El País Valenciano en la Baja Edad Media

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El País Valenciano en la Baja Edad Media
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EL PAÍS VALENCIANO

EN LA BAJA EDAD MEDIA

ESTUDIOS DEDICADOS

AL PROFESOR PAULINO IRADIEL


PAULINO IRADIEL

DAVID IGUAL LUIS

GERMÁN NAVARRO ESPINACH (coords.)

EL PAÍS VALENCIANO

EN LA BAJA EDAD MEDIA

ESTUDIOS DEDICADOS

AL PROFESOR PAULINO IRADIEL

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, foto químico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el per miso previo de la editorial.

La presente publicación ha sido financiada por el proyecto de investigación HAR2011-28861 del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España.

© Los autores, 2018

© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2018

Publicacions de la Universitat de València

http://puv.uv.es

Publicacions@uv.es

Maquetación: Inmaculada Mesa

Corrección: Communico-Letras y Píxeles, S.L.

Ilustración de la cubierta:

Médico con dos discípulos, imagen del Tacuinum Sanitatis, de Ibn Butlan de Bagdad (s. XI).

Copia de la Österreichische Nationalbibliothek (Viena), ms. 2644.

Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera

ISBN: 978-84-9134-336-3

ÍNDICE

PRESENTACIÓN, por David Igual Luis y Germán Navarro Espinach

BERNAT SORELL, TINTORERO, CIUDADANO DE VALENCIA, SEÑOR DE GELDO (PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV)

Joaquín Aparici Martí

LA DOCUMENTACIÓN JUDICIAL DE LA CIUDAD DE VALENCIA DURANTE LA BAJA EDAD MEDIA

José Bordes García

EL DEUTE PÚBLIC MUNICIPAL AL REGNE DE VALÈNCIA EN LA BAIXA EDAT MITJANA. UN ASSAIG DE QUANTIFICACIÓ

Antoni Furió

MEMÒRIA FISCAL I ESCALADA DEL DEUTE EN UNA VILA VALENCIANA MEDIEVAL. GANDIA A TRAVÉS DELS SEUS COMPTES

Ferran Garcia-Oliver

COLONIZACIÓN FEUDAL Y ORDENACIÓN ECONÓMICA DE UN TERRITORIO DE CONQUISTA. LA FUNDACIÓN DE MERCADOS Y FERIAS EN EL PRIMER SIGLO DEL REINO DE VALENCIA (1233-1350)

Enric Guinot Rodríguez

VALENCIA, MERCADO DE CAPITALES. UN EJEMPLO DE GIROS DINERARIOS ENTRE 1490 Y 1492, RELACIONADOS CON CERDEÑA

David Igual Luis

OBRADORS, PALAUS I FORNS. INFRAESTRUCTURA, COSTES Y PRAXIS MANUFACTURERA EN LA CERÁMICA: PATERNA (1403-1405)

Antoni Llibrer Escrig

LA DINÁMICA DE LA ESPIRITUALIDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA. APOCALIPSIS Y MILENARISMO EN LA POLÍTICA DE LA CORONA DE ARAGÓN, SIGLOS XIII-XV

Nieves Munsuri Rosado

EL OFICIO DE LOS PELAIRES DE VALENCIA A TRAVÉS DE SUS ASAMBLEAS DE 1452-1481

Germán Navarro Espinach

SI RES AVETS MESTER EN AQUESTA TERRA... ELS ORÍGENS DE L’AGÈNCIA DATINIANA DE LA VILA DE SANT MATEU (1393-1397)

Carles Rabassa Vaquer

TREBALLAR PER A ALTRI. ELS JORNALERS AGRÍCOLES AL PAÍS VALENCIÀ A LA FI DE L’EDAT MITJANA

Pau Viciano

PRESENTACIÓN

David Igual Luis Universidad de Castilla-La Mancha

Germán Navarro Espinach Universidad de Zaragoza

Este libro es un volumen de carácter misceláneo, que incluye once artículos elaborados con motivo de la jubilación, en 2015, del profesor Paulino Iradiel Murugarren, catedrático de Historia Medieval de la Universitat de València. Los autores de dichos estudios somos investigadores medievalistas que hemos realizado nuestras tesis de doctorado bajo su supervisión, como director único o codirector.

Desde su llegada a esta universidad en junio de 1981, Paulino Iradiel ha totalizado treinta y cuatro años de intensa vida profesional, durante los cuales ha asumido distintas responsabilidades y tareas. Fue decano de la Facultat de Geografia i Història en 1986-1987, director del Departament d’Història Medieval en 1981-1993 y 1999-2005, y también director de la Revista d’Història Medieval que editó este departamento entre 1990 y 2002. Asimismo, ha sido investigador principal de numerosos proyectos de investigación, subvencionados mediante convocatorias públicas: entre otros, sobre todo los cinco proyectos de duración trienal o cuatrienal concedidos por el Gobierno de España entre 1996 y 2015,1 sin olvidar el proyecto prácticamente inicial de la Generalitat Valenciana de 1988-1990,2 ni las cinco acciones integradas España-Italia obtenidas entre 1991 y 2002.3 Finalmente, Paulino Iradiel ha dirigido o codirigido veintiuna tesis doctorales entre 1984 y 2008, veinte de ellas en la propia Universitat de València y una en la Universitat Jaume I de Castelló. Al final de la presente introducción, en el apéndice, figura el elenco completo de tales tesis.

El repaso a sus títulos permite testimoniar algunas pautas de trabajo dominantes: en principio, en términos territoriales y cronológicos, la atención por la ciudad y el reino de Valencia en su fase bajomedieval (siglos xiii-xv), una de las referencias históricas esenciales del actual País Valenciano; después, en clave temática, el tratamiento de asuntos sociales y económicos, acompañados –eso sí– de no pocas ni irrelevantes incursiones en cuestiones políticas e institucionales. En medio de este panorama, sin embargo, es innegable que la opción por la historia social y económica, y la preocupación por los aspectos teóricos y metodológicos del quehacer historiográfico en ambos terrenos, constituyen una especie de signos distintivos de Paulino Iradiel y de la mayoría de sus antiguos doctorandos, en sus trayectorias previa y posterior a la tesis.

Al respecto, y por si sirve una opinión externa a la Universitat de València, Carlos Laliena (catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza) ha recordado en 2016 las «orientaciones teóricas y metodológicas consistentes» proporcionadas por Paulino Iradiel a los investigadores valencianos y la aportación decisiva de todos ellos tanto a la historia económica de la Corona de Aragón en la Baja Edad Media como, sobre todo, al cambio de percepción de dicha historia económica que el profesor Laliena observa en el devenir historiográfico general desde la década de 1980 (2016: 19-21). Incluso las miradas retrospectivas que el propio Iradiel ha dedicado a los trabajos impulsados desde Valencia han enfatizado ideas que irían en una línea similar. En 1995 hablaba ya de los historiadores formados en las décadas de 1980 y 1990 en el Departament d’Història Medieval valenciano, entre los que distinguía un «grupo de colaboración de intercambio historiográfico» definido tanto por el intento de profundizar en ámbitos de investigación novedosos, como por el cuidado con que se pretendía comprender de manera menos esquemática la sociedad del pasado (1995: 12-13). Mientras, mucho más recientemente, ha insistido en el lenguaje y los intereses comunes asumidos por las generaciones de historiadores que se han sucedido y que se han ocupado en especial de la historia urbana, siempre con la idea de haber estado en un work in progress que ha permitido avanzar en el desciframiento del tiempo y el espacio histórico analizados (2016: 327-329 y 341). Con balances como estos, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos sobre el Medievo de Valencia y su reino, no es extraño que el propio Paulino Iradiel haya llegado a referirse a esa Valencia como «un verdadero caso historiográfico» y a alguno de sus grupos sociales como «un verdadero laboratorio social de historia comparada» (2010: 278 y 298).

 

Las muestras que consentirían ilustrar lo que venimos señalando son varias. Pero quisiéramos resaltar tres, no solo porque son muy cercanas a quienes firmamos esta presentación, sino también porque suponen realidades que han contribuido a que la tarea de los investigadores de Valencia en el tiempo de Paulino Iradiel haya sido destacada a escala de la historiografía española y hasta europea. Primera realidad, en cuanto a fuentes: el recurso a la abundante documentación notarial valenciana, que se ha revelado, más allá de sus límites y problemas, como una base de primer orden para la reconstrucción de la sociedad y la estructura económica regionales a finales de la Edad Media (Iradiel, 2011). Segunda realidad, en cuanto a conceptos y hechos: el examen de las élites sociales en varias de sus expresiones (urbanas-rurales, políticas-económicas, campesinas-mercantilesartesanales, locales-internacionales y otras), como modo de fijarse en las minorías que protagonizaron los mundos medievales, pero sin ocultar la capacidad motora de quienes no pertenecían en esa época a dichas élites, es decir, la inmensa mayoría de la sociedad (Iradiel (ed.), 1995; Iradiel y Narbona (eds.), 2000). Tercera realidad, en cuanto a procedimientos: el empleo de la prosopografía, un método que, también pese a sus límites, ha manifestado su eficacia a la hora de conjugar fuentes múltiples, testimoniar un sinfín de individuos y estrategias de comportamiento e integrar gran diversidad de datos sociales y económicos (Navarro et al., 1995; Iradiel, Navarro e Igual, 2002). En relación con esto último cabe reseñar cómo, desde foros ajenos, se ha reconocido a los equipos coordinados por Paulino Iradiel su función pionera y principal en la recepción de la herramienta prosopográfica dentro del medievalismo hispánico (Sesma, Laliena y Navarro, 2006: 9).

Todos los artículos del presente volumen, cada uno a su nivel, ejemplifican en conjunto las características que hemos resumido. Además, son trabajos planteados desde la investigación de base, aunque algunos contienen también una fuerte carga de estado de la cuestión y de propuesta de estudio. Así sucede con los de José Bordes y Nieves Munsuri. El primero examina la documentación judicial valenciana de la Baja Edad Media, sobre todo la de la ciudad de Valencia, pero con referencias asimismo a la archivada en otras localidades del antiguo reino. Se combina aquí la observación del sistema institucional en el que se gestaban las fuentes judiciales, de los fondos existentes en la capital y de los problemas que conlleva su tratamiento, con el uso que les ha dado ya la historiografía y con las posibilidades que continúan albergando, especialmente para conocer la sociedad y la economía urbanas. Nieves Munsuri, por su parte, aborda la espiritualidad de los siglos xiii al xv en la Corona de Aragón, centrándose en las ideas apocalípticas y milenaristas y en varios de sus protagonistas, la mayoría valencianos o muy vinculados a Valencia (Arnau de Vilanova, Vicent Ferrer, Francesc Eiximenis e Isabel de Villena). La autora concibe lo espiritual y lo ideológico en clara conexión con las dinámicas socioeconómicas y, en particular, políticas. Ello la lleva a interpretar el milenarismo en el seno de la construcción de elementos de dominación y como factor, pedagógico y justificativo, al servicio del poder político.

Lo que sugieren las últimas líneas sobre la posible imbricación entre distintas facetas del pasado medieval, en realidad, se reproduce en todos los textos de esta miscelánea. Por ejemplo, Ferran Garcia-Oliver explora las arcas municipales de Gandía en el siglo xv, a través de los componentes fiscales y financieros que emergen de tres ejercicios contables que se han conservado: 1405-1406, 1435-1436 y 1487. En su estudio, el análisis de la tecnoestructura fiscal del municipio, el balance pormenorizado de las cuentas y la afirmación de la escalada sufrida por la deuda pública se acompañan del significado que se otorga a las finanzas de Gandía como instrumento de la lucha por el poder, del control político de la villa y de la diferenciación social. En un sentido parecido, el extenso ensayo de cuantificación que plantea Antoni Furió de la deuda pública municipal del reino durante la baja edad media permite concluir: 1) que la canalización de esta sirvió finalmente para reforzar la hegemonía política y económica de la capital valenciana en el conjunto del territorio; y 2) que dicha deuda y sus mecanismos reforzaron las condiciones de desigualdad entre las elites urbanas y rurales y las capas desfavorecidas de la sociedad. Enric Guinot enmarca la fundación de mercados y ferias durante el primer siglo del reino de Valencia (1233-1350) en el proceso de colonización feudal y ordenación económica de un territorio de conquista. A partir de fuentes variadas, pero también de la atención por el silencio de los documentos respecto a la creación de algún mercado o feria, en este artículo se demuestra la institucionalización de 57 mercados y 25 ferias y se argumenta su paulatina aparición, su distribución geográfica y su nacimiento a causa de motivos que son finalmente múltiples (territoriales, económicos, político-jurisdiccionales). David Igual toma el caso de ciertos giros dinerarios entre Valencia y Cerdeña de 1490 a 1492, detectados en registros notariales valencianos, para señalar la complejidad en la época de los circuitos financieros mediterráneos, el papel en su despliegue de una institución como la monarquía de la Corona de Aragón, el engarce de lógicas diversificadas de nuevo (económicas, sociales, políticas) y la función desempeñada en los tráficos por nobles, funcionarios reales y mercaderes y hombres de negocios.

Precisamente, de comerciantes trata Carles Rabassa al investigar los orígenes de la agencia datiniana en San Mateo entre 1393 y 1397, antes de la llegada de Tuccio di Gennaio como factor de esta empresa mercantil toscana. Basándose en los fondos del Archivo Datini de Prato, el autor indaga en los operadores que representaron a la compañía y en su vinculación con ella, así como en sus modos de actuar en torno a la lana y otros productos. En esos modos se entrelazaron elementos formales e informales y estrategias que terminaron siendo contradictorias según el origen, autóctono o italiano, de los corresponsales. También la vertiente mercantil figura en el texto de Joaquín Aparici sobre Bernat Sorell, un acomodado ciudadano de Valencia de la primera mitad del siglo xv, de probable ascendencia catalana, que llegó a ser señor de Geldo (pequeña localidad cercana a Segorbe). Al personaje se le va perfilando con fuentes de Valencia y Segorbe, la mayoría notariales. Estas dibujan una trayectoria socioeconómica que no se centró solo en el comercio de productos: se relacionó asimismo con el establecimiento de alianzas familiares, con las inversiones crediticias e inmobiliarias y hasta con la acreditación de Sorell como tintorero textil en la capital del reino.

El interés por el mundo del trabajo hacia el que acabamos de apuntar aparece, en paralelo, en más artículos del volumen. Los protocolos del notario Miquel Camanyes sirven a Antoni Llibrer para delinear en 1403-1405 la infraestructura, los costes y la praxis de la manufactura cerámica en la villa de Paterna. Los inicios del siglo xv fueron aquí un momento de ascenso de dicha actividad, en la que cabe atestiguar prosopográficamente la emergencia de una élite emprendedora local (de empresarios-productores o artesanos-propietarios) que ejercía funciones de coordinación o gestión de la producción, facilitaba el suministro de materias primas, negociaba en el mercado e incluso accedía a la esfera institucional del lugar. Por otro lado, Germán Navarro repasa el devenir bajomedieval del oficio de los pelaires en la ciudad de Valencia y focaliza su atención en diversas actas inéditas de asambleas corporativas del periodo 1452-1481, realizadas por el notario Joan del Mas. Tales actas ilustran vicisitudes internas del oficio y permiten elaborar una lista de 384 pelaires de Valencia. Más allá de que la cifra certifique el peso numérico de los miembros de la corporación, el censo se ofrece como punto de partida para un análisis prosopográfico y en la línea de estimular un posible proyecto de historia social de este artesanado. Por último, Pau Viciano trata de desvelar la realidad también social de los jornaleros del País Valenciano en el ámbito agrícola cristiano de los siglos xiv y xv, determinando mediante documentación variada qué estratos del campesinado aportaban la oferta de trabajo remunerado. Los datos recogidos muestran dos modalidades de jornaleros: los braceros sin tierra, a menudo jóvenes forasteros que lograban relieve en las áreas periurbanas (comenzando por la ciudad de Valencia), y los labradores pobres y hasta medianos, miembros de la comunidad local, que tenían que completar sus ingresos con un trabajo asalariado.

Finalizamos así el recorrido por los estudios incluidos en este libro. Las especificidades de cada uno confluyen, a la postre, en la observación de una misma realidad: la del sistema social de la Edad Media, analizado en sus aspectos estructurales y de funcionamiento interno a distintas escalas o por medio de los sujetos, individuales o colectivos, que lo vertebraban con sus itinerarios vitales y sus mutuas interacciones. Y todo ello, como se habrá visto, manteniendo como contexto fundamental el pasado bajomedieval del País Valenciano, un escenario que no deja de quedar integrado a lo largo del volumen en otros dos universos: la Corona de Aragón, de una parte; la Europa mediterránea, de la otra. En definitiva, parafraseando lo que Paulino Iradiel ha escrito en diversas ocasiones, la progresión de Valencia como agente destacado de los flujos sociales y económicos puede considerarse no solo una de las novedades históricas más radicales del Mediterráneo occidental sobre todo en el siglo xv, sino también una de las mayores aportaciones de la abundante historiografía que se ha dedicado a la cuestión en las tres últimas décadas (2006: 111; 2007: 143).

Nos gustaría concluir con varios agradecimientos. Primero, a los propios auto-res de los artículos, tanto por su contribución a esta obra como por la comprensión con la que han acogido los tiempos y las exigencias de la publicación. Después, a Enric Guinot, director del Departament d’Història Medieval de la Universitat de València, por su permanente disponibilidad para colaborar con la edición del libro. Para acabar, por supuesto, a Paulino Iradiel, por el constante magisterio que ha ejercido y sigue ejerciendo, ahora también como catedrático emérito de la Universitat de València. La inevitable perspectiva vital y profesional provoca que él pueda pensar que se encuentra, en estos momentos, «al final de mucho» (2016: 327). Pero, en el fondo, quizá solo estemos ante «la continuidad de mucho».

Albacete/Valencia/Zaragoza, septiembre de 2016

1 «Élites locales e internacionales en áreas de convergencia de la Europa mediterránea medieval: Valencia, 1350-1525», años 1996-1999; «Ciudades portuarias y regiones económicas en el Mediterráneo de la Corona de Aragón», años 2002-2005; «Migraciones, elites económicas e identidades culturales en la Corona de Aragón (1350-1500)», años 2005-2008; «Élites sociales y estructuras económicas comparadas en el Mediterráneo occidental (Corona de Aragón, Francia e Italia) en la Baja Edad Media», años 2008-2011, e «Identidades urbanas Corona de Aragón-Italia: redes económicas, estructuras institucionales, funciones políticas (siglos XIV-XV)», años 2012-2015.

2 «La sociedad artesanal y el asalariado valenciano durante la Baja Edad Media».

3 «La influencia de España en la economía italiana de la Edad Moderna (1400-1600)», año 1991; «Mercados monetarios y financieros en España e Italia en época moderna (1400-1600)», año 1992; «Relaciones comerciales entre el área catalano-aragonesa y el reino de Nápoles (1400-1600)», año 1995; «Formas de desarrollo comercial y del mercado asegurador en época medieval y moderna: comparación italo-ibérica», años 1999-2000, y «Las ciudades portuarias en el proceso de desarrollo económico italo-español entre la Edad Media y la Edad Moderna (1400-1700)», años 2001-2002.