Read the book: «La democracia de las emociones»
Título original: La democracia de las emociones.
Nuevos paradigmas para un viaje hacia una sociedad con sentido
Primera edición: Febrero 2022
© 2022 Editorial Kolima, Madrid
Autor: Alfredo Sanfeliz
Dirección editorial: Marta Prieto Asirón
Maquetación de cubierta: Beatriz Fernández Pecci
Maquetación: Carolina Hernández Alarcón
ISBN: 978-84-18811-60-9
Producción del ePub: booqlab
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Índice
INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE
UNA SOCIEDAD CEGADA Y SECUESTRADA POR SUS CADUCOS PARADIGMAS
¿VIVIMOS EN UN MUNDO DISTINTO?
ENTENDIENDO NUESTRO COMPORTAMIENTO
QUÉ LÍO ES ESTO DEL DINERO Y LAS FINANZAS
PERDIDOS EN LA DEMOCRACIA DEL CAOS
SEGUNDA PARTE
¿CAMBIAMOS LOS PARADIGMAS?
UNA SOCIEDAD EN TRANSFORMACIÓN
UNA ECONOMÍA PARA UNA SOCIEDAD RICA: LA ECONOMÍA ESPIRITUAL
TERCERA PARTE
NECESIDAD DE UN I + D SOCIO-ANTROPOLÓGICO Y SOCIAL
CUARTA PARTE
HABLEMOS DE LA VERDAD, LA LUZ Y EL ESPÍRITU
Comprendiendo a las personas podremos comprender el mundo. Comprendiendo el mundo podremos mejorarlo.
La indignación nos lleva a la crítica e incomprensión de los demás desde el encerramiento en nuestra visión. Entender otras perspectivas nos hace comprender el «todo social». Y quizá con ello podamos, entre todos, reducir la confrontación y orientar la evolución de nuestra sociedad hacia territorios de relación y bienestar con mayor sentido.
Quizá sea el momento de abandonar la parte de «lo viejo» que ya no funciona y abrazar la parte buena de «lo nuevo» que ya está emergiendo. Lo que no funciona morirá y lo que tiene sentido acabará triunfando en las batallas de la evolución social.
INTRODUCCIÓN
De nuevo me siento a escribir las primeras palabras de este texto. Tan pronto termino un libro y lo entrego a la editorial nace en mí la necesidad de buscar el tema a trabajar en el siguiente. Empiezo así a escribir y rescatar antiguas notas y dar vueltas a las múltiples ideas que de forma reiterada me vienen a la cabeza. Y cuando el libro entregado a la editorial finalmente está publicado, las inquietudes se hacen más firmes, recordándome que me debo definir sobre lo que voy a escribir en el siguiente. Tras unas semanas los recordatorios se convierten en una auténtica autoexigencia para que coja una página en blanco de mi ordenador y empiece a escribir. Y eso es lo que estoy haciendo en este momento, quizá como esclavo de mi necesidad de expresarme y ser comprendido.
Por alguna razón necesito escribir, expresarme, decir que existo y que tengo capacidad para ordenar ideas que me parecen valiosas y que pueden ser interesantes para los demás. Parece que escribir me hace existir y ser alguien, y de alguna forma me lleva a sentirme orgulloso cuando el fruto de la escritura me resulta digno de ser leído. Es quizá algo por lo que siento una llamada y me hace disfrutar cada vez que pongo los dedos para ello en el teclado de mi ordenador.
El trabajo de concebir un libro, comenzar a escribirlo e ir dándole contenido es sin duda exigente. Antes de enfrentarme a mi primer libro me parecía algo imposible, pero hoy me llena de satisfacción hacerlo. Es un indudable esfuerzo, pero es a la vez tremendamente gozoso por el sentido que otorga a mi vida el ir creando obras que una vez concebidas tienen existencia más allá de mí. Y comenzada la tarea me resulta maravilloso ir viendo como la obra se va esculpiendo cada día con mi escritura. Tengo a veces la impresión de que estoy siempre con un bebé en gestación dentro de mí al que doy a luz. Creo que la necesidad de mostrar un día al mundo ese bebé en forma de libro es la mayor recompensa y motivación que me empuja y sostiene el esfuerzo de escribir. A ello añado el sosiego que me producen los ratos en los que me dedico a escribir plasmando en un soporte ajeno a mí las ideas que agitan insistentemente mi cabeza. Me quedo tranquilo al ver que con ello ya no se pueden olvidar ni perder si un día yo ya no estuviera o perdiera el orden estructurado de las mismas. Por ello, cuando creo que tengo visiones o interpretaciones originales de lo que me rodea, necesito darles forma y vida para que puedan sobrevivir al margen de mi existencia. Siento algunas veces que esto es una búsqueda de trascendencia, y supongo que así será, aunque todavía no me he dedicado a pensarlo.
Solo quiero expresar ideas, percepciones, visiones o interpretaciones de la realidad que vivo y observo, pues ello produce muy dentro de mí un importante desahogo al sentir que es un paso para contribuir a un mundo mejor. Por tanto, este libro será expresión de lo que yo veo hoy en la sociedad, incluidas ciertas tendencias que quizá sean mis propios sueños. Quizá para algunos sea una visión distorsionada de la realidad y crean que estoy equivocado, pero este libro no es para generar una discusión sino para exponer una visión y unos sentimientos con la esperanza de que sean comprendidos, ya sean o no compartidos.
La vida se construye tomando conciencia de nuevas concepciones de las cosas, desarrollando nuevos marcos mentales y soñando con nuevas realidades que hagan el mundo mejor. Los cuadros de Dalí son surrealistas, pero sin duda son grandes obras de arte pues dan forma a visiones o sueños que rondaban en su cabeza y por ello sus deformaciones de objetos y de la realidad no pueden considerarse errores sino concepciones suyas de las cosas expresadas a través de la pintura. Y en igual sentido, en forma de libro, espero y pretendo ser igual de libre delante del ordenador como supongo lo sería Dalí cuando se ponía delante de un lienzo.
¿De qué voy a escribir y por qué?
Me gusta poner de manifiesto las paradojas y absurdas creencias que se dan con gran arraigo en torno al funcionamiento de nuestra sociedad. Me sorprende el atrevimiento de casi todo el mundo para juzgar y opinar de todo, incluso de las cosas más complejas sin tener criterio alguno. Es también sorprendente la capacidad de las personas en general, de encontrar culpables para todo aquello que no les gusta y atacar a esos culpables desde el convencimiento de estar en lo cierto, simplificando las cosas y pensando como si lo que ocurriera solo tuviera una causa (o culpa), en la que por supuesto ellas no participan. Ello genera múltiples indignados por unas y otras cosas, y permanentes polémicas y discusiones cargadas de emocionalidad, aunque supuestamente vestidas de racionalidad aun sin fundamento alguno. Y de la observación y comprensión de estas polémicas y de las diferencias de visiones es precisamente de lo que voy a escribir en este libro para tratar de contribuir a crear un mundo en el que todos seamos más comprensivos.
Vivo permanentemente observando fuerzas, tendencias y fenómenos que son poco visibles para la sociedad en general pero que de hecho condicionan nuestro desarrollo, la convivencia y nuestro bienestar. Me gusta hablar de ello en mis conversaciones y tertulias sociales, lo que genera a menudo el rechazo y la polémica de quienes, anclados en su perspectiva, no son capaces de comprender la mía. Y lo que haré en este libro es precisamente poner luz a estas ideas y ordenarlas para tratar de proponer miradas y perspectivas amplias y completas que provoquen un despertar de la conciencia social ante ciertos fenómenos y tendencias sociales que percibo. Es un reto difícil que quizá no llegue a conseguir, o solo lo haga frente a unos pocos, y que se expone a la crítica o descalificación de quienes están cómodamente asentados en viejas concepciones.
Debo confesar que en alguna medida este libro tiene cierta pretensión de desahogo frente a quienes a lo largo de mis años de interacción con ejecutivos y personas establecidas en posiciones de poder me han hecho sentir un poco estúpido, Quijote, iluso o falto de realismo. A menudo a lo largo de mi trayectoria profesional, mis comentarios, aportaciones y sugerencias para abordar planes, acciones o estrategias apoyados en el sentido común y tratando de integrar una visión de corto y largo plazo han sido despreciados con cierta sorna. He sentido por ello cierta displicencia hacia mis contribuciones cuando he cuestionado las múltiples dinámicas, prácticas y fenómenos malsanos que se dan en nuestro mundo económico-empresarial y he tratado de poner un punto de sensatez y sobre todo de respeto al ser humano. Y sin pensar en nadie en concreto y con un ánimo más deportivo que vengativo, al escribir este libro me mueve también la búsqueda de dar un pequeño revolcón a las prácticas empresariales y en general de poder que ensalzan una eficacia y productividad procedimentada, deshumanizante y cortoplacista como valores supremos a costa de cualquier otro.
Finalmente, y pidiendo disculpas anticipadas al lector, en el último capítulo del libro me permitiré el capricho de abandonar el territorio del pseudo-ensayo para adentrarme libremente en mis propias disquisiciones trascendentes y espirituales, cuya expresión constituye el imprescindible broche para compartir desde mi más profundo y libre interior mi concepción de la vida y del mundo. Quizá para muchos resulten simples desvaríos, pero para mí constituyen una necesaria conexión personal con el ámbito del misterio que me permite conciliar y convivir con los múltiples sinsentidos y contradicciones que observo al mirar a mi alrededor, y que yo mismo padezco cuando profundizo en mi conciencia para tratar de entender las fuerzas que me mueven.
¿Entonces qué busco con este libro?
A menudo buscamos explicaciones simples de las cosas y culpables a los que responsabilizar de lo que no nos gusta. Y todo ello sin el más mínimo fundamento, basándonos en informaciones e interpretaciones sesgadas de las cosas y con muy poca reflexión.
El mundo se nos ha quedado pequeño y está híper-comunicado, y cualquier fenómeno que se produce en algún lugar o ámbito tiene efectos en otros lugares y ámbitos de nuestra sociedad. Me atrevo a decir que cada vez es más patente que todo es causa de todo en este complejísimo sistema de intereses y fuerzas de un mundo abierto y comunicado cuyas fronteras internas solo son capaces de constituir barreras en algunos ámbitos de la actividad humana. Se trata de fuerzas, corrientes o intereses, cada uno con lógicas propias y distintas, que nos hacen sumamente difícil entender lo que pasa, y mucho menos hacer predicciones sociológicas de cosas futuras. Cada fuerza o corriente busca su hueco construyendo sus legitimidades en su propio beneficio y sin respeto a principios o statu quo alguno. Y esas legitimidades construidas, unidas a una adecuada administración carismática, conforman causas y grupos de interés dotados de capacidad de influencia en el sistema que unos y otros tratan de aprovechar en su propio beneficio.
Este libro espero que ayude al lector a tomar una perspectiva enfocada de todas estas cuestiones y comprender como naturales las distintas posturas y reivindicaciones de unas y otras fuerzas o grupos de interés. Ayudar a esta ampliación de perspectivas es un gran propósito de este trabajo.
Siendo más concreto, con este libro me gustaría:
• Hacer pensar a la gente y preguntarse cosas.
• Ayudar a hacer visible el que el funcionamiento de nuestro sistema socioeconómico y los intereses instalados nublan nuestra perspectiva y nos impiden ver que nuestros problemas sociales no son tanto de escasez de riqueza como de falta de formas adecuadas para administrarla y disfrutarla haciendo patente el que la búsqueda infinita de crecimiento económico-financiero no puede ser el principal sostén de la paz y la felicidad social.
• El acercamiento a una mejor comprensión de lo que es el dinero y de las funciones que de hecho hoy cumple en la sociedad como principal fuente de explicación de casi todo lo que ocurre y no nos gusta en ella. Y desde ahí contribuir a que todo el mundo pueda comprender un poco lo que los expertos del mundo económico parecen no entender, precisamente por estar excesivamente condicionados por un conocimiento que los ancla en viejas concepciones y les limita las nuevas.
• Contribuir al ensalzamiento de los empresarios, pero exigiendo a la vez su evolución, fusionando lo bueno de los entornos de competencia con un incremento de la colaboración que permita seguir procurando un bienestar que vaya mucho más allá del asociado a la riqueza material y a una mirada simplista a los crecimientos económico-financieros en forma de PIB, saliendo con ello de la ceguera antropológica y social en la que muchos parecen vivir.
• Contribuir a que los lectores puedan comprender mejor por qué hoy hay tantos gritones y reivindicadores que no hacen más que pedir más y más derechos sin obligaciones y que tratan de poner patas arriba todo lo establecido, mostrando cierta comprensión hacia algunas de sus causas si bien siendo a la vez críticos con ellos para que no se excedan en sus gritos y dejen de sembrar odio como vía para la reivindicación y la captación de seguidores.
• Agitar la conversación social para ensalzar los componentes psicológicos, emocionales y espirituales de la felicidad y poner en cuestión la arraigada asunción de que el dinero siempre procura bienestar, ayudando a que los lectores comprendan las perversas dinámicas de nuestro sistema económico, auto-esclavizado por las necesidades de productividad y crecimiento sin límite, que nos hacen víctimas de dicho sistema socioeconómico que hemos creado y convertido en un fin en sí mismo olvidándonos de que era un medio.
• Hacer una llamada al esfuerzo de todos para conocernos y comprendernos mejor como vía para descubrir y entender lo que realmente nos mueve, y desde ahí reorientar la superficial y frenética espiral de consumo y cambio acelerado y permanente de la que solo se beneficia el propio sistema económico para perpetuarse con promesas de valor y excesivas y agobiantes exigencias para los ciudadanos.
• Contribuir a que las sociedades occidentales y occidentalizadas despierten a la importancia de recuperar el sentido de las cosas y desarrollar la espiritualidad para promover un mejor equilibrio entre lo material y lo espiritual, entre lo útil y lo inútil, entre el largo y el corto plazo, y entre lo medible y lo no medible.
• Enfrentar al espejo a quienes viven en permanente actitud de reproche y búsqueda de culpables para explicar todo lo que no les gusta y despertar en todos los lectores el sentido de responsabilidad como miembros de la sociedad, para contribuir, cada uno a su manera, una evolución social que encuentre vías, luz y actitudes apropiadas para reorientar lo que hoy consideramos indeseable.
• Poner con todo ello una perspectiva o mirada completa que permita comprender nuestra caótica y emocional democracia, o lo que es lo mismo, entender al menos algunos aspectos de nuestro complejo sistema que tan en entredicho se encuentra y en el que conviven muchas verdades entrecruzadas que no somos capaces de asumir.
Que nadie espere en este libro grandes conocimientos o novedades que no pueda tener ya el lector, pues este ejercicio no deja de ser una puesta en orden y combinación de fenómenos fácilmente observables por cualquiera. No obstante, presentados como lo hago, pueden permitirnos visiones y perspectivas diferentes y ampliadas de las cosas. Cuando miramos al cielo en una noche oscura, todos vemos las mismas estrellas, las que hay visibles. Pero dentro de ese universo estrellado unos pueden ver unas constelaciones y otros otras. Con este libro mi pretensión es tratar de mostrar algunas constelaciones que, siendo tan reales como las otras viejas conocidas. Invito por ello al lector a dejar de fijarse solo en la Osa Mayor y la Osa Menor, y se abra a buscar otras nuevas que también están delante de sus ojos.
Pero como no es el universo estrellado lo que ahora tenemos que comprender sino nuestra liosa y confrontada sociedad en la Tierra, seguro que será más eficaz salir un poco al espacio y situarnos en Marte para tener una mejor y más limpia perspectiva.
Sugiero leer el libro desde Marte
El libro trata de explicar todo de forma sencilla (aunque confío que no simple) y con líneas de trazo gordo, para describir así perspectivas de las cosas diferentes respecto de las que normalmente se tienen. Pido también disculpas por cierta simplificación de algunas generalizaciones; si las uso es solo con el ánimo de ilustrar tendencias, visiones o rasgos marcados de unos y otros colectivos aun sabiendo que estarán llenas de excepciones y matices.
Como a todos en general nos cuesta mucho desapegarnos de nuestros pensamientos y de nuestra forma de ver las cosas me gustaría formular a los lectores la siguiente pregunta: ¿pueden, cuando estén leyendo este libro, imaginarse que son marcianos observando las dinámicas de nuestra sociedad desde Marte, libres de las ataduras, condicionamientos, implicaciones emocionales e inercias terráqueas que se dan en quienes llevamos generaciones concibiendo las cosas de una determinada forma en las sociedades occidentales? Pues para los que puedan, esa será la mejor perspectiva desde la que leer este libro.
Desaprendamos por tanto todo lo que haga falta antes de seguir leyendo para atrevernos a entender lo que se dice sin pensar que se pretende cambiar el mundo de golpe y de forma radical. Permítase el lector leer sin cuestionar cada línea para así entender o visualizar nuevas perspectivas ampliadas. Pues este libro no pretende tener razón, sino mostrar formas diferentes de ver y entender las cosas que bien podrían hacerse realidad. Como supongo que Dalí nunca pretendió que sus cuadros reflejaran una realidad ortodoxamente objetiva, tampoco este libro pretende crear o describir una nueva realidad concreta, cerrada u objetiva, pues la nueva realidad evolucionada hacia la que ya estamos caminando solo podrá ser el resultado de la caótica interacción de las múltiples fuerzas, intereses y actitudes que conviven en nuestra complejísima sociedad, que todavía no tiene un nuevo contrato social consensuado.
La experiencia me dice que cuando alguien quiere demostrar algo, en general, la gente con la que está hablando se coloca en posición escéptica y cuestionadora de las afirmaciones que llevan a la demostración. Este libro tiene el peligro de despertar esas reacciones en los lectores convirtiéndolos en críticos buscadores de las fallas o quiebras de las reflexiones y conclusiones que contiene. Tendemos a aferrarnos a concepciones o paradigmas vigentes con los que vivimos inclinándonos más a buscar argumentos de rechazo que a entender la tesis que se trata de explicar. Cuando ello ocurre, la escucha y el procesamiento para la comprensión de lo que se está oyendo o leyendo se deteriora, al ser sustituidos internamente por la argumentación para defender la tesis contraria. Animo por ello a comprender las tesis que expongo pues difícilmente se podrá rebatir lo que no se haya comprendido.
Pues bien, aunque sé que es mucho pedir, me gustaría que este fenómeno no ocurriera y que el lector se permitiera permanecer abierto a una escucha profunda, tratando de entender los argumentos, sentimientos y las tesis para comprender por qué digo lo que digo. Tras ello podrá compartir en mayor o menor medida (o en ninguna) las apreciaciones que contiene, y desde luego podrá mostrar su rechazo a muchos de sus contenidos. Creo que solo así podrá avanzar en el auto cuestionamiento de sus propios paradigmas en los que todos nos encontramos anclados. O, lo que es lo mismo, hagamos un esfuerzo por observar esas constelaciones en el cielo que son menos fáciles de identificar, pues solo después de conseguir observarlas podremos comparar la belleza de las nuevas con la de las viejas.
Soy consciente por tanto de que muchas de las cosas que afirma este libro llevan a pensar rápido que son una locura. Pero pido al lector que se tome la oportunidad de no darles ese calificativo tan pronto y mantenerse en la lectura tratando de encontrar los porqués que hay detrás de las afirmaciones y el valor de esas peculiares perspectivas. Me atrevo a decir que, aunque no pretendo demostrar nada, confío en la sensatez y base para decir las cosas que digo con una lógica basada en lo que son los fundamentos del comportamiento de los seres humanos y la observación de los fenómenos de nuestra sociedad. Estoy seguro de que comprender perspectivas distintas de las cosas, aunque suenen a ciencia ficción, será un buen ejercicio mental para la apertura de nuestra forma de pensar. Y en lo que a mí respecta me ayudará a sentirme comprendido, que tan importante me resulta, aun cuando no se compartan mis visiones y creencias.
Sé que en algunos aspectos este libro puede remover la conciencia de muchos y ello puede llevar a ciertas reticencias para la aceptación y comprensión de sus contenidos. Pero mi sugerencia es que, en la intimidad de la lectura, se permitan abrir sus conciencias y corazones para escuchar lo que les dice. Puede resultar algo incómodo pero seguro que es interesante y confío que quien lo haga sienta que ha crecido.