad de Perogrullo, desgraciadamente no se aplica en la práctica, ya que algunos docentes e investigadores buscan en las fórmulas reduccionistas del conocimiento sintético de las técnicas o de los métodos, la solución para forzar al estudiante a asimilar y memorizar las reglas de la investigación científica. La mayoría de las veces se obliga a los estudiantes a aprender de memoria en un par de semestres, lo que con dificultad los docentes y los investigadores comprenden y aplican en varios años de estudio y de ejercicio investigativo. EI aprender a pensar, a solucionar problemas y operacionalizar conceptos es un proceso extensivo y no una fórmula intensiva.

Algunos piensan que la investigación científica es como cierta chaqueta de lujo de la cual se puede prescindir, sin que ello afecte nuestra personalidad o integridad física. Que sólo sirve para adoptar actitudes esnobistas y seudointelectuales: un artículo de moda que no es indispensable para nuestra vida profesional, cultural o social. Probablemente estas críticas provengan de algunos sectores que se sienten molestos por el surgimiento de ciertas élites intelectuales y cientistas que desprecian la labor del docente, al cual consideran un simple reproductor y transmisor de conocimientos, mientras que ellos son: productores de conocimientos, creadores de saberes y transformadores de la realidad. Desgraciadamente, así como existen estratificaciones socioeconómicas en nuestra sociedad, también hay discriminaciones y prejuicios en el contexto del campo intelectual, ya que los viejos mitos que giran en torno a la presunta superioridad de la inteligencia y del pensamiento científico frente a la actividad pedagógica o educativa, no son otra cosa que una extensión de las contradicciones que tradicionalmente se presentan entre el trabajo intelectual y el físico, antagonismos que tienen notorias connotaciones clasistas y sociales.

Creemos que la investigación no es un lujo ni una actitud esnobista, sino al contrario, es una necesidad vital, ya que se trata de una actividad que está íntimamente relacionada con la creatividad, la búsqueda, la autodisciplina, la curiosidad y el asombro, la solución de problemas reales, la conceptualización, la construcción del pensamiento científico, etc. En la práctica social y en el ejercicio profesional se requiere pensar cómo solucionar problemas y tomar decisiones, sin que por ello se proponga hacer una investigación propiamente dicha, por lo menos en los términos tradicionales. Ello quizá nos está demostrando la importancia que posee esta actividad para el desarrollo intelectual, técnico y científico de las personas, que a la postre la convierte en una actitud cognoscitiva, social, afectiva y cultural más que en una suma de técnicas y métodos.

La investigación científica se encuentra estrechamente asociada al cambio y a la transformación social, espiritual, económica, cultural, política o educativa de nuestros pueblos, porque ella contribuye a crear las condiciones básicas que posibilitan estos cambios y transformaciones. La práctica y la experiencia nos han enseñado que sin el apoyo y la ayuda de la investigación no podemos conocer la realidad, y sin este conocimiento no es posible cambiarla o transformarla. La historia de las ciencias, las artes y las culturas nos demuestra cómo la noción de investigación, ya sea en su dimensión teórica, empírica o axiológica, ha estado presente en todos los procesos de cambio. Ello no es extraño, ya que la investigación de hecho se ha constituido en un camino para conocer la realidad y un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que ha posibilitado interpretar los hechos y fenómenos, relaciones y leyes, plantear problemas y buscar soluciones, y en general preparar el camino y crear las condiciones para estos cambios.

Esta nueva edición surge después de haber analizado y evaluado las recomendaciones realizadas por los estudiantes, docentes e investigadores. En esencia se conservó la mayoría de sus contenidos, porque a juicio de los lectores y usuarios, con los cuales compartimos seminarios, talleres, cursos y actividades investigativas, el orden de ideas planteados, que inicialmente se creyó muy avanzado, con los años se han ido aceptando y consolidando. Por ejemplo, la articulación de lo cuantitativo y lo cualitativo, los puentes mediadores entre teoría y la práctica investigativa o la problemática de la actitud y la cultura investigativa como fundamento de la formación investigativa, conceptos que en su momento fueron mirados con recelo y desconfianza, hoy día hacen parte del acervo cultural del quehacer investigativo. Se hicieron algunos ajustes y cambios en algunos capítulos, particularmente contenidos que tienen relación con tópicos vinculados con la fundamentación epistemológica de la investigación, los peligros del metodologismo, los procesos de la problematización, la complementación paradigmática y la graficación o visualización de la información, como apoyo a diversos temas del régimen operacional de la investigación. Si bien en dos décadas han surgido numerosos estudios y autores que han realizado importantes aportes filosóficos, epistemológicos y metodológicos, creemos que muchos cambios han sido más de forma que de fondo, de ahí que sigan teniendo plena vigencia la mayoría de los contenidos de Elementos de la investigación.

 

El doble vínculo durante muchos años con la práctica investigativa y la docencia, en diversas universidades e instituciones, me ha permitido detectar las dificultades que debe asumir el estudiante, en la elaboraración de su tesis o monografía de grado como requisito obligatorio de su graduación. Los problemas siempre son los mismos: dificultad por parte de los estudiantes para resolver cuestiones metodológicas, operativas y teóricas fundamentales en el momento de elegir los temas, realizar un proyecto o conceptualizar, planear y ejecutar la revisión de la literatura disponible, plantear un problema, leer críticamente un informe de investigación, interpretar un cuadro estadístico o una información determinada. Son muchos e innumerables los obstáculos que no puede superar en su proceso de aprendizaje, desde aspectos estrictamente epistemológicos, lógicos o filosóficos, hasta tareas que tienen relación con el análisis e interpretación de datos, formulación de problemas y elaboración de informes finales.

Las consecuencias para el estudiante son insospechadas, no porque se le esté negando la oportunidad de convertirse en un investigador científico profesional (un grupo muy reducido de personas desea en la práctica convertirse en un investigador), sino porque la actividad ofrece la oportunidad de desarrollar sus capacidades intelectuales (creatividad, crítica, análisis, síntesis, rigor, disciplina, objetividad, responsabilidad, pertinencia, etc.), sin necesidad de plantearse como cometido el realizar investigación en strict sensu (en sentido estricto). Si la formación de personas de pensamiento independiente –escribe el investigador mexicano Oscar Soria (1985), “es tarea de la universidad, ¿en qué momento, durante la vida académica del estudiante, se intenta de manera sistemática e intencional tal desarrollo? ¿Qué medios se ponen real y eficientemente para alcanzar tal formación integral? Puede argüirse que la investigación sola no fomenta las disposiciones deseables mencionadas. Pero tampoco podrá negarse que la investigación colabora eficazmente en su desarrollo”.

El autor de este libro ha vivido desde adentro la experiencia y la actividad investigativa, y Ie ha correspondido desempeñar diversos oficios dentro de la investigación, desde las funciones de cargaladrillo (encuestador, analista, tabulador de datos, redactor de informes, etc), hasta las tareas de director de tesis de grado, diseñador y director de proyectos de investigación, lo cual le ha permitido conocer desde muy cerca toda la problemática que vive la investigación científica en la universidad o en las instituciones educativas, experiencia que se ha querido reseñar en este texto.

El autor


Supuestos iniciales en que se apoyan la ciencia y la investigación científica

Cualquier intento que hagamos por definir y caracterizar la investigación, siempre tendrá como punto de partida y de llegada el hombre con toda su dimensión social, cultural, intelectual, científica y tecnológica. No podría ser de otra manera, porque de lo contrario, el conocimiento y la investigación científica perderían su condición humana e histórica y se convertirían en algo puramente mecánico, acto impersonal cuya función se agota en el momento en que se usa y se aplica. La historia de la ciencia nos habla de las grandes conquistas y descubrimientos alcanzados a través de los siglos, sin los cuales el mundo no habría alcanzado los niveles de desarrollo que hoy le conocemos. En una hermosa alegoría de dos autores del cuento infantil La sortija mágica de Ilin y Segal, lo recuerdan:

Las cosas mágicas en las que hace muchos siglos sólo se podía soñar, los hombres de ahora las han hecho realidad. Los hombres han conquistado montañas y campos, ríos y mares, el cielo, la tierra y todavía no terminan las conquistas. Sueñan con volar a otros planetas, sueñan con controlar el viento y la lluvia ¿Algún día será realidad todo eso? Los viejos cuentos de hadas están siendo convertidos en realidad. Y los nuevos también lo serán si los hombres continúan soñando, trabajando mucho y siguiendo los consejos de la Ciencia, el Hada más maravillosa, creativa y el más inteligente de los trabajadores.

Pero si bien son inconmensurables los logros y conquistas tecnológicas y científicas alcanzadas por la ciencia, su sello distintivo no es necesariamente aquella producción material que tanto confort y felicidad ha traído a las personas, sino el haber cambiado la mentalidad humana y la forma de pensar, sentir y comprender la realidad donde se vive y se actúa. Albert Einstein decía que el científico y la ciencia encuentran su recompensa en lo que Henri Poincaré denominaba el placer de la comprensión, y no en las posibilidades de aplicación que cualquier descubrimiento pueda conllevar. La ciencia con toda su capacidad escrutadora, su curiosidad, su sentido crítico, problematizador y capacidad de asombro, fue abriendo caminos en su lucha contra los dogmas, la superstición, los prejuicios y la intolerancia. La historia de la humanidad es testigo de los cambios que permitió emerger del oscurantismo medieval y derivar hacia un humanismo más comprensivo y sensible. Pero si bien la ciencia se constituyó en una forma desarrollada, completa y apreciable del saber, hoy día en nuestro mundo actual, globalizado y dominado por el imperio de la producción economicista, perdió su sello original y se convirtió en un dogma infalible, neutro y poseedor de la verdad absoluta, al servicio del consumismo y del enriquecimiento económico de unos pocos.

Aunque existe la tentación de incursionar en el terreno de la filosofía de la ciencia, se ha querido evitar caer en la trampa de una visión bucólica y teorética del saber y el conocimiento, porque el propósito de este capítulo es no perder de vista la existencia de ciertos supuestos generales que fundamentan la ciencia y el conocimiento científico en particular, los cuales nos permiten mostrar los mutuos niveles de dependencia que existen entre los presupuestos teóricos de la ciencia, los problemas de la realidad social y los procedimientos que hacen posible la investigación científica. Todo ello refuerza la idea de que la ciencia no tendría razón de existencia, si no fuera capaz de crear teorías, ni tampoco hacerlas realidad en el medio social donde actúa. Con ello queremos cuestionar dos tendencias extremas que han hecho históricamente mucho daño al desarrollo científico: los excesos del empirismo, con su metodologismo e instrumentalismo burdo que convierte el conocimiento en un acto casi mecánico y un teoricismo que reduce el acto de hacer ciencia e investigar en una entelequia ajena a la realidad objetiva.

Las obras de Berger y Luckmann La construcción social de la realidad e Introducción a la lógica y al método científico de Cohen y Nagel, se refieren a un conjunto de supuestos iniciales formulados por la epistemología y utilizados por la propia praxis investigativa, los cuales han contribuído a sentar las bases lógicas de la investigación científica. Quien pretenda investigar, necesariamente debe partir de estas premisas, porque a partir de ellas el proceso del conocimiento científico irá adquiriendo una dinámica propia que le dará a la investigación científica características también propias, (Fig 1). Aquí el supuesto es un juicio o teoría que se supone verdadero, aunque no se haya demostrado o confirmado, y a partir de la cual se extrae una consecuencia o una conclusión que va a configurar todo el andamiaje lógico, científico, metodológico y técnico de la investigación social. Naturalmente a partir de esta serie de supuestos iniciales del conocimiento científico emergen todo un conjunto de enfoques lógicos y metodológicos que darán forma y sentido a la investigación científica, los cuales a su vez serán el punto de partida para construir el conocimiento y el objeto de nuestro estudio. Aquí sólo incluiremos los supuestos más significativos, ya que la lista es larga y extensa. Son los siguientes:

Supuestos iniciales sobre los cuales la investigación científica se organiza y se desarrolla. (Fig 1)


Algunos autores plantean que es una verdad de Perogrullo decir que la realidad existe, porque independientemente de que hagamos referencia a los problemas propios de la esencia interna o a los modos de existir del ser humano, no hay duda que la existencia es un hecho que existe objetivamente cualquiera sean las formas de vivencia que tengamos. El tema nos remonta a las posturas que tradicionalmente se ha asumido frente a la relación sujeto-objeto en el proceso de conocimiento, una cuestión que hace parte de los numerosos interrogantes que se vienen haciendo los filósofos desde la época de Platón. Por eso en este caso sólo nos limitaremos a analizar en términos muy generales el tema, porque de lo contrario, ello nos obligaría a apartarnos del objeto que nos ocupa.

No basta con afirmar que algo existe, porque en el caso de la investigación científica debemos hacer visible y perceptible esta existencia, de otra manera, su producción sería una ficción o un signo invisible. Hay que mostrar resultados tangibles y verificables, fruto de proyectos expresados en un plan de acción (proyectos) debidamente formalizados, que son consecuencias reales y tienen existencia objetiva. En los corrillos científicos es costumbre exigir señales, indicios o referentes empíricos para demostrar la existencia de un producto final de investigación (por ejemplo, informe final del estudio, publicación de artículos de revistas reconocidas, o alguna aplicación de sus resultados). Son los denominados indicadores de existencia, que son el resultado observable de estos productos, los cuales harán posible la visibilidad de esta realidad. De lo contrario, deberíamos apelar al juicio personal y subjetivo de la gente, que independientemente de su buena fe, se corre el riesgo de que lo imaginario y lo subjetivo puedan constituirse en los signos visibles de esa realidad objetiva.

Comúnmente se acepta a una persona como objetiva en la medida que no asuma una actitud personal, no comprometa sus sentimientos, y su forma de pensar en el instante de representar o reflejar la realidad. Aquí lo objetivo se refiere al hecho de reconocerle sólo existencia a las cosas que pertenecen al mundo exterior, donde lo objetivo sería lo mismo que lo real, algo que podemos tocar u oler con nuestros sentidos. En cambio lo subjetivo se asocia con el sujeto cognoscente y se refiere al sujeto que piensa o siente, o en su defecto, a su orden de ideas. En la obra de Berger y Luckmann La construcción social de la realidad, se define la realidad como una cualidad propia de los fenómenos, que reconoce como independientes de nuestra voluntad. Al igual que otros autores, coinciden en el hecho de que la realidad existe como ente objetivo y subjetivo, donde participan conjuntamente y hacen posible el conocimiento de esa realidad conocida.

El tema de la subjetividad y la objetividad en el proceso del conocimiento ha dado nacimiento a numerosas escuelas, tendencias y posturas, indistintamente del énfasis que se haga en el sujeto, objeto o en la unidad de estos, a través de las cuales se ha buscado canalizar el trabajo investigativo que utiliza vías y estrategias diferentes para hacerlo. Por ejemplo, el paradigma positivista o la ciencia factual rechaza todo aquello que no sea “objetivo”, porque para éste en la explicación de los hechos no debe intervenir lo individual, ni preferencias, ni tendencias, ni aspiraciones, ni tampoco deben ser agregadas a estos. El objeto determina al sujeto; el sujeto asume de cierta manera las propiedades del objeto, reproduciéndolas en sí mismo. Para ello se vale de mecanismos como la comprobación, verificación o validación, para asegurarse que los productos obtenidos correspondan a la realidad que se mide o investiga. En cambio en el subjetivismo el conocimiento se reduce a los estados en los que percibe el sujeto, porque no existen objetos independientes de la conciencia, sino que todos los objetos son resultados de ésta, productos del pensamiento.

Entre algunos investigadores siempre ha existido un interés casi obsesivo por captar en su trabajo investigativo todos los matices y los niveles de la realidad, y necesariamente su aprehensión exige múltiples formas para captarla y conocerla. Ello quizás no enseña que la realidad no sólo tiene una forma, sino múltiples formas. La realidad aparece dotada de una gran variedad de formas: sonidos, colores, olores, sabores o texturas y numerosas otras propiedades, que debemos captar para tener una visión multifacética de esa realidad. El proceso cognitivo comienza a partir de su percepción sensorial, pero éste no se agota con este nivel, sino que a partir de él es posible acceder a otros niveles de conocimiento. De ahí el interés por utilizar técnicas como la triangulación, la cual parte del principio de que varios ojos ven mejor que uno, y que una visión plural tiene más posibilidades de acercarse a un criterio de verdad, es decir, aquel recurso para comprobar la veracidad o la falsedad de una aseveración, hipótesis, teoría, etc.