Organización de acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal. SSCE0109

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Organización de acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal. SSCE0109
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Organización de acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal. SSCE0109 Carolina Sarrión Romero

ic editorial

Organización de acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal. SSCE0109

© Carolina Sarrión Romero

1ª Edición

© IC Editorial, 2015

Editado por: IC Editorial

C.I.F.: B-92.041.839

c/ Cueva de Viera, 2, Local 3

Centro Negocios CADI

29200 Antequera (Málaga)

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Correo electrónico: iceditorial@iceditorial.com

Internet: www.iceditorial.com

IC Editorial ha puesto el máximo empeño en ofrecer una información completa y precisa. Sin embargo, no asume ninguna responsabilidad derivada de su uso, ni tampoco la violación de patentes ni otros derechos de terceras partes que pudieran ocurrir. Mediante esta publicación se pretende proporcionar unos conocimientos precisos y acreditados sobre el tema tratado. Su venta no supone para IC Editorial ninguna forma de asistencia legal, administrativa ni de ningún otro tipo.

Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma.

Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o cualquier otro libro puede ser reproducida, grabada en alguno de los sistemas de almacenamiento existentes o transmitida por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de IC EDITORIAL;

su contenido está protegido por la Ley vigente que establece penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica.

ISBN: 978-84-17343-30-9

Nota de la editorial: IC Editorial pertenece a Innovación y Cualificación S. L.

Presentación del manual

El Certificado de Profesionalidad es el instrumento de acreditación, en el ámbito de la Administración laboral, de las cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales adquiridas a través de procesos formativos o del proceso de reconocimiento de la experiencia laboral y de vías no formales de formación.

El elemento mínimo acreditable es la Unidad de Competencia. La suma de las acreditaciones de las unidades de competencia conforma la acreditación de la competencia general.

Una Unidad de Competencia se define como una agrupación de tareas productivas específica que realiza el profesional. Las diferentes unidades de competencia de un certificado de profesionalidad conforman la Competencia General, definiendo el conjunto de conocimientos y capacidades que permiten el ejercicio de una actividad profesional determinada.

Cada Unidad de Competencia lleva asociado un Módulo Formativo, donde se describe la formación necesaria para adquirir esa Unidad de Competencia, pudiendo dividirse en Unidades Formativas.

El presente manual desarrolla el Módulo Formativo MF1876_3: Organización de acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal,

asociado a la unidad de competencia UC1876_3: Organizar acciones socioeducativas dirigidas a jóvenes en el marco de la educación no formal,

del Certificado de Profesionalidad Información juvenil.

Índice

Portada

Título

Copyright

Presentación del manual

Capítulo 1 Contextualización de la información juvenil en el ámbito de la educación no formal

1. Introducción

2. Adecuación de las necesidades y demandas de la población juvenil

3. Identificación de ámbitos de educación y aprendizaje: formal, no formal e informal

4. Métodos de reconocimiento de la educación no formal y su relación con otros ámbitos de la educación y el aprendizaje

5. Caracterización y metodología de la educación no formal

6. Caracterización de las políticas de juventud en el estado español

7. Legislación de la comunidad autónoma en materia de información juvenil

8. Coordinación y cooperación con otros programas de educación no formal

9. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Capítulo 2 Diseño de acciones formativas en el ámbito de la información juvenil

1. Introducción

2. Análisis de necesidades informativas entre los jóvenes y su traslación al ámbito formativo

3. Diseño de contenidos de referencia

4. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Capítulo 3 Aplicación de métodos para la organización de acciones formativas en el ámbito de la información juvenil

1. Introducción

2. Estrategias de calidad en el proceso formativo

3. Desarrollo de objetivos formativos

4. Caracterización del perfil del formador en el ámbito de la información juvenil

5. Dinámica de trabajo en un equipo de formadores

6. Diseño de programaciones de acciones formativas

7. Organización de infraestructuras

8. Identificación de materiales de formación

9. Recursos para la toma de decisiones

10. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Capítulo 4 Evaluación de acciones formativas

1. Introducción

2. Métodos de evaluación y de recogida de información en el ámbito de la educación no formal y su idoneidad con los distintos tipos de actividades formativas desarrolladas

3. Identificación de indicadores de evaluación

4. Protocolos y cuestionarios de evaluación individuales

5. Técnicas de evaluación en grupo

6. Interpretación, análisis y síntesis de resultados y conclusiones de evaluación

7. Elaboración de informes y memoria de resultados

8. Seguimiento, traslado y aplicación de resultados para futuras acciones formativas

9. Resumen

Ejercicios de repaso y autoevaluación

Glosario

 

Bibliografía

Capítulo 1

Contextualización de la información juvenil en el ámbito de la educación no formal

1. Introducción

Para realizar cualquier tipo de acción con jóvenes, en primer lugar hay que saber reconocer las necesidades y demandas de ese sector concreto de la población. El contexto o la comunidad en que vivan y se desarrollen como personas será muy importante en este proceso.

Del mismo modo, para organizar acciones de tipo socioeducativo en el marco de la educación no formal, es necesario conocer los ámbitos de la educación y el aprendizaje (formal, no formal e informal), los elementos que los caracterizan y las relaciones entre ellos. Asimismo, es imprescindible saber identificar las peculiaridades de la educación no formal.

En este sentido, es muy importante tener en cuenta todos los campos que abarca la educación no formal y en los que se pueden desarrollar actividades educativas, así como las técnicas y dinámicas que se pueden usar para motivar a los jóvenes a que adquieran conocimientos y actitudes.

Finalmente, es necesario conocer la normativa estatal y las políticas sobre juventud, así como la relacionada con la información juvenil en cada comunidad autónoma. No se deben olvidar las diversas entidades y programas de educación no formal con los que se puede cooperar, y con los que hay que coordinarse para la organización de este tipo de actividades.

2. Adecuación de las necesidades y demandas de la población juvenil

En primer lugar, es importante establecer la diferencia entre el concepto de necesidades y el de demandas en el ámbito social.


Definición

Necesidades

Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), son:

1 Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida.

2 Especial riesgo o peligro que se padece, y en que se necesita pronto auxilio.

En el ámbito social, las necesidades hacen referencia a los medios que se requieren para la existencia y desarrollo de una comunidad, y son útiles para este fin. Para que sean consideradas como necesidades sociales, estas deben ser compartidas por una población concreta (barrio, ciudad) o grupo de población (como la infancia, la juventud, etc.), como pueden ser la vivienda, la sanidad y la educación.


Definición

Demandas

Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), son:

1 Súplica, petición, solicitud.

Así pues, en relación a lo social, las demandas o peticiones pueden referirse a algo material (vivienda, alimentos, ropa, etc.) o a algo inmaterial (derechos, empleo, salud, etc.).

En relación con las necesidades, se podría decir que la demanda es el paso lógico tras la percepción de dicha necesidad por parte de la persona o grupo social. Es decir, una vez que se es consciente de que hay una necesidad, se demanda una solución, se pide ayuda para solventarla.

2.1. Aproximación al análisis de la realidad y la detección de necesidades de la población juvenil

En el ámbito social, cuando se quieren conocer las necesidades y demandas de un entorno o sector de la población concreto, se usan diversas técnicas y herramientas que facilitan esta labor.

Así pues, si no se conoce la comunidad o sector del que se quieren conocer las necesidades y demandas, en este caso el juvenil, se debe realizar un análisis de la realidad con la ayuda de diferentes fuentes de información. Este diagnóstico facilitará la comprensión y las causas de las necesidades y demandas que se detecten tras la investigación.


Importante

Es de vital importancia conocer el contexto socioeconómico del objeto de la investigación, en este caso los jóvenes, para poder comprender las causas de las necesidades y demandas de dicho sector de la población.

2.2. Las necesidades sociales. Tipos y clasificación

¿Cómo se pueden clasificar las necesidades? Diversos autores, desde diferentes campos de estudio, han teorizado sobre las necesidades humanas y sociales, y la forma de categorizarlas.

Una de las más conocidas es la “Teoría de las necesidades de Maslow”. Este psicólogo humanista desarrolló, en los años setenta, una teoría sobre la motivación humana. En ella organizó las necesidades humanas en base a una pirámide, de forma que, para satisfacer las necesidades más complejas y situadas arriba en la pirámide, es necesario cubrir las situadas debajo, que son más básicas. Así pues, las necesidades tienen un orden jerárquico, como se muestra en el siguiente gráfico:


Las necesidades fisiológicas se refieren a la necesidad de alimentarse, beber agua, dormir, tener sexo, etcétera.

Las necesidades de seguridad se relacionan con la necesidad de tener un entorno seguro para funcionar de forma efectiva (tanto física como social), y la ausencia de amenazas. Estas dos son las más básicas, y, por lo tanto, están situadas en la base de la pirámide.


Nota

En relación con las necesidades de seguridad, la fisiológica hace referencia a la seguridad del cuerpo (físico) o a la propia vida, pudiendo ser esta real o no. La seguridad económica y social se refiere al deseo de estabilidad.

La necesidad de amor y pertenencia hace referencia a la necesidad de dar afecto y obtenerlo, así como de contribuir de alguna forma, como miembro, en un grupo o comunidad. Una vez que hemos cubierto las más básicas, es cuando llegamos a esta necesidad.

Del mismo modo, cuando se cubre la necesidad de amor y pertenencia, buscamos la estima. Esta necesidad se refiere a la necesidad de ser reconocidos por los otros en cuanto a capacidad y valor.

Por último, en lo más alto de la pirámide, se encuentra la necesidad de autorrealización. Se refiere a un estado de satisfacción personal que se consigue cuando la persona alcanza su potencial máximo. Para llegar a ella, es necesario cubrir las necesidades que se encuentran por debajo.


Importante

Según el modelo de Maslow, si las necesidades más básicas no están cubiertas, las personas muestran menos interés en las necesidades de orden superior. Es, por ello, imprescindible conocer una comunidad o sector de población y sus necesidades a la hora de emprender cualquier tipo de proyecto en el que estén involucrados. Sin embargo, esta secuencia temporal que presenta Maslow no se cumple siempre, ya que hay personas más interesadas en su autonomía personal que en el reconocimiento o estima de los otros.

Otra clasificación de necesidades sociales la plantea Bradshaw en su Teoría de las necesidades, en la que se establece que estas necesidades se determinan según criterios valorativos. Es decir, a partir de los juicios de valor. Así pues, se distinguen cuatro tipos fundamentales, los cuales aparecen en la siguiente tabla:


NECESIDADES SOCIALES SEGÚN EL MODELO DE BRADSHAW
Necesidad normativaSe refiere a las que se establecen a través del criterio de profesionales expertos. Estos se basan en los conocimientos de su disciplina para determinar las necesidades de una comunidad. En este sentido, se puede considerar expertos a personas relevantes de dicha comunidad, puesto que, por la posición que ocupan en ella, disponen de información válida y fiable sobre ella.
Necesidad experimentada o percibidaEs la necesidad percibida por los individuos que componen una comunidad y, por tanto, subjetiva y condicionada por factores psicológicos y psicosociales particulares. Sin embargo, esto no le resta legitimidad, puesto que, si la mayoría de los miembros de la comunidad coinciden en su percepción, estamos hablando de una “realidad social”.
Necesidad expresada o demandadaHace referencia a la necesidad sentida que es puesta en acción mediante una solicitud, es decir, manifestada en algún servicio hacia el que se puedan canalizar solicitudes de ayuda. Así pues, las necesidades de la comunidad se deducen a partir de la demanda de servicios. Sin embargo, el hecho de que un servicio sea utilizado por la población no indica forzosamente que sea adecuado para sus necesidades, puesto que depende de más factores, como la oferta de recursos en un momento determinado.
Necesidad comparada o relativaEs la deducida por el observador exterior en función de una comparación entre una situación de la población objetivo y la de otro grupo con circunstancias similares. En este tipo de análisis, es frecuente olvidar algunas características peculiares de la comunidad objetivo, por lo que la comparación no sería válida. Tampoco contempla la posibilidad de que existan necesidades que no están siendo atendidas por ningún servicio, y que, por lo tanto, permanecerían ocultas.

Según la Teoría del Desarrollo de Galtung y Wirak, las necesidades sociales se clasifican en varias categorías, desde las más elementales hasta las que lo son menos. Establecieron cuatro, que son las siguientes:

1 Necesidades de seguridad (individual y colectiva): hacen referencia a la necesidad de supervivencia.

2 Necesidades de bienestar (a todos los niveles: fisiológico, ecológico y sociocultural): se refieren a necesidades de alimentación, educación, abrigo, sanidad, etc.

3 Necesidades de libertad: movilidad política, jurídica, de trabajo, de expresión y de elección.

4 Necesidades de identidad (en relación con un mismo, con la naturaleza, con la sociedad): necesidad de pertenencia.

En su obra Diccionario del Trabajo Social, Ezequiel Ander-Egg propone la siguiente clasificación de las necesidades sociales:


NECESIDADES SOCIALES SEGÚN ANDER-EGG
Necesidades físicas u orgánicasSon aquellas que, cuando están cubiertas, permiten disfrutar a las personas de niveles propios de su condición biológica. En esta categoría se incluyen, por ejemplo, el descanso, la alimentación, la vestimenta o la vivienda.
Necesidades económicasEstán ligadas al nivel productivo de la vida humana, hacen referencia a la presencia de seres humanos en los procesos de producción y consumo.
Necesidades socialesSe refieren a la forma en que las personas se relacionan entre sí, tanto a nivel familiar, como con los amigos u otras personas. En esta categoría se encuentran, por ejemplo, dar y recibir amistad, la aprobación social y el reconocimiento por parte de los otros, vivir en grupo, la socialización, etc.
Necesidades culturalesEstán relacionadas con los procesos de autorrealización y expresión creativa. Se sustentan, principalmente, en las manifestaciones del conocimiento, de la creación artística y de actividades lúdicas. Entre ellas, se pueden encontrar la educación y el aprendizaje, el ocio creativo, la afirmación de la propia identidad cultural, etc.
Necesidades políticasSe refieren a la inserción de los seres humanos en las relaciones de poder y la vida ciudadana en general.
Necesidades espirituales y religiosasSon aquellas que buscan dar sentido, significación y profundidad a la vida en relación con la trascendencia.

2.3. La evaluación de necesidades

Para conocer las necesidades y poder actuar sobre ellas con el fin de solventarlas, debe realizarse una evaluación de necesidades.

 

Definición

Evaluación de necesidades

Según S. Hernández, C. Pozo y E. Alonso (2004), consiste en identificar y priorizar las carencias y problemas existentes en un ámbito determinado, como base para la planificación de acciones que incidan sobre las principales deficiencias detectadas (Altschuld y Witkin, 2000; Chacón, Barrón y Lozano, 1988; McKillip, 1987, 1998; Reviere, Berkowitz, Carter y Ferguson, 1996; Witkin y Altschuld, 1995).

Entre los modelos de evaluación de necesidades, se encuentran los expuestos a continuación.

Modelo de la discrepancia (gap model)

Ha sido el más utilizado, e incide en las expectativas normativas; es decir: los problemas de discrepancia se identifican por medio de la comparativa entre la situación actual de una comunidad y unas expectativas de funcionamiento, que deben ser definidas previamente.

Por lo tanto, para determinar las dificultades que experimenta una población concreta, primero es necesario establecer unos estándares normativos, los cuales servirán como referente de comparación.


Nota

En este modelo de evaluación de necesidades, los problemas son sinónimo de discrepancias entre la realidad social y el modelo.

Así pues, el análisis de las discrepancias tiene tres fases de carácter sucesivo, que se presentan a continuación:

1 Establecimiento de fines y objetivos. Consiste en definir lo que debería ser. Para ello, se suele entrevistar o consultar a un grupo de expertos para que definan cuál es la situación deseable para la comunidad objeto de estudio.

2 Evaluación del nivel de funcionamiento actual. En ella se determina lo que es, es decir, la situación real de la comunidad. Con este fin, es necesario recoger información relativa a los aspectos de interés que se hayan definido en el paso anterior.

3 Identificación de las discrepancias: las diferencias entre el referente normativo y la situación observada, entre el estado deseable y el real. En definitiva, las diferencias entre lo que es y lo que debería ser.

Es habitual ordenar las necesidades de mayor a menor, en función de la magnitud de la diferencia. Sin embargo, esto significa valorar de forma igualitaria todas las dimensiones. Una alternativa para evitar esta dificultad es consultar a un panel de expertos, y que estos sean los que establezcan la relevancia de las discrepancias encontradas.

Así pues, según Maya Jariego, I. (2003):

Cuando se comparan las observaciones con el criterio normativo, la magnitud de la discrepancia se convierte en una forma de representar los problemas en un listado de prioridades.


Importante

Un inconveniente de este modelo es que la identificación y evaluación de las necesidades depende excesivamente de las valoraciones de expertos que son ajenos a la comunidad objeto de estudio.

Modelo de marketing

Es usado desde hace décadas y varios autores han reflexionado sobre él, puesto que no solo se emplea para evaluar necesidades sociales, sino que también se utiliza en el ámbito empresarial.


Definición

Evaluación de necesidades

Según CHACÓN FUERTES, F. (1989), algunos autores como Marti-Costa y Serrano-García (1983) y Nickens et al. (1980), citados por Gonzáles et al. [1] es el proceso de feedback que las organizaciones emplean para aprender y adaptarse a las necesidades de la población objetivo. La evaluación de necesidades sería, entonces, un medio de supervivencia y de desarrollo organizacional.

En las empresas, las estrategias de mercado se basan en la opinión y el deseo del consumidor. Del mismo modo, los servicios sociales “quieren” conocer la percepción que el usuario tiene sobre ellos y su grado de satisfacción. En base a esto, gracias a las sugerencias de la población atendida, pueden introducir mejoras. Se trata de una herramienta de desarrollo organizacional, puesto que se usa la información que se conoce en la actualidad acerca de los usuarios y de los usuarios potenciales, con el fin de rediseñar una prestación concreta. Se trata de establecer cómo hacer más competitivo el servicio, en lugar de describir y priorizar los problemas de la población en general.


Importante

Según Maya Jariego, I. (2003), este modelo es una aproximación que difiere claramente del modelo de discrepancia y del modelo de toma de decisiones.

El modelo de marketing tiene tres pasos de carácter sucesivo, similares a los que se siguen para el diseño y la comercialización de un producto, y se exponen a continuación:


FASES DEL MODELO DE MARKETING DE EVALUACIÓN DE NECESIDADES SOCIALES (Maya Jariego, I., 2003)
1. SegmentaciónEn primer lugar, se delimita el grupo de usuarios potenciales. El programa o servicio especifica los requisitos que debe cumplir un individuo para ser atendido. Además, se definen las características socio-demográficas y las condiciones de necesidad de la población objetivo. De forma complementaria, se tiene en cuenta el interés que muestran por hacer uso del servicio y sus posibilidades de acceder a él. Los datos de demanda y cobertura pueden ser muy útiles para segmentar la población.
2. PosicionamientoEl segundo paso consiste en seleccionar una posición competitiva. El objetivo del posicionamiento es identificar los rasgos distintivos del servicio, para poder potenciar sus ventajas comparativas respecto a los programas proporcionados por otras organizaciones. Para ello, puede contarse con las sugerencias y opiniones de los usuarios, así como con el índice de satisfacción.
3. Diseño estratégicoUna vez realizadas las dos fases anteriores, se elabora un plan de acción, con el objetivo de aumentar las probabilidades de uso del servicio por parte de la población objetivo. El diseño estratégico puede combinar alguna modificación en las prestaciones con actividades de divulgación y publicidad. Entre otros aspectos, se puede optar por ofrecer nuevos servicios, atender a otros sectores de población, prever el crecimiento de los clientes potenciales o ajustarse a las áreas prioritarias de subvención definidas por la política social.

Este modelo presenta, como inconveniente, la dificultad para determinar dónde termina la evaluación de programas y dónde empieza la evaluación de necesidades. Además, al proceder del ámbito empresarial, que entiende la necesidad como un deseo, se hace patente que las estrategias de este tipo de organizaciones no se pueden extrapolar en todos los casos a los servicios humanos.

Modelo de toma de decisiones

Se trata de un procedimiento estructurado y de carácter complejo, que permite incluir la información obtenida por medio de diferentes indicadores a través de la elaboración de una lista de prioridades.

En este sentido, es una propuesta para traducir la gran cantidad de datos que se pueden llegar a recoger en un análisis de necesidades y que, en ocasiones, dificulta la extracción de conclusiones sobre la situación de la comunidad objeto de estudio.

Aunque tiene más pasos intermedios, el modelo de toma de decisiones consta de tres fases fundamentales, señaladas a continuación:

1 Modelado del problema: consiste en hacer explícitos los valores que guían una decisión. Para ello, es necesario crear un modelo que guíe la toma de decisión. Así pues, resulta imprescindible enumerar las opciones sobre las que hay que tomarla y los criterios en los que se basará dicha decisión.

2 Cuantificación: en segundo lugar, se recoge información al respecto de cada uno de los criterios, y los datos se transforman en puntuaciones ponderadas. Es decir, esta fase consiste en analizar de un modo sistemático los valores que se han hecho explícitos en la primera fase.

3 Síntesis: se trata de integrar la información obtenida, de la cual se extrae una ordenación, en forma de escala de intervalo, de las alternativas sobre las que había que decidir. De ese modo, se tiene una valoración de la importancia de cada opción. Además, esta escala facilita el establecimiento de comparaciones de grado entre las mismas. Para ello, se cuenta con la opinión de los participantes en el análisis de necesidades.

Así pues, se caracteriza por establecer unas pautas concretas con las que traducir los datos que se han obtenido en valoraciones. Además, los datos se transforman en una escala de intervalos, de manera que no solo se consigue una clasificación de los problemas, sino también una cuantificación de su importancia.


Importante

A pesar de la riqueza de información que puede aportar este modelo, su principal inconveniente está en su complejidad.

El modelo multimétodo para la evaluación de necesidades

Las necesidades y problemas sociales tienen un carácter dinámico, complejo y diverso. Por ello, al igual que en otras modalidades de evaluación, los enfoques metodológicos posibles en la evaluación de necesidades son múltiples y muy variados.

En este sentido, no solo se deben valorar las ventajas e inconvenientes cuantitativos y cualitativos que tienen las metodologías, sino que deben elegirse las herramientas y técnicas a usar en función de los siguientes aspectos:

1 Su capacidad para proporcionar información válida, fiable y completa

2 Que la información obtenida permita responder a las cuestiones planteadas en base a los objetivos de la evaluación

3 Los recursos económicos y temporales disponibles para el desarrollo de estas herramientas y técnicas

4 Las características de la población y del contexto


Importante

Según Hernández, S., Pozo, C. y Alonso, E. (2004), los métodos cuantitativos y cualitativos de investigación son deseablemente compatibles, y la elección de unos u otros va a depender de la naturaleza y características de la información requerida en cada situación particular de investigación o evaluación.

A continuación, se exponen las fases del análisis o evaluación de necesidades según el modelo multimétodo:


FASES DEL ANÁLISIS O EVALUACIÓN DE NECESIDADES SEGÚN EL MODELO MULTIMÉTODO (Hernández, S., Pozo, C. y Alonso, E., 2004)
Desarrollo de un plan de evaluación de necesidadesContacto con la población
Fase preparatoriaTiene por objeto planificar la evaluación (clarificación de objetivos y usos del estudio, delimitación del contexto y de la población objetivo, selección de técnicas y fuentes de información) y establecer contacto con la población objeto de estudio.Fase 1 (Primera etapa de recogida de información)Consiste en recoger información acerca de los recursos formales e informales disponibles, mediante técnicas de investigación de naturaleza cualitativa. Esta información preliminar tiene como finalidad conocer las fuentes alternativas a las que recurren los individuos para la búsqueda de recursos, las distintas instituciones que ofrecen servicios dirigidos al grupo de población objeto de interés, los programas de intervención que desarrollan, y posibles barreras, dificultades o preferencias en el acceso a los recursos formales e informales, entre otras cuestiones.
Fase 1 (Primera etapa de recogida de información)(1) Identificación de áreas de necesidad, mediante técnicas cualitativas de investigación, y (2) descripción y priorización de las necesidades existentes en las áreas previamente identificadas, a través de técnicas de tipo cuantitativo.
Fase 2 (Segunda etapa de recogida de datos)Se centra en la descripción y priorización de las necesidades específicas manifestadas en las áreas previamente identificadas, prestando especial atención a la perspectiva de la propia población afectada y recurriendo, para ello, a la metodología cuantitativa.Fase 2 (Segunda etapa de recogida de datos)Requiere el uso de técnicas de investigación de naturaleza cuantitativa (entrevista estructurada, encuesta, análisis de datos de archivo, etc.) acerca del nivel de conocimiento y utilización de los recursos formales, así como sobre la estructura y funciones del sistema informal de apoyo social.
Valoración de la capacidad de los recursos sociales disponibles para cubrir las necesidades detectadas

Dentro de este modelo, la valoración de necesidades y el análisis de los recursos sociales son componentes que se encuentran claramente diferenciados; sin embargo, no tienen un carácter secuencial, por lo que pueden desarrollarse de forma paralela.