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Sinopsis

La pedagogía de Jesús es, sin lugar a dudas, uno de los temas más importantes y fascinantes en el campo de la educación cristiana. Es un tema que invita al lector a pensar sobre “la personalidad docente del Maestro” que según el razonamiento de Juan A. Mackay se caracterizaba por su autoridad moral que imponía respeto, obligaba la atención y despertaba admiración reverente; por su simpatía imaginativa dado que para Él las personas y las cosas eran obra del Padre y esfera de su actividad; y por su método pedagógico que está referido a la manera en que comunicaba sus ideas. En perspectiva de este orden de cosas, el autor de este libro nos ofrece, con un lente pedagógico, un cuidadoso análisis del Evangelio de Marcos, nos muestra el estilo discipulador de Jesús y nos proporciona un valioso recurso para la tarea docente que las iglesias cristianas están llamadas a desarrollar. Siempre es muy desafiante descubrir que una de las dimensiones de la misión de Jesús, al igual que la de la iglesia, es la de enseñar y formar discípulos.



La pedagogía de Jesús

Un análisis crítico-narrativo de la pedagogía de Jesús en el Evangelio de Marcos

Carlos Napoleón Canizález

© 2020 Centro de Investigaciones y Publicaciones (cenip) – Ediciones Puma

Primera edición digital, febrero 2021

ISBN N° 978-612-4252-97-6

Categoría: Religión - Estudios bíblicos - Teología

Primera edición impresa, febrero 2020

ISBN N° 978-612-4252-36-5

Editado por:

© 2021 Centro de Investigaciones y Publicaciones (cenip) – Ediciones Puma

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Web: www.edicionespuma.org

Ediciones Puma es un programa del Centro de Investigaciones y Publicaciones (cenip)

Edición: Jim Breneman y Alejandro Pimentel

Diseño de carátula: Eliezer D. Castillo P.

Diagramación y ePub: Hansel J. Huaynate Ventocilla

Reservados todos los derechos

All rights reserved

Prohibida la reproducción, almacenamiento o transmisión total o parcial de este libro por algún medio mecánico, electrónico, fotocopia, grabación u otro, sin autorización previa de los editores.

En memoria de Carlos “Carlitos” Napoleón Canizález

El libro La pedagogía de Jesús: Un análisis crítico-narrativo de la pedagogía de Jesús en el Evangelio de Marcos, es una publicación póstuma. Su autor, Carlos Canizález, ya no está con nosotros. ¡Venció! Se encuentra en la Patria Celestial, el cielo prometido, en el regazo del Señor a quién amó y sirvió hasta el final de su peregrinaje en esta tierra.

Cuando me enteré de su fallecimiento, escribí la siguiente nota en mi cuenta de facebook, dando cuenta del inmenso aprecio que siempre tuve por él, mi amigo Carlitos, mi pata del alma:

Pata, te fuiste, y dejaste un legado invalorable para los que quedamos en la polis, nuestro espacio de servicio al Dios de la vida. Hablabas no sólo de la pedagogía de Jesús el Galileo, sino que la vivías en la cotidianidad de tu servicio a Él y al prójimo indefenso.

Fuiste Carlitos, un amigo invalorable, de esos que se quieren hasta el final, y de quienes se aprende a ser generosamente humanos, cercanos, próximos. Extrañaré tu compañerismo sincero, tu sonrisa franca, tu abrazo sin precio.

Adiós querido pata. Tú estás en el reino de quien amaste y serviste siempre limpiamente. Espero el tiempo del reencuentro para tomarnos un café eterno y una copa de vino tinto inagotable.

Lloro sin cansancio. Sólo me anima y consuela saber que, si es posible parecerse al Maestro, como tú pata del alma, porque tu modelo de discípulo ejemplar empapa la vida.

Sé que tu amada Celsa no está sola, porque tiene a su lado al Eterno Caminante y a los amigos insobornables que nunca cambian la lealtad por el dinero o hacen de esa relación sagrada una mercancía barata.

¡Venciste pata! ¡Luego nos veremos para ser incansablemente felices!

Darío

Villa María del Triunfo, noviembre del 2019

A mi esposa, María Celsa, fiel compañera del camino en la tarea de hacer discípulos y líderes del reino de Dios.

A mis hijos Fares Isaac y Gerson Isaí y a mi hija Raquel Eunice, fuente de alegría e inspiración a cada paso de mi camino en el reino y en la vida.

A todos mis familiares que me recuerdan mis felices años de infancia a la sombra de mi padre, José y de mi madre, María.

A todos mis discípulos, quienes insatisfechos de la superficialidad religiosa de la época actual caminan conmigo en la tarea de hacer otros discípulos comprometidos con el reino de Dios y la misión integral de la Iglesia.

Prefacio

El doctor Carlos Napoleón Canizález, actual presidente del Seminario Bíblico Pentecostal Centroamericano (sebipca) en Quetzaltenango, Guatemala, que también preside la Alianza de Educación de la Iglesia de Dios para América Latina, nos invita a un viaje encantador. Su contenido, lleno de sorpresas, erudición y encuentros que exigen una imaginación creativa, nos sumerge en la pedagogía de Jesús, que ha sido ilustrada con claridad en el Evangelio de Marcos.

Como investigador de homilética narrativa aprecio el enfoque del autor, que nos presenta el mundo del estilo discipulador de Jesús y nos abre el camino para que los lectores actuales del texto de Marcos puedan estudiarlo como expresión literaria enmarcada en el contexto del pasado, pero con importantísimos significados para la misión de la Iglesia hoy.

El autor es un apasionado discípulo del Maestro, y dedica gran parte de su tiempo a estudiar y modelar el discipulado de Jesús, además de concebir sistemas, estructuras y programas educativos que promuevan el avance del discipulado cristiano.

En el ministerio de Jesucristo no hubo nada más importante que la labor de formar a sus discípulos. Esta labor le tomó más del ochenta por ciento de su ministerio. El acto de morir y resucitar lo hizo en un fin de semana, pero dedicó todo su ministerio a discipular hombres y mujeres que encontró en su jornada misional. Jesús siempre dedicó tiempo a sus discípulos para formarlos, y en muchas ocasiones se «apartó» con ellos para darles plena atención. Hoy creo firmemente que esta debe ser nuestra principal labor en el ministerio cristiano. Si queremos participar en la misión del Señor, nuestra prioridad debe ser la formación de discípulos. Si no somos discípulos, no somos cristianos.

Es sabido que los Evangelios sinópticos usan el plural para referirse a «sus discípulos». El concepto es comunitario: juntos, son «los doce». Jesús viene a establecer su «pueblo nuevo» (el núcleo del nuevo reino) con doce discípulos-apóstoles. La labor de Jesús de hacer discípulos comienza con un llamado. Aparece señalando con su dedo a algún pescador y le invita: «Sígueme». Él llama, y Pedro deja su barca. Leví deja su mesa, y todos ellos lo siguen. Por eso Jesús dice: «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros… para que vayáis y llevéis fruto» (Jn 15.16). Dicen los Hechos que Jesús anduvo por todos lados haciendo el bien, y ser discípulo consiste en caminar con Él haciendo lo bueno, actuando, demostrando la presencia y el poder del reino de Dios. Lo que marca su persona y su llamado es el fruto que produce. Sus discípulos están puestos para la acción en el nombre del Señor, con un poder y una autoridad que ningún otro podía compartir. El discipulado con Jesús es un programa de acción transformadora.

Lo nuevo que Dios hizo al enviar a su Hijo Jesús trasciende nuestra imaginación. Jesús llevó sanidad y gracia a todos los lugares a donde fue. Perdonó y transformó a la gente, la cual encontró en Él una nueva vida que ni siquiera habían imaginado.

En la pedagogía de Jesús nos queda claro que en cada nueva situación histórica hay una señal de Dios, una revelación nueva, una invitación a nuevas labores, a nuevas formas de presencia y de acción. Cuando se nos llama a seguirlo, significa que nos unimos a Él, nos sometemos a Él, compartimos con Él su vida, su misión, su destino y finalmente su cruz. Por eso, todo discípulo has sido llamado a ser testigo (mártir).

Esto explica el marcado énfasis que los Evangelios ofrecen al hecho de que sus discípulos comen con Jesús, sobre todo después de la resurrección. No porque eran muy buenos para comer, sino porque esa comida era fraterna y tenía un tremendo significado. Alrededor de la mesa fraterna en que comieron juntos el pan, Jesús compartió con sus discípulos su estrategia: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura… y haced discípulos a todas las naciones» (16.14–18; Hch 1.4).

Hemos sido invitados a la mesa misional para que seamos profetas y maestros. Como profetas, hacemos un llamado al pueblo de Dios a su identidad esencial. Los profetas actuaban y hablaban buscando la integridad de la comunidad. Debemos reflexionar en el rol profético de Jesús y hacer las preguntas de rigor. ¿Acaso te has olvidado para qué estás aquí? Tenemos que preguntarnos unos a otros, ¿Qué ves? ¿Cuál es tu visión? ¿Cuál es tu responsabilidad?

Necesitamos enseñarnos unos a otros que somos los discípulos redimidos del Señor, los bautizados, los santificados, los empoderados por el Espíritu, los amados de Dios, y que tenemos una responsabilidad misional con Dios.

Los discípulos no somos una colección de personas perfectas, pero somos gente a la que Jesús ha formado; somos seguidores de Jesús, que avanzamos con una misión de salvación. No somos un club social, somos gente a la que Jesús ha formado. Somos seguidores de Jesús que traemos a Cristo al mundo en el poder de su Espíritu.

No somos un quiosco o un almacén donde compramos lo que queremos sino una comunidad que se reúne en torno a la mesa de comunión para ver la gloria de Dios, y que luego sale a servir, amar y cambiar el mundo.

El discipulado al estilo de Jesús no nos convierte solo en un hospital donde atendemos a los heridos. Debemos salir al mundo, al vecindario de Jesús, con un sentido claro de urgencia para terminar el trabajo de Cristo y su reino.

La pedagogía de Jesús nos dice que Él tiene una escuela de la que nadie se gradúa. Aún como «apóstoles» los doce no dejan de ser discípulos. Son «los que siguen al cordero», según Apocalipsis.

David Ramírez, D. Min.

Cleveland, Tennessee, 28 de julio de 2019

Prólogo

La pedagogía de Jesús, según el testimonio del Evangelio de Marcos, y cuyo autor es el pastor y profesor Carlos Canizález, no es un abordaje académico más que engrosa la amplia literatura crítica sobre el mensaje del segundo Evangelio. Es ciertamente un trabajo académico notable que da cuenta del amplio dominio que el autor tiene sobre el tema de la pedagogía de Jesús en diálogo permanente con la literatura teológica actual. Pero es, además, una aproximación académica producto de largos años de docencia y reflexión, en diversos países y centros de formación pastoral vinculados al amplio y diverso movimiento pentecostal latinoamericano y caribeño. Se trata entonces de un libro fraguado en la misión y para la misión, forjado en el peregrinaje colectivo con el pueblo de a pie, elaborado en diálogo con el contexto, porque para Carlos Canizález, ¡el contexto sí importa!

En este libro, Carlos Canizález dialoga crítica y creativamente con diversos autores, resaltando sus aportes más significativos relacionados con el mensaje del Evangelio de Marcos. Ubica los temas que aborda en sus contextos específicos y busca siempre desmadejar en cada perícopa que comenta la impronta pedagógica de Jesús. Aquí me parece que se encuentra el eje transversal de su abordaje teológico-pastoral, situar el texto en sus dos contextos (el contexto del texto y el contexto del intérprete), para presentar de manera novedosa el mensaje y la práctica pedagógica del Maestro de Galilea.

Es necesario hacer un breve paréntesis para explicar el abordaje teológico-pastoral de Carlos Canizález. Todavía recuerdo el primer encuentro que tuve con él en uno de los eventos de docentes latinoamericanos y caribeños organizados por la Iglesia de Dios (Cleveland). Venía él del agitado contexto salvadoreño. El Salvador es su país de origen, y su práctica pastoral y su reflexión teológica se fue tejiendo en ese contexto. Por otro lado, yo provenía del agitado contexto peruano de los difíciles años de la violencia política que enlutó al país (1980–2000). ¡Sintonizamos inmediatamente! Quizá, creo, porque nuestra vivencia pentecostal se fue modelando y fraguando en medio de las luchas de los ciudadanos de a pie de nuestros países, que se encontraban en procesos sociales y políticos de deconstrucción de las frágiles democracias en las que vivíamos. En el vuelo de regreso a nuestros países, coincidimos en uno de los aeropuertos de tránsito de Centroamérica, y seguimos conversando sobre el tema que nos apasionaba a ambos: la misión integral en contextos de violencia. Él fue descubriendo el mensaje del Evangelio según Marcos, La pedagogía de Jesús, desde la cotidianidad de su servicio pastoral-docente en el suelo centroamericano marcado por situaciones de violencia política y muerte temprana de ciudadanos inocentes. Y, simultáneamente, mi persona fue descubriendo el mensaje del Evangelio según Lucas, La misión liberadora de Jesús, desde una realidad de violencia subversiva y contrasubversiva e injusticia institucionalizada.

Lo que intento afirmar en este paréntesis es que cada libro se escribe desde una realidad histórica concreta, y expresa lo que el autor fue descubriendo en su peregrinaje de servicio al Dios de la vida y al prójimo indefenso y vulnerable. El libro escrito por mi gran amigo Carlos Canizález nace, se fragua y eclosiona, no en el cómodo escritorio de un espectador aséptico e indiferente a lo que sucede en su marco histórico, sino en el corazón pastoral-docente de un protagonista, uno que en el día a día de su peregrinaje cristiano comprometido con la vida y la justicia fue pensando y modelando su compromiso pentecostal desde las honduras de la vida de nuestro pueblo.

La pedagogía de Jesús, como uno de los ejes transversales clave del Evangelio según Marcos, indudablemente coadyuva al testimonio integral del pueblo de Dios en misión, particularmente en una dimensión sensible de la misma: la formación-transformación de discípulos, mujeres y hombres de todas las edades, para que sean además de creyentes, buenos vecinos y mejores ciudadanos. Tiene que ser así, porque, ¿qué sería del testimonio cristiano si las iglesias solo se dedicaran a informar y formar a buenas personas, con una ética personal destacada, pero con una ética social y un compromiso ciudadano pobre, endeble y poco útil para la transformación social y política de nuestros países, tan necesitados de ciudadanos responsables, veraces, justos, probos e íntegros.

Carlos Canizález, desde la pedagogía de Jesús, insiste —así me parece— en que un evangelio mutilado, dedicado a la salvación de almas incorpóreas, desenchufado de la realidad histórica, jamás tendrá como producto final ciudadanos ejemplares. Ciudadanos preocupados por la búsqueda del bien común y comprometidos con acciones concretas de lucha contra la pobreza, defensa de los derechos humanos, cuidado responsable de nuestra casa común, protección de los sectores sociales indefensos o lucha por una democracia en la que todos los ciudadanos tengan igualdad de oportunidades.

¡Bienvenido sea este libro que los pentecostales y no pentecostales deberíamos celebrar como un don del Espíritu de vida, para que la comunidad de Jesús, siguiendo las huellas del Maestro de Galilea, recuerde que sin una formación integral no habrá posibilidad de transformar personas y pueblos para que vivan dignamente como imagen de Dios y como creación de Dios!

Darío A. López Rodríguez, Ph.D.

Villa María del Triunfo, Perú, 8 de julio de 2019

Introducción: propósito y herramienta para el análisis

El Evangelio de Marcos es un texto narrativo que desde el principio pone en relieve las funciones kerigmática (1.14–15) y didáctica de Jesús (1.16–20). En el mundo de este Evangelio, Jesús comienza su ministerio predicando la cercanía inmediata del reino de Dios en espacios públicos. Además, realiza su primera función como maestro haciéndose de sus primeros cuatro discípulos, invitándolos a seguirlo y señalándoles claramente lo que hará con ellos si, por supuesto, aceptan seguirlo. Jesús promete convertirlos en pescadores de hombres. Es razonable decir, en clave pedagógica, que en la trama narrativa del Evangelio de Marcos, Jesús tiene como fin educativo convertir a sus seguidores en pescadores de hombres, y que el discipulado es la metodología de Jesús para lograrlo. Esto sugiere que es posible acercarse al texto de Marcos con el propósito de explorar la pedagogía de Jesús.

El Evangelio de Marcos ha sido objeto de estudio de muchos especialistas en teología bíblica. Y todos ellos han utilizado su propia caja de herramientas hermenéuticas para comprender el texto de Marcos, llegando a diferentes conclusiones que han enriquecido la hermenéutica y la teología de este Evangelio.

En el presente análisis de la pedagogía de Jesús en el Evangelio de Marcos, sabiendo que este Evangelio pertenece al género literario narrativo y que cada género literario sugiere la forma en que debe ser interpretado, se utilizará la hermenéutica crítico-narrativa como herramienta de análisis (Marguerat y Bourquin 2000; Ska, Sonet, Wénin 2001; Osborne 1991; Barton 2001; Archer 2009). En el presente trabajo se ha descubierto que, desde el principio hasta el final, el Evangelio de Marcos tiene una trama narrativa pedagógica, con un acelerado movimiento progresivo que gira en torno a la figura de Jesús como Maestro, y que conduce a un clímax y a un desenlace final. Además, se privilegiará en el presente estudio la herramienta hermenéutica del análisis semiótico, ya que también se considerará el Evangelio de Marcos como un sistema cerrado de signos cuyas relaciones generan significado (de Wit 1992). El análisis estructural y semiótico tendrá el soporte de la hermenéutica textual gramático-histórica, sobre todo para la comprensión de los textos que señalan los grandes temas relativos a la pedagogía de Jesús.

El análisis crítico-narrativo tiene una forma muy particular de ver e interpretar el texto bíblico. A la hermenéutica crítica narrativa no le interesa estudiar la historia del texto, su origen y desarrollo. Ese tipo de estudio le interesa al método histórico-crítico, el cual se ocupa de investigar la historia del texto bíblico, pero dejando de lado el significado del texto mismo, que es el principal interés del autor de este trabajo. El autor no quiere estudiar la historia del texto sino encontrar el significado teológico-pedagógico del texto en su condición actual. La crítica narrativa centra su interés no en la historia sino en otros aspectos del texto: el texto como obra literaria; el papel del intérprete en el proceso de comprensión del texto; el peso del contexto actual en la significación del texto (Archer 2009; Barton 2001; Marguerat y Bourquin 2000; Ska, Sonet, Wénin 2001; Osborne 1991, de Wit 1992). Esto no significa que en el presente análisis se harán de lado algunas conclusiones importantes de los estudios histórico-críticos. Por ejemplo, en el presente estudio se asume, con la crítica de la redacción y la crítica sinóptica, que el Evangelio de Marcos fue el primer Evangelio que se escribió.

Lo que interesa saber en este trabajo es qué dice la estructura del Evangelio de Marcos acerca de la enseñanza de Jesús, qué proceso de lectura hay que seguir para descubrir sus verdades, y cómo nos afecta la enseñanza de Jesús hoy. Las cuestiones planteadas abren el camino para un análisis sincrónico del texto de Marcos, es decir, un análisis del texto de Marcos que enfoque en la expresión literaria actual del texto y su respectivo significado teológico para sus lectores actuales. Según Myers, se pueden discernir grandes patrones estructurales en el texto de Marcos si se examina sincrónicamente, es decir, no haciendo mayores consideraciones de tiempo y espacio en la trama del relato (1990). El análisis estructural de la narrativa y el análisis semiótico son las herramientas hermenéuticas clave para encontrar este significado. Se hará este acercamiento al texto de Marcos con el interés de conocer y aplicar las leyes del proceso de significación. Por lo tanto, el Evangelio de Marcos se verá como una estructura y sistema de signos, como un conjunto de transformaciones y oposiciones generadoras de significado (de Wit 1992).

El Evangelio de Marcos sugiere que Jesús de Nazaret tuvo una comprensión muy particular de la teoría y práctica docente, la cual le sirvió de fundamento y guía para conducir a sus primeros seguidores, un puñado de pescadores galileos, en un proceso de formación que los convirtió en líderes carismáticos1 del reino de Dios y para el reino de Dios. En consecuencia, el presente trabajo de investigación en el Evangelio de Marcos tiene como propósito analizar la pedagogía de Jesús para formar líderes del reino de Dios y para el reino de Dios.2

El estudio crítico-narrativo se caracteriza por analizar la secuencia de acciones realizadas en el tiempo y en el espacio por el protagonista y por los otros personajes de una trama narrativa (Marguerat y Bourquin 2000; Osborne 1991; Archer 2009; Ska, Sonnet, Wénin 2001). Sin embargo, en el presente trabajo se hará un análisis crítico-narrativo de un tema, la pedagogía de Jesús, lo cual no se plantea como una tarea fácil.3 Así que se jalará con sumo cuidado el hilo temático de la enseñanza de Jesús, del texto de Marcos, para someterlo a un estudio crítico-narrativo. Por el hecho de estar vinculado a Jesús, el Hijo de Dios, y al reino de Dios, el tema de la pedagogía de Jesús se constituye en un tema teológico. Este trabajo explora, entonces, la teología de la pedagogía de Jesús.

Es más que obvio que el Evangelio de Marcos es un texto literario elaborado por un autor humano. En consecuencia, es un texto que puede y debe ser sometido al juicio del análisis crítico literario. Sin embargo, el Evangelio de Marcos también se considera como un texto divino porque es inspirado por Dios. Así que, aunque se asuma con la hermenéutica histórico-crítica que el evangelista Marcos escribió el núcleo del Evangelio que lleva su nombre y que a partir de ese núcleo fue sometido a un proceso de redacción, se considera que, en su estado actual, según el interés y método de la crítica canónica, es un texto inspirado por Dios que tiene la función pragmática de sustentar, dirigir y ordenar la vida y la misión de la iglesia contemporánea. Esto permite acercarse al Evangelio de Marcos con lentes nuevos, con el único propósito de explorar el significado teológico literario de la pedagogía de Jesús. En consecuencia, nuestro acercamiento al texto de Marcos también corresponde al interés y método de la crítica canónica (Barton, 1998).

En el Evangelio de Marcos, Jesús es el maestro que enseña todo el tiempo. Enseña con sus palabras, actitudes y acciones. Enseña cuando predica, cuando va de camino con sus seguidores de un lugar a otro, cuando comparte la vida con ellos en el ambiente íntimo del hogar, cuando discute con los escribas y fariseos, y cuando realiza demostraciones extraordinarias de autoridad. Marcos caracteriza a Jesús como maestro-predicador: Jesús enseña cuando predica y predica cuando enseña. Jesús llega a ser reconocido y llamado maestro porque habla y actúa como maestro, y no porque haya tenido un título oficial que lo acreditara como tal. Jesús es el maestro que enseña con sus palabras y acciones. Estas brevísimas reflexiones pedagógicas acerca de Jesús disparan el arranque de una investigación orientada a describir con claridad la concepción pedagógica de Jesús y su programa práctico de formación de líderes.

¿Pudo Jesús el Cristo haber sido reconocido como maestro si no hubiera tenido un conocimiento teórico, una pedagogía, que le sirviera de fundamento y guía para su enseñanza? Esta es una cuestión pragmática que abre un amplio horizonte de sentido a la cuestión de la pedagogía de Jesús. A partir de la lectura del Evangelio de Marcos, es imposible decir que Jesús escribió algo que pudiera caracterizarse como su teoría de la enseñanza, es decir, una pedagogía. Según este evangelio, Jesús no escribió ninguna pedagogía. Sin embargo, tampoco se puede negar que Jesús demuestra tener un amplio y profundo conocimiento reflexivo de su tarea como maestro.

En el texto de Marcos, Jesús el Cristo es un maestro innovador e inspirador, un maestro que sabe enseñar. Predica y enseña acerca de la nueva realidad del reino de Dios; también enseña cómo los seres humanos pueden hacer suya esa realidad. Aunque Jesús el Cristo enseña primariamente las grandes verdades del reino de Dios a las multitudes marginadas y empobrecidas de Galilea, enfoca su enseñanza en su pequeño grupo íntimo de seguidores.

Algunas cuestiones crítico-narrativas y crítico-teológicas importantes del presente trabajo son: ¿Cómo el evangelista Marcos construye la secuencia de la pedagogía de Jesús y qué función tiene la enseñanza de Jesús en la totalidad de la trama narrativa? ¿Cuáles son los componentes y principios fundamentales de la pedagogía de Jesús? ¿Qué efectos puede producir la secuencia de la pedagogía de Jesús en el lector contemporáneo? Se intentará responder a estas preguntas en este trabajo. Sin embargo, antes de hacer el análisis crítico-narrativo que permita responder a estas preguntas, se hará una revisión de algunos estudios histórico-críticos y algunos estudios crítico-literarios de los últimos cincuenta años para determinar si se ha realizado algún estudio acerca de la pedagogía de Jesús.

Luego, se presentará una visión panorámica del presente análisis crítico-narrativo de la pedagogía de Jesús en el Evangelio de Marcos a fin de introducir al lector a una más amplia y detallada pedagogía de Jesús.

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1 Para el autor de este trabajo, un líder carismático es quien se ha convertido en predicador y maestro del evangelio del reino de Dios, que inspira a otros para que lo sigan y para que deseen estar con él; un predicador y maestro del evangelio que es lleno del Espíritu y que en el poder del Espíritu realiza demostraciones extraordinarias de autoridad.

2 Aquí se entiende por reino de Dios el nuevo orden que Dios desea y está estableciendo para toda la humanidad.

3 Marguerat y Bourquin señalan que no es fácil aislar una secuencia temática para hacerle un análisis narrativo, «porque el tema es una realidad más fluida, narrativamente hablando» (2000, p. 62). Sin embargo, no dicen que no se puede hacer un análisis narrativo temático.