El País Valenciano en la Baja Edad Media

Text
Author:
Read preview
Mark as finished
How to read the book after purchase
Font:Smaller АаLarger Aa

En definitiva, hablamos de una documentación que puede permitir aumentar nuestros conocimientos sobre la sociedad valenciana bajomedieval, gracias a que el estudio del funcionamiento real del sistema judicial nos ofrece una visión alejada de la inmovilidad que aparece en otras fuentes documentales escritas.

BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ-NOVOA, C. (1971): La Justicia en el Antiguo Reino de Mallorca, Mallorca.

BAILEY, V. (1980): «Reato, giustizia e autorità in Inghilterra. Un decennio di studi storici», Quaderni Storici, 44, pp. 581-602.

BARRERO, A. M. (1971): «El derecho romano en los Furs de Valencia de Jaime I», Anuario de Historia del Derecho Español, 41, pp. 639-664.

BARRIO, J. A. (1994-1995): «Lo marginal y lo público en Orihuela a través de la acción punitiva del Justicia criminal, 1416-1458», Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, 10, pp. 81-98.

BAZÁN, I. (1995): Delincuencia y criminalidad en el País Vasco en la transición de la edad media a la moderna, Vitoria.

BELDA, M. Á. (1966): El régimen matrimonial de bienes en los «Furs de Valencia», Valencia.

BELLAMY, J. (1973): Crime and public order in England in the later middle ages, Londres.

BELLONI, C. (1991): «Le fonti giudiziarie nella storia italiana del basso Medioevo», Studi Storici, 4, pp. 953-968.

BENEYTO, J. (1934, 1935): «Iniciació a la Història del Dret Valencià», Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 15, pp. 98-109, y 16, pp. 73-87.

BERNAL, S. (1979): La administración de justicia en la Segovia medieval, Segovia. BOIX, V. (1855): Apuntes históricos sobre los Fueros del Antiguo Reino de Valencia, Valencia.

BONACHÍA, J. A. (1998): «La justicia en los municipios castellanos bajomedievales», Edad Media: Revista de historia, 1, pp. 145-182.

BONET, Á. (1982): Procesos ante el Justicia de Aragón, Zaragoza.

BORDES, J. (2003): Desarrollo industrial textil y artesanado en Valencia de la conquista a la crisis (1238-1350), tesis doctoral, Universitat de València.

CASTAÑEDA, V. (1908): «Organización familiar en el derecho valenciano», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 18, pp. 257-282.

CATÁLOGO (1955): Catálogo de la Exposición de Derecho Histórico del Reino de Valencia, Valencia.

CATEURA, P. (1985): «La administración de justicia en la ciudad de Mallorca en la época de Pedro el Ceremonioso», en La ciudad hispánica durante los siglos XIII al XVI, Madrid, vol. 2, pp. 1301-1319.

CÉGOT, J. C. (1981): «Storia della criminalità: le ricerche in Francia», Quaderni Storici, 46, pp. 192-211.

CHABÁS, R. (1902): Génesis del Derecho Foral de Valencia, Valencia.

CHAMOCHO, M. Á. (1998): Justicia real y justicia municipal: la implantación de la justicia real en las ciudades giennenses (1234-1505), Jaén.

CHIFFOLEAU, J. (1984): Les justices du Pape. Délinquance et criminalité dans la region d’Avignon aux XIVe siècle, París.

CRUSELLES, E. (1994): «La intensificación de los intercambios bajomedievales y los protocolos notariales valencianos», en J. Hinojosa y J. Pradells (eds.): 1490, en el umbral de la Modernidad. El Mediterráneo europeo y las ciudades en el tránsito de los siglos XV-XVI, Valencia, vol. 2, pp. 523-531.

— (1999): «La población de la ciudad de Valencia en los siglos XIV y XV», Revista d’Història Medieval, 10, pp. 45-84.

— (2003): «Dinámica demográfica: red urbana e inmigración ciudadana en la Valencia bajomedieval», Saitabi, 53, pp. 35-56.

CRUSELLES, J. M. (2004): «Las fuentes notariales y la investigación histórica: problemas de explotación de datos y análisis de la actividad notarial», en Perspectivas actuales sobre fuentes notariales de la Edad Media, Zaragoza, pp. 7-34. DIÉGUEZ, M. À. (2002): Clams i crims en la València medieval segons el Llibre de Cort de Justícia (1279-1321), Alicante.

DIÉGUEZ, M. À. y C. FERRAGUD (2011): Llibre de la Cort del Justícia d’Alcoi (1263-1265), Valencia.

FERNÁNDEZ, J. A. (1995): Documentación medieval de la Corte de Justicia de Ganaderos de Zaragoza (y Ordinaciones de la Casa de Ganaderos de Zaragoza del año 1511), Zaragoza.

FERNÁNDEZ, M. y J. VILLALMANZO (1976): Catálogo de la serie de Real Justicia, Madrid, 1976.

FERRANDO, S. y N. RANGEL (2011): Llibre de la Cort del Justícia de Sueca (1457), Valencia.

FRANCESCHI, F. (1988): «Criminalità e mondo del lavoro: il tribunale dell’Arte della Lana a Firenze nei secoli XIV e XV», Ricerche storiche, 18, pp. 551-590.

GARCÍA, H. (1922): «El Creix», Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 3, pp. 237-238 y 388-389.

GARCÍA MARSILLA, J. V. (1999): La formación de un mercado del crédito. Orígenes y difusión del censal en la sociedad valenciana (siglos XIII-XIV), tesis doctoral, Universitat de València.

GAUVARD, C. (1991): «De grace especial». Crime, État et Societé en France à la fin du Moyen Âge, París.

GEREMEK, B. (1976): Les marginaux parisiens aux XIVe et XVe siècles, París. GHIARA, C. (1980): «Le fonti criminali genovesi: sondaggi seriali o culturali», Quaderni storici, 44, pp. 603-614.

GÓMEZ, A. y F. CALERO (2003): Fueros y justicia en el Madrid medieval, 1202-1357, Madrid.

GRAULLERA, V. (1994): Historia del derecho foral valenciano, Valencia.

GREGORI, R. M.; J. V. GARCÍA MARSILLA y R. J. PUJADES (2008): Llibre de la Cort del Justícia de València (1283-1287), Valencia.

GUAL, V. (2000): L’exercici de la justícia eclesiàstica. Poblet, segles XV-XVII, Barcelona.

GUINOT, E. (1994-1995): «Sobre l’activitat de la justícia en un menut poble valencià d’inicis del segle XV: Xixona (1413)», Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, 10, pp. 63-80.

GUINOT, E.; M. À. DIÉGUEZ y C. FERRAGUD (2008): Llibre de la Cort del Justícia de València (1280-1282), Valencia.

HANAWALT, B. (1978): Crime and conflict in English communities 1300-1348, Cambridge.

IRADIEL, P. (1990): «El mundo urbano. Propuestas y perspectivas de la investigación medieval», Millars, 13, pp. 81-88.

— (2011): «Fuentes de derecho privado: protocolos notariales e historia econó-mica», en F. Ammannati (ed.): Dove va la storia economica? Metodi e prospettive. Secc. XIII-XVIII, Atti della 42.ª Settimana di Studi dell’Istituto Internazionale di Storia Economica «F. Datini», Florencia, pp. 225-247.

LALINDE, J. (1972): «El sistema normativo valenciano», Anuario de Historia del Derecho Español, 62, pp. 307-329.

LLIBRER, J. A. (2013): «Artesanos ante la Justicia. La organización de la industria textil medieval a través de la documentación judicial: el ejemplo contestano (1470-1492)», Historia. Instituciones. Documentos, 40, pp. 123-151.

LÓPEZ ELUM, P. (1998): Los orígenes de los Furs de Valencia y las Cortes en el siglo XIII, Valencia.

MAGDALENA, J. R. (1988): Judíos y cristianos ante la «Cort del Justícia» de Caste-llón, Castellón.

MANGLANO, J. (1916): Apuntes para una memoria sobre el Justicia de Valencia, Valencia.

MARQUÉS, M. (1963): Introducción al Derecho Foral Valenciano, Valencia.

MARTÍ, J. (1978): «Las Penas en la legislación foral del Reino de Valencia», en XI Asamblea de Cronistas del Reino de Valencia, Valencia, pp. 1-24.

MARZAL, P. (1998): El derecho de sucesiones en la Valencia foral y su tránsito a la Nueva Planta, Valencia.

MUT, A. (1958): «Inventario de la documentación del Justicia conservada en el Archivo del Reino de Valencia. Primera parte: Justicia de Valencia (1280-1321), Justicia Civil (1321-1410) y Justicia Criminal (1321-1669)», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 65, pp. 239-259.

NARBONA, R. (1986): «El Justicia Criminal. Una corte medieval, un procedimiento judicial», Estudis Castellonencs, 3, pp. 287-310.

— (1990): Malhechores, violencia y justicia ciudadana en la Valencia bajomedieval, Valencia.

— (1995): Valencia, municipio medieval. Poder político y luchas ciudadanas (1329-1410), Valencia.

— (1999): «El método prosopográfico y el estudio de las élites de poder bajomedievales», Aragón en la Edad Media, 23, pp. 31-49.

OBARRIO, J. A. (2002): Estudios de tradición romanística: el proceso en el ordenamiento foral valenciano, Valencia.

OLIVER, B. (1876): Historia del derecho en Cataluña, Mallorca y Valencia, Madrid. PÉREZ, P. (1987): «Origen y configuración de una magistratura urbana de la Valencia foral: el Justicia Criminal», Estudis, 13, pp. 21-73.

— (1990): La comparsa de los malhechores. Valencia, 1479-1518, Valencia.

— (1991): El Justicia criminal de Valencia (1470-1707). Una magistratura urbana valenciana ante la consolidación del Absolutismo, Valencia.

PESET, M. (1998): «Prólogo», en P. López Elum: Los orígenes de los Furs de València y de las Cortes en el siglo XIII, Valencia, pp. 9-16.

PESET, M. et al. (2003): Derecho Foral Valenciano, Valencia.

PILES, L. (1970): Estudio documental sobre el Bayle General de Valencia, su autoridad y su jurisdicción, Valencia.

PINTO, G. (1982): «Controllo politico e ordine pubblico nei primi vicariati fiorentini. Gli “atti criminali degli ufficiali forensi”», Quaderni storici, 49, pp. 226-241.

 

PONSODA, J. J. (1996): El català i l’aragonés en els inicis del Regne de València segons el Llibre de Cort de Justícia de Cocentaina (1269-1295), Alcoy.

ROCA TRAVER, F. (1970): El Justicia de Valencia, 1238-1321, Valencia. ROMEU, S. (1974): «Los delitos patrimoniales en los Fueros de Valencia», en Estudios jurídicos en homenaje al profesor Santa Cruz Tejeiro, Valencia, vol. 2, pp. 205-323.

SALRACH, J. M. (1997): «Prácticas judiciales, transformación social y acción política en Cataluña (siglos IX-XIII)», Hispania, 57/3, 197, pp. 1009-1048.

SÁNCHEZ-ARCILLA, J. (1980): La administración de justicia real en Castilla y León en la Baja Edad Media (1252-1504), Madrid.

SEVILLANO, F. (1957): Valencia urbana medieval a través del oficio del Mustaçaf, Valencia.

SILVESTRE, A. (2008): Llibre de la Cort del Justícia de València (1287-1288, 1298), Valencia.

TORRÓ, J. (2009): Llibre de la Cort del Justícia de Cocentaina (1294-1295), Valencia.

VALLERANI, M. (1990): «Conflitti e modelli procedurali nel sistema giudiziario. I registri di processi di Perugia nella seconda metà del XIII secolo», Società e storia, 13, pp. 267-299.

— (1991): Il sistema giudiziario del comune di Perugia: conflitti, reatti e processi nella seconda metà del XIII secolo, Perugia.

VICIANO, P. (2006): «Violencia y sociedad en una villa medieval: Castellón de la Plana en el siglo XV», Hispania, 66/224, pp. 851-882.

— (2013): «Endeudarse para consumir e invertir. La función económica de las obligaciones en una villa rural valenciana (Castellón de la Plana en 1499)», Historia agraria, 61, pp. 13-44.

1 La división por décadas es la siguiente. Para la década 1280-1289, 7 vols.; 1290-1299, 1 vol.; 1300-1309, 6 vols.; 1310-1319, 19 vols.; 1320-1329, 33 vols.; 1330-1339, 44 vols.; 1340-1349, 73 vols.; 1350-1359, 136 vols.; 1360-1369, 145 vols.; 1370-1379, 127 vols.; 1380-1389, 257 vols.; 1390-1399, 273 vols.; 1400-1409, 326 vols.; 1410-1419, 202 vols.; 1420-1429, 167 vols.; 1430-1439, 198 vols.; 1440-1449, 229 vols.; 1450-1459, 169 vols.; 1460-1469, 113 vols.; 1470-1479, 142 vols.; 1480-1489, 99 vols.; 1490-1499, 88 vols.

2 La división por libros según el catálogo del archivo es la siguiente: Requisicions i Lletres, 4 vols.; Demandes, Rahons, Requisicions, 16 vols.; Manaments i Empares, 41 vols.; Oposicions, 26 vols.; Vendes (Penyores), 5 vols.; Lletres, 54 vols.; Tuteles i Cures, 51 vols.; Vendes, 40 vols.; Demandes (Rahons contra requisicions), 65 vols.; Manaments i executoris, 73 vols.; Vendes maiors, 74 vols.; Requisicions, 173 vols.; Jueus, 5 vols.; Condepnacions i Obligacions, 31 vols.; Vendes menors, 34 vols.; Demandes, 10 vols.; Rahons, 37 vols.; Contumàcies, 10 vols.; Demandes i Oposicions, 114 vols.; otros, 28 vols.

3 Un total de 958 libros entre 1410 y 1500 divididos en: Manaments i Empares, 40 vols.; Requestes, 123 vols.; Cèdules, 1 vol.; Condepnacions i Obligacions, 60 vols.; Contumàcies, 6 vols.; Cures, 31 vols.; Curateles i Cures, 39 vols.; Escipió de bens, 1 vol.; Judiciari, 1 vol.; Lletres, 62 vols.; Vendes maiors, 1 vol.; Manaments executoris, 119 vols.; Execucions, 1 vol.; Vendes, 86 vols.; Ofertes, 164 vols.; Oposicions, 1 vol.; Penyores, 1 vol.; Peticions, Demandes, 34 vols.; Peticions, 91 vols.; Rahons, 56 vols.; Llibre judicial, 22 vols.; Peticions, Oposicions, 2 vols.; Rahons contra manaments, 1 vol.; Subastacions, 5 vols.; Llibre del corredor, 1 vol.; Processos, 2 vols.; Informacions testificals, 1 vol.; Tuicions, 5 vols.

EL DEUTE PÚBLIC MUNICIPAL AL REGNE DE VALÈNCIA EN LA BAIXA EDAT MITJANA

UN ASSAIG DE QUANTIFICACIÓ*

Antoni Furió Universitat de València

Qualsevol que s’haja interessat per la història econòmica de la Corona d’Aragó a la baixa edat mitjana, i en particular pels aspectes fiscals i financers, ha pogut constatar la impor tància –i l’omnipresència en les fonts documentals– del crèdit i l’endeutament, tant a curt com a llarg termini, i tant en l’àmbit privat com en el públic. Els protocols notarials, però també els registres judicials, els llibres de comptabilitat, els manuals de consells, els papers privats i, en general, documents de naturalesa molt diversa estan plens de referències a ope racions de crèdit i a les formes en què havien de ser liquidades i els interessos que havien de reportar, des de la contractació de l’emprèstit a la reclamació del seu impagament davant del jutge, passant per l’acord municipal de manllevar un préstec o d’emetre títols de deute, la constitució de dots i herències amb «paquets» de deute o la seua utilització com a moneda, és a dir, com a instrument de pagament en comptes de diner en metàl·lic. Particulars i institu cions recorrien regularment a préstecs a interès, dipòsits i comandes, compres a terminis i, de manera creixent i generalitzada des de les primeres dècades del segle XIV, a una nova modalitat de crèdit a llarg termini, el censal, conegut en francès i en altres llengües europees amb el nom de rentes o d’annuities, que es caracteritzava perquè, al contrari que en el préstec, el capital manllevat només era redimible a voluntat del deutor i per un tipus d’interès més baix que l’usurari. Molts factors contribuïren a la seua difusió en els dos últims segles de l’edat mitjana, des de la major tolerància eclesiàstica –enfront de la condemna de la usura– a l’eficàcia del sistema legal i judicial que garantia els drets dels creditors i encalçava els deutors morosos i insolvents, els tipus d’interès més baixos (del 8,33% a menys del 3%, enfront del 20% imposat legalment a la usura, però que en la pràctica podia duplicar-se i fins i tot tripli car-se) i, sobretot, la seua adopció per les institucions públiques, des de les hisendes locals a la reial i la del regne (administrada per la Generalitat), cosa que aplanà moltes de les reticèn cies dels qui encara en dubtaven de la moralitat i ajudà a garantir-ne la seguretat i la confiança dels inversors. Mentre que les altres formes de crèdit requerien disposar de capitals impor tants per a poder-los prestar i procediments més complexos per a donar seguretat als credi tors, tot reduint aquests a prestadors especialitzats (cristians i jueus que practicaven el préstec usurari; canvistes, mercaders i banquers que havien desenvolupat tècniques financeres i ban càries cada vegada més sofisticades), el nou sistema de crèdit a llarg termini afavoria la participació d’inversors no professionals i, amb ella, la mobilització d’un volum de capitals cada vegada major. Una massa monetària ingent, que no es limitava només als capitals invertits, sinó que s’estenia també al pagament regular, periòdic, dels interessos i que circulava en una doble direcció, dels creditors –majoritàriament residents a la ciutat de València i a les princi pals viles del regne– cap als deutors, en forma de crèdits –el principal del deute–, i dels deu tors cap als creditors, en forma de pensions o interessos del deute.1

Avaluar el volum d’aquest deute, tant del públic com del privat, és una tasca difícil i complexa, però factible, a partir de la documentació comptable disponible, que ens permetria comparar-lo amb d’altres dades macroeconòmiques, com el PIB i la renda per càpita, i estu diar-ne la incidència sobre l’economia del país i també sobre l’increment de la desigualtat entre els diferents grups socials. En aquest treball, em centraré en el deute públic, i en particu lar, en el municipal, deixant per a futurs estudis les altres modalitats de deute públic –el deute sobirà– i el deute privat, el més important de tots en termes quantitatius, però també el més elusiu, des del punt de vista documental. Aquest objectiu, de quantificar i estimar el deute municipal, es beneficia dels ja nombrosos estudis sobre les hisendes locals del regne de València en la baixa edat mitjana, és a dir, sobre la fiscalitat i les finances municipals, i fins i tot de les monografies disponibles sobre el volum i la incidència del deute en algunes viles i ciutats del país.2 Tots aquests treballs documenten el fort endeutament que patien les ciutats, viles i llocs valencians des de la segona meitat del segle XIV, degut en bona mesura a l’escala da de la despesa militar –sobretot en els anys de la guerra amb Castella– i a les demandes pecuniàries de la corona per a finançar-la, i la preponderància que hi tenia la capital del regne en tant que residència de la majoria dels creditors, tant de l’estament ciutadà com del nobiliari. Cada any, en efecte, afluïa cap a la ciutat de València una quantitat ingent de diners –en què es materialitzava i vehiculava una part important dels excedents econòmics del país– en forma de pensions de censals –interessos del deute– pagades regularment pels deutors, en aquest cas, les hisendes municipals de la major part del regne. Per tal de pagar les pensions, els con-sells urbans havien no sols de destinar-hi la major part dels seus ingressos fiscals, sinó també de crear nous impostos i incrementar cada vegada més la pressió fiscal. El deute muni cipal tenia així importants implicacions. En primer lloc, desviava cap als creditors –els grups socialment privilegiats, locals i forans, sobretot de la ciutat de València– una part important de l’esforç fiscal de la població. En segon lloc, i donada la insuficiència dels ingressos regulars, inclosos els fiscals, desenvolupà i incrementà la pressió tributària sobre els contribuents. I, en tercer lloc, aquest increment de la fiscalitat no podia deixar de tenir repercussions sobre l’economia en general. Potser no de manera directa i sobre tots els sectors productius –més sobre l’agricultura i el comerç que sobre la manufactura–, però sí de manera indirecta i sobre alguns àmbits en particular com el patrimoni immoble, el consum i la circulació de productes de primera necessitat, que eren els principals béns i serveis sotmesos a tributació.

Per altra part, aquests rèdits fiscals –extrets en última instància de la producció econò mica– es canalitzaven i redistribuïen entre una reduïda i poderosa capa de creditors, integrada per les elits burgesa i nobiliària de la capital i, en menor mesura, per les elits locals d’altres viles i comunitats rurals del regne, que eren els veritables beneficiaris del sistema. És impor tant també saber en quina mesura el desenvolupament d’aquest accentuà les tendències ren distes dels sectors privilegiats, com afirmava Fernand Braudel fa quasi setanta anys (Braudel, 1949, vol. 2: 68) en parlar de la trahison de la bourgeoisie, o si, almenys per a les capes burgeses i mercantils, més dinàmiques que les nobiliàries, la compra de deute municipal –que procurava beneficis menys lucratius però més segurs que els d’altres opera-cions més atzaroses– constituïa una més de les seues estratègies inversores, amb la qual diversificar els riscs i assegurar-se la percepció de rendes. En qualsevol cas, per a aquests sectors, la inversió en el deute públic –municipal o sobirà– era un negoci més dels relacionats amb l’aprofitament –el desviament en benefici propi– de la fiscalitat, com ho eren també l’arrendament d’impostos –municipals, reials i del regne–, de rendes i drets senyorials i delmes i primícies eclesiàstics, que s’afegien a les seues iniciatives empresarials en el món de la producció agrícola –per exemple, en l’arròs, el sucre, la morera, el pastell i altres cultius especulatius– i en el del comerç. S’ampliava així la bretxa entre els qui no contribuïen –per ser privilegiats– o contribuïen poc –per frau o per poder-se permetre un nivell major d’autoconsum, que evitava la imposició indirecta sobre els productes de prime ra necessitat– i es beneficiaven de l’increment i la redistribució de la fiscalitat, és a dir, del que pagaven, i cada vegada més, els altres, i els qui es veien forçats a contribuir, per baixos que fossen els seus ingressos, i es veien desposseïts d’una part substancial dels seus recursos a través de la fiscalitat. En aquest sentit, fora interessant determinar com i en quina mesura la fiscalitat i el deute, és a dir, el sistema fiscal i financer articulat al voltant del servei del deute, i la transferència massiva cap als creditors dels ingressos fiscals de les hisendes munici pals que en resultava, descapitalitzava i fins i tot comprometia les economies familiars més vulnerables, tot eixamplant la desigualtat entre els diferents grups socials.

 

Això i el paper central que ha tingut el deute públic en la crisi financera i econòmica dels últims deu anys, amb el sotmetiment dels Estats als mercats internacionals i la imposició de polítiques d’austeritat que tan nocives s’han mostrat per a molts països, en particular per als de l’Europa del sud, ha vingut a reforçar l’apreciació negativa que en tenia i en té una part de la historiografia. Fonamentalment, els especialistes que se n’han ocupat han destacat l’as fíxia de les finances municipals, totalment consagrades al servei del deute i, per tant, incapaces d’atendre altres urgències i necessitats; el malbaratament que això implica de recursos que, emprats d’una altra manera, haurien resultat més productius; la inducció al risc moral i al comportament rendista, en comptes d’un de més «emprenedor»; i la imposició de càrregues sobre les futures generacions, que les obligaran a continuar pagant els interessos. Per a aquests historiadors, el sanejament de les fi nances i un creixement econòmic sostenible passen per la reducció del deute. En una interpretació totalment oposada, una altra part de la historiografia ha insistit, per contra, en els valors positius, en la mesura que proporcionava als municipis –i a l’Estat, en el cas de la Generalitat– un poderós recurs financer amb el qual atendre ràpida ment una emergència, des de garantir el subministrament alimentari en mo ments de carestia a fer front a una necessitat sobrevinguda, generalment de naturalesa militar; repartir la càrrega al llarg dels anys, i també de diverses gene-racions; i contribuir a la integració i cohesió social, en la mesura que els primers i principals creditors de la comunitat, els primers a prestar els seus diners, i a preus més baixos, per fer front a les necessitats d’aquesta, n’eren també veïns. Ben utilitzat, el deute públic, en mans sobretot de creditors locals, permetia sanejar i finançar la càrrega a un cost més baix (Dyson, 2014). El deute també hauria contribuït, en altres narratives, a reforçar els drets de propietat que servien com a garantia dels emprèstits i que, si en el crèdit privat eren generalment propietats immobles, en el cas del deute públic munici pal eren els ingressos fiscals de la hisenda local. En aquesta interpretació, el deute hauria contri buït no tant a l’ofegament de l’aparell financer dels municipis, en absorbir-ne la major part dels recursos, com a la construcció d’un veritable sistema fiscal i financer, prèviament inexis tent i bastit justament per a satisfer les demandes de la corona i els interessos del deute. El deute públic, si no la crea, almenys està darrere de la consolidació i el desenvolupament de la fiscalitat. En un cas, es destaca el desviament de la inversió privada per l’Estat –en aquest cas, les ciutats–, l’atròfia de l’emprenedoria privada –com ja feia Pierre Vilar fa cinquanta anys en referència a les capes burgeses barcelonines del Tres-cents, dinàmiques i emprenedores, esdevingudes rendistes i indolents en el Quatre-cents– i la subordinació de les polítiques –fiscals, financeres, econòmiques– als interessos dels rendistes, cosa que convertia el deute públic en un obstacle al creixement i el progrés econòmic i social. En l’altre, es magnifiquen els beneficis d’un sistema que permetia als consells municipals i les institucions públiques en general disposar de diners de forma ràpida i a un preu més baix que els molt més onerosos crèdits a curt termini (Epstein, 2009; Zuijderduijn, 2009; Stasavage, 2011).

He abordat algunes d’aquestes qüestions en altres treballs, citats a la nota 1, tot i que es tracta d’un tema que requereix una atenció i una reapreciació constants, a mesura que el nostre coneixement es beneficia de l’aportació de noves dades i interpretacions. En aquest text, l’objectiu se centra fonamentalment en poder aproximar una xifra, en poder estimar el volum del deute municipal al regne de València en la baixa edat mitjana, a partir tant dels casos estudiats, i singularment el de la capital, com de projeccions ponderades per a la resta de ciutats, viles i llocs, i en comparar aquesta quantitat amb d’altres magnituds d’un ordre similar. L’assaig de quantificació s’estén també al repartiment de la càrrega financera per càpita i per família, a la incidència del deute en el conjunt de les finances locals, tant entre els ingressos com entre les despeses, a les relacions entre deute i fiscalitat i a la condició social i la residència dels creditors. Finalment, la determinació del deute municipal és un primer pas en el càlcul del deute valencià, tant públic com privat, i d’altres magnituds macroeconòmi ques, com el PIB i la renda per càpita, que espere poder abordar en futurs treballs.

I

La ciutat de València

No entraré en profunditat en el cas de la ciutat de València, perquè ha estat estudiat de manera exhaustiva per al segle XV per Ernest Belenguer (1976) i, de manera parcial, per al segle XIV per Juan V. García Marsilla i Jorge Sáiz (García Marsilla i Sáiz, 1997; García Marsilla, 1999) i per mi mateix (Furió, 2002; 2005a).3 En cent cinquanta anys, les pensions de censals –això és, el deute públic consolidat– que havia de pagar cada any la capital valenciana als seus creditors havien passat de 72.536 sous el 1365 a 360.843 el 1400, 763.880 el 1500, 1.113.340 el 1525 i 1.397.280 sous el 1550.4 Una escalada prodigiosa que multiplicava gairebé per vint les quantitats inicials. És clar que, paral·lelament, també havia anat creixent la hisenda municipal i la capacitat financera de la ciutat. Millor dit: no és que hi hagués una hisenda prèvia i clarament definida des del principi que hagués hagut de fer front amb els seus recursos ordinaris a l’escalada del deute, sinó que la mateixa hisenda es definia i creixia –amb nous i majors recursos fiscals i financers– amb el progressiu increment del servei del deute –el pagament dels interessos i, en menor mesura, l’amortització de capital–, que constituïa la principal partida de les despeses de la ciutat. El 1365, el primer any per al qual disposem de registres comptables, els ingressos ascendien a 305.751 sous i les despeses a 314.495 sous i 7 diners.5 Al final del segle XIV i començament del XV, aquestes quantitats se situaven ja entorn dels dos milions de sous, per a pujar a més de tres milions i mig els primers anys del segle XVI i a gairebé el doble, quasi set milions, el 1550. En menys de dues centúries, les despeses de la ciutat de València s’havien multiplicat, igual que les pensions i al ritme d’aquestes, per més de vint.

No sols el deute públic s’incrementà al llarg de la baixa edat mitjana i la prime-ra edat moderna i, amb ell, el volum total de les despeses municipals, sinó també el pes del pagament de les pensions en el conjunt de la hisenda local. El 1365, el primer any, com he dit, per al qual disposem de registres complets dels ingressos i despeses de la comptabilitat municipal,6 el servei del deute ascendia ja al 37,5% del total de les despeses: 118.028 sous del total de 350.000 sous a què pujaven les despeses. Bé és veritat que, d’aquesta quantitat, només 72.520 sous (61,46%) corresponien al deute consolidat o a llarg termini, la nova modalitat de crèdit implementada per la hisenda local, mentre que 45.480 (38,54%) corresponien encara al deute flotant o a curt termini (bàsicament, préstecs). En rigor, doncs, tot i que l’endeutament de les finances municipals suposava ja més d’un terç del total de les despeses, el deute consolidat en forma de pensions de censal no arribava encara a la quarta part (23%). Aproximadament la mateixa proporció que vint-i-cinc anys després, el 1391 (23,65%). Tanmateix, el 1400 pujava ja al 57% i el 1411 al 63%, per a arribar a les tres quarts de les despeses municipals el 1485 (76%) i situar-se en la primera meitat del segle XVI entre més de la meitat (56,5% el 1515) i les dues terceres parts (66,8% el 1550).

Els quadres 1 i 2 mostren, respectivament, el volum dels ingressos i les despeses, i el volum de les pensions de censals i el percentatge d’aquestes (i del deute públic en general, és a dir, incloent-hi també les amortitzacions de capital) dins el conjunt de les despeses, per a la ciutat de València entre el segle XIV i el segle XVI:

QUADRE 1

Ingressos i despeses de la ciutat de València (en sous)


QUADRE 2

Deute públic de la ciutat de València en termes absoluts i en relació al total de les despeses municipals


Del quadre 2, que reuneix les dades de diferents estudis i investigadors, es desprenen algunes conclusions sobre el volum –absolut i relatiu– i la cronologia del deute públic de la ciutat de València en un període de gairebé dues centúries, entre mitjan segle XIV i mitjan segle XVI. En primer lloc, que el deute públic total (flotant, consolidat, interessos i amortit zació), que a la segona meitat del Tres-cents suposava entre una quarta i una tercera part del total de les despeses, s’havia situat ja per damunt del 50% al començament del Quatre-cents per a arribar, en aquesta mateixa centúria i en la següent, als dos terços i fins i tot les tres quartes parts del total de les despeses. El gros dels ingressos municipals, procedents en la seua major part dels impostos indirectes sobre el consum (cises), es destinava, doncs, al paga ment regular dels interessos del deute i, de manera més irregular, a la seua amortització. En segon lloc, que, mentre que al llarg del segle XV la major part del deute –i del conjunt de les despeses municipals– estava representat pel pagament anual dels interessos (pensions), llevat de casos excepcionals, com en la conjuntura bèl·lica de 1429-1430, quan la Corona d’Aragó estava en guerra amb Castella, en la primera meitat del segle XVI ho estava per l’amortització (quitament) del capital manllevat. Quan disposem d’ambdues magnituds per a un mateix any, el volum del quitament és molt més gran que el del pagament de les pensions i en alguns anys, com el 1550, fins i tot el duplica. Sembla constatar-s’hi, doncs, una política de contenció i fins i tot reducció del deute, en contrast amb l’escalada que havia experimentat aquest al segle XV i que havia portat gairebé a l’asfíxia de les finances municipals, pràcticament subor dinades al servei (pagament de les pensions) del deute. I en tercer lloc, que, en termes abso luts, el deute consolidat de la ciutat de València se situava entorn dels 400.000 sous al final del segle XIV i començaments del XV, dels 500.000 sous des de la segona dècada del Quatre-cents i del 1.000.000 des de la segona dècada del Cinc-cents. Cada any, doncs, la capital valenciana destinava mig milió de sous al pagament de pensions de censals en les primeres dècades del segle XV, quan la ciutat devia comptar amb uns 40.000 habitants, i un milió de sous un segle més tard, quan la seua població devia ser aproximadament el doble. El que suposa uns 12 sous i mig per habitant, en ambdós moments, o, de manera potser més indica tiva, 62,5 sous per foc o família.8

You have finished the free preview. Would you like to read more?