Refugiados ambientales

Text
Read preview
Mark as finished
How to read the book after purchase
Font:Smaller АаLarger Aa

Luego de la migración involuntaria, la familia queda generalmente desunida porque los varones estarán en mejores condiciones de salir que las mujeres, quienes se quedan con los hijos menores o tienen que migrar con ellos.

En sociedades rurales existe un apego emocional a las pocas propiedades con las que cuenta la familia y la comunidad. La tierra, el ganado, la producción agrícola, el agua, las plantas, la diversidad biológica, etc. no solo son elementos de vida materiales, sino que también tienen un contenido simbólico-ritual, un espíritu vivo con el que pueden dialogar y que tiene valor intrínseco. Cuando se abandona la casa, la chacra, el medio ambiente, también se deja atrás el contenido cultural. El problema se agrava porque no saben si retornarán y podrán recomponer su universo simbólico-ritual, mágico-religioso.

Detrás de los millones de migrantes forzosos o involuntarios están los varones, niños, ancianos enfermos, etc. Asimismo, las esperanzas de encontrar una vida mejor; así como los sufrimientos, las expectativas de encontrar nuevas relaciones sociales y recomponer la familia, tener un trabajo, etc. En general, todos estos aspectos que pertenecen a cada cultura y cada sociedad no están registrados en números.

Al parecer, para los que toman las decisiones sobre los impactos del cambio climático, los números son más importantes porque son datos objetivos, pero los aspectos cualitativos no existen. El desarraigo y los shocks culturales, que son inherentes a todo proceso de desplazamiento en las salidas y en las etapas siguientes, son de igual importancia que los efectos objetivos. Una manera eficaz de tener éxito en la política ambiental es tener en cuenta los patrones culturales de cada grupo; por ejemplo, sus concepciones de tiempo, espacio, familia, su lengua y las manifestaciones de su cultura no material.

La migración forzada por razones del cambio climático varía de una cultura a otra. Estas tienen sus particularidades debido a sus causas, los contextos ecológicos y humanos diversos que merecen su propio análisis, diagnóstico y tratamiento. No hay una sola respuesta a estos fenómenos. Otra dificultad para su análisis y tratamiento está determinada por quién o quiénes van a definir —y bajo qué criterios— a los migrantes forzosos. A veces se les considera más bien como migrantes involuntarios o compulsivos, conceptos que sí son reconocidos por organismos internacionales, como el Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas o las convenciones sobre desplazados. Las organizaciones internacionales que tratan el tema de los migrantes involuntarios tendrán que incorporarlo dentro de su legislación porque este fenómeno es un hecho presente y será en el futuro el mayor factor de migración forzada. La diversidad de procesos migratorios involuntarios debe ser analizada dependiendo no solamente de las causas que los producen, sino también del tipo de migración. Como en el caso de las migraciones no climáticas, existen tres tipos de migración climática, que dependen de su orientación, su temporalidad, su espacialidad, sus efectos y el proceso mismo de la migración: migraciones estacionales, temporales y permanentes.

3.1. Estacional

Este es otro de los efectos del cambio climático. Se manifiesta en épocas del ciclo agrícola y productivo, cuando la población o parte de ella se mueve dentro y fuera de su lugar de origen o su país. Este movimiento es mayor después de la siembra o la cosecha de los productos agropecuarios, cuando ya no son suficientes para el sostenimiento de la familia. Su principal causa es la pobreza y los efectos del cambio climático, como la pérdida de agua o su contaminación causada por los relaves mineros, petroleros o gasíferos, o cuando hay escasez o abundancia de ella.

En este caso, la migración es, además, laboral, debido a la necesidad de obtener ingresos complementarios para el presupuesto familiar. Por ejemplo, una población que siembra maíz o papa como producto básico de su alimentación retorna entre noviembre y marzo o en épocas de sembrío, para las que se necesita mano de obra abundante. En algunas oportunidades, la mujer se queda en la casa con los hijos y ancianos para reemplazar al varón (esposo, joven o adulto) en las tareas y obligaciones de la comunidad, mientras este envía o trae las remesas monetarias y no monetarias desde las ciudades grandes o intermedias; los centros mineros, petroleros y gasíferos; las plantaciones de arroz, plátano y frutales; o, en el caso de los países andinos, el cultivo de la hoja de coca, el cacao y el café (que son propios de la selva amazónica). En general, los trabajadores tienen redes sociales en esos lugares, que pueden estar compuestas por sus familiares y paisanos; además, no requieren de una residencia y viven en campamentos, en la casa de un familiar o alquilan cuartos. Las fechas de salida estacional son entre abril y agosto o setiembre, fechas de secano o falta de agua o abundancia de ella. Estos son meses donde los animales domésticos dan poca leche, están subalimentados y no pueden ser comercializados.

La mayor razón para la disminución de la producción agropecuaria en la actualidad es la falta de agua, que además produce conflictos entre los mismos agricultores o con pobladores y autoridades urbanas, como sucede en la costa y la sierra peruana.

El cambio de clima también trae consigo la aparición de nuevas enfermedades a las plantas y el aumento de roedores que se multiplican rápidamente cuando la temperatura aumenta, lo que pone en peligro las cosechas de granos. A esto se añade la cada vez creciente irregularidad del comportamiento climático. Hace algún tiempo, las épocas de lluvias y sequías eran bien definidas, lo que permitía a los campesinos programar con regularidad sus actividades.

En la costa peruana, se cultiva limón y mango, productos que ahora se exportan a la Unión Europea; no obstante, debido al aumento de la temperatura, la floración aparece antes de la época y los pétalos se caen, dando lugar a que se pierdan los frutos por falta de suficiente tiempo de maduración7.

Todas estas nuevas condiciones en la agricultura afectan la producción y el sostenimiento doméstico. A esto se suma la apertura de nuevas carreteras y la aparición de nuevos blancos migratorios, los cuales contribuyen todos juntos a la migración climática estacional. La importación de los alimentos en los países pobres, donde la economía se ha abierto al mercado internacional que estimula los transgénicos, es un factor adicional para el decrecimiento de la producción alimentaria. Esto es más crítico cuando la población crece, porque cada niño o niña que nace implica una demanda principalmente de alimentos. De ahí que una de las metas del milenio (la reducción de la desnutrición a una tercera parte) no se haya cumplido en muchos países.

La migración estacional ya era una realidad antes de la causa ambiental y que su causa principal fue y será la necesidad de ingresos complementarios. Lo que produce hoy el cambio climático, responsable de la elevación de la temperatura, es acelerar más la migración estacional. Aquel, junto con la pobreza rural, será el mayor responsable para este tipo de migración, con las respectivas consecuencias en los procesos de urbanización, despoblamiento rural y problemas como la falta de agua o el abandono del campo, en el caso de las ciudades.

3.2. Temporal

Se produce cuando las personas abandonan sus lugares de origen independientemente de la estacionalidad de la producción agropecuaria y se realiza en cualquier época del año del calendario agrícola.

Las razones son similares a las de la migración estacional. Por razones del calentamiento global, nuevos efectos se producen y se producirán, entre ellos el aumento de lluvias en algunas épocas del año y el alargamiento de la época de seca, factores que generan más escasez de pastos para la alimentación de los animales, la elevación de la temperatura en época de secano o estiaje y la elevación del nivel del mar por la desglaciación de los Andes, el Himalaya y los polos. Veamos cómo afecta cada uno de estos a la migración temporal.

El aumento de lluvias se debe a la evaporación de los ríos, el mar, las lagunas, los lagos y otras fuentes de agua, lo cual incrementa el volumen de las precipitaciones y afecta terrenos agrícolas, plantaciones y, en muchos casos, los hogares. En consecuencia, las personas tienen que desplazarse a lugares más seguros de manera temporal y retornan cuando baja el volumen del agua. La residencia temporal durante el proceso de inundación puede ser en una ciudad, otra comunidad, otra residencia donde viven familiares o paisanos o lugares donde hay demanda laboral. Hay tres casos emblemáticos de desplazamiento temporal en el mundo: en el sur de Bangladesh, en las riberas del río Nilo en África y en Piura, en el norte peruano.

Bangladesh es un país superpoblado, con 120 millones de habitantes. Ahí se producen cada año dos estaciones marcadas: lluvias y sequías. La primera se extiende desde noviembre hasta marzo; la segunda, desde abril hasta octubre. En épocas de lluvia, las inundaciones cubren hasta el 50% del territorio nacional bangladesí, lo que daña las plantaciones y territorios cultivables; además, las tierras son contaminadas con sal, principalmente aquellas destinadas para el cultivo del arroz. En esa época, las personas migran temporalmente hasta que pasen las lluvias, las mismas que en los últimos decenios aumentaron como consecuencia del calentamiento global. De igual manera, a causa de la elevación de su nivel, el mar entra a través de los deltas y cubre campos agrícolas, a lo que se suma el hecho de que el agua se evapora más debido al calentamiento global. Por ello, cada año más y más superficies agrícolas son inundadas. La ventaja se da cuando los ríos bajan del Himalaya y dejan sedimentos ricos en nutrientes para la agricultura de la próxima temporada. Una vez que pasa la lluvia, los agricultores retornan a sus cultivos y empiezan nuevamente la temporada de sembrío. Como en el caso de la migración estacional, los periodos de lluvia y sequía son cada vez más irregulares, lo que puede causar ya no migraciones temporales, sino definitivas.

 

En el caso de las riberas del río Nilo —cuyas fuentes nacen en Etiopía, Sudán y el sur de Egipto—, las lluvias y sequías aparecen en las mismas fechas que en Bangladesh. Se sabe que el 80% de la población de Egipto —que llega a 80 millones (es el país árabe de mayor población)— vive a lo largo del río Nilo, el cual es esencial para dicha población. Cada a año, por efecto del calentamiento global, el río disminuye de volumen, lo que afecta a la principal fuente de agua de Etiopía y Sudán, países que muestran un crecimiento demográfico todavía alto y que por lo mismo requieren más agua para el pastoreo, la agricultura y la ganadería, que son fuentes principales de existencia de estos dos países. Entonces, como consecuencia, el volumen del agua que llega a la cuenca del Nilo es cada vez menor. Se reporta que la falta de agua y las constantes sequías en estos dos países producen desplazamientos internos e internacionales hacia el sur. Similar caso se da en la actualidad con Somalia.

El crecimiento poblacional en Egipto todavía es alto en las zonas rurales, lo que hace aún más crítico el estrés hídrico. Este problema será peor en los próximos decenios. Por ahora, la población rural y urbana que habita en las riberas del Nilo, en Sudán, y Etiopía puede abastecerse de agua en épocas de lluvia. Son épocas en las que se siembra con sistemas de riego tradicionales. Si hay inundaciones producidas por el volumen del río, las personas migran temporalmente a otros lugares o a las ciudades para obtener ingresos familiares complementarios. Una vez que bajan las inundaciones, retornan a sus hogares o para sembrar en terrenos inundados que tienen muchos nutrientes traídos por el río desde Etiopía y Sudán. Esto permite a muchos agricultores tener dos cosechas al año: una con los regadíos y otra con las inundaciones.

En el norte peruano y suroeste ecuatoriano, con una regularidad de más o menos diez años, se produce el fenómeno llamado «El Niño». Este consiste en una sobreabundancia de lluvias debido al calentamiento del mar, el cual permite una evaporación mayor que el promedio, también como efecto del calentamiento global. La abundancia de lluvias hace que se formen lagunas en el desierto y que empiecen a crecer plantas y arbustos. En esta época, muchos agricultores que viven del cultivo tienen que abandonar sus hogares y migrar hacia las ciudades cercanas o pueblos que están en las partes altas. Una vez que pasan las grandes lluvias, retornan a sus hogares y chacras y pueden aprovechar los sedimentos que dejan los ríos para sembrar o convertir las lagunas en lugares turísticos.

3.3. Permanente

A diferencia de los dos anteriores tipos de migración, esta implica un desplazamiento definitivo, una nueva morada. Hay un cambio ocupacional y, en general, la migración forzada de toda la familia, de una parte de ella o individual.

Este desplazamiento es consecuencia de factores muy adversos que afectaron y seguirán afectando el lugar de origen, que no presenta condiciones ecológicas, ambientales ni sociales para el retorno. Las causas son generalmente la falta de agua o el exceso de ella. Esto último se da en el caso de la elevación del nivel del mar, que cubre de manera irreversible las islas, la tierra, el hogar y las superficies cultivables. La falta de agua en fuentes que antes servían para proveerse de ella o para los animales puede deberse a la desglaciación o a temperaturas que no permiten la agricultura como producto de la desertificación. Otras causas que provocan el daño ambiental son ocasionadas por las emanaciones de los hornos de las plantas de refinamiento, fábricas, etc.

La migración permanente también puede deberse a los proyectos de desarrollo minero que requieren de la reubicación de personas para su exploración y explotación (de igual manera, en el caso de los campos petroleros y de explotación gasífera). Asimismo, se tiene entre los causantes a las grandes represas eléctricas, que necesitan el reasentamiento de personas. Los impactos en la población migrante definitivamente son mayores que en el caso de los dos tipos de migraciones anteriores. Implica además un cambio radical en el modo de vida, en la organización social, en la personalidad, en la libertad del individuo y de la población migrante forzada.

Las decisiones políticas de desplazamiento y posterior reasentamiento son diferentes a los dos casos anteriores. El desplazamiento definitivo puede ser interno o internacional. En el primero, es el Estado quien se encarga de tomar las decisiones; mientras que, en el segundo, el lugar a donde se desplazan los migrantes se convierte en refugio y, como tal, es proclive a ser asistido por organismos internacionales, en particular por el ACNUR y la OIM. Para estas instituciones, aun cuando son las que más ayudan, el concepto de «refugiados climáticos permanentes» todavía no tienen base legal bajo la Ley de Refugiados Internacionales. Para ellas, son «refugiados» quienes se desplazan fuera de sus países por razones de causas naturales, guerras internas, conflictos políticos, étnicos, religiosos o cuando hay persecuciones de parte del Estado.

Varias organizaciones de afectados por el cambio climático y las organizaciones nacionales e internacionales que estudian su impacto en la migración forzada abogan para que tengan un reconocimiento, tanto los desplazados domésticos internos como los internacionales.

Existen casos de migración forzada definitiva en varios lugares del mundo y seguirán dándose en el futuro. Un buen ejemplo lo constituyen los habitantes de los atolones del Pacífico sur, cuyas islas están a 1 o 2 msnm, quienes ya tuvieron que abandonar sus hogares. Se estima que el nivel del mar se incrementó entre 30 o 40 cm en los últimos decenios. De igual manera, los indígenas kuna de Panamá, que viven o vivían en decenas de islas y sumaban un total de 50 000 personas, ahora solo son 25 000; la mitad restante ya migró definitivamente a tierra firme.

Como se afirma, muchos migrantes climáticos desplazados a causa de los conflictos producidos por la escasez de agua ya migraron permanentemente. Resulta que, en algunas zonas altas de la sierra sur, el acceso al agua —tanto para la ganadería como para la agricultura—produjo o produce hoy conflictos entre los empresarios y los dueños de parcelas más grandes y pequeñas debido a su escasez severa. Antes la migración permanente se producía por razones laborales y económicas, ahora es ambiental. El gráfico 1 explica la relación entre la naturaleza del medio ambiente, el conflicto y sus políticas.

Gráfico 1. Relación entre cambio climático y migración


Fuente: Teófilo Altamirano Rúa.

La degradación ambiental producida por la contaminación del agua y el aire de manera permanente causada por empresas mineras y campos de petróleo, así como la salinización y contaminación del suelo, que lo hace improductivo, también producen migración forzosa permanente. En general, esta migración es interna, hacia zonas o áreas más seguras que pueden estar ubicadas en zonas rurales o urbanas. En algunos casos, cuando la contaminación es consecuencia de las emanaciones persistentes de fábricas y hornos de las refinerías8, esta produce áreas improductivas donde ya no existe vida animal ni vegetal, por lo que las personas migran permanentemente a zonas adyacentes o a las ciudades intermedias y grandes. Por ejemplo, la ciudad de La Oroya, en el Perú, es una de las diez ciudades más contaminadas del mundo y la única de esa lista en América; las otras están en Europa oriental (Chernóbil) y en China (las ocho restantes).

No se tienen estadísticas sobre desplazados permanentes en China como consecuencia de la contaminación atmosférica, porque la prensa y los estudios sobre medio ambiente que pueden darnos las cifras están controlados desde el Estado. La única oportunidad que tuvimos para observar esta contaminación fue en las olimpiadas de Pekín. Para el efecto, tomaron decisiones políticas para reducir la contaminación durante el periodo de los juegos olímpicos; luego, cuando estos concluyeron, nuevamente los agentes contaminantes empezaron a actuar.

A pesar del derecho a la autodeterminación de los pueblos señalado en los artículos 1 y 55 de la Carta de las Naciones Unidas, los pueblos indígenas (comprendidos en los artículos 3 y 4) no pueden atenerse a estos beneficios. Esto los hace jurídicamente más vulnerables con respecto a su integridad y a la defensa de sus recursos y territorios. De ahí que las compañías multinacionales y los gobiernos pueden actuar con mayor libertad.

Entre otras omisiones de la Carta de las Naciones Unidas, está el derecho a tener una vivienda adecuada. Este sí comprende la tenencia de propiedad privada, paz y dignidad, protección contra los que pueden expropiar propiedades públicas, servicios básicos y facilidades de infraestructura y habitabilidad, así como una adecuación y adaptación al nuevo asentamiento.

Los indígenas tampoco pueden atenerse a la Declaración de los Derechos Humanos establecida en 1948, la cual contiene también la libertad de movimiento; pero el país de destino puede negarles el ingreso, como sucede día a día, así como otros derechos sociales, económicos y culturales.

Al no proteger las Naciones Unidas estos derechos, lo que hace este organismo es esperar peores calamidades humanas consecuencia del cambio climático. Es tiempo de que estos migrantes forzosos tengan los mismos derechos que los refugiados políticos. Esta enorme ausencia está parcialmente cubierta por organizaciones humanitarias, como la Iglesia, las ONG, el propio gobierno o, en la mayoría de los casos, por los mismos afectados, quienes a pesar de su enorme vulnerabilidad social, económica, cultural y política, tratan de resolver los grandes retos que implica ser migrante forzoso estacional, temporal o definitivo.

En resumen, los migrantes ambientales permanentes, además de no tener acceso a los derechos que analizamos, tienen que afrontar nuevas situaciones —como la pérdida de tierras permanentes—, porque la inmensa mayoría son sociedades agrícolas compuestas por campesinos. En el caso de las zonas urbanas, pueden perder sus pocas propiedades (como la casa y sus terrenos) o vivir en condiciones de riesgo y vulnerabilidad.

Con frecuencia, son marginados en los lugares de destino, ya que serán vistos con sospecha y como «los que invaden». Además, si tienen costumbres distintas (como siempre ocurre), serán vistos como extraños, hecho que alimentará aún más su marginación social, cultural y económica. En cuanto a la seguridad alimentaria, dependerán enteramente de la ayuda humanitaria que, por lo general, no toma en cuenta los hábitos alimenticios previos.

Sobre el incremento de la morbilidad y mortalidad infantil, estos serán más frecuentes debido a su condición de salud física y psicológica frágil. Este segundo efecto no es tomado en cuenta usualmente porque es un campo más individual e invisible.

Por la pérdida de sus propiedades, serán reubicados en parcelas o lugares separados, casi siempre en espacios sin las condiciones de salud adecuadas.

Finalmente, la desarticulación familiar y social será frecuente, porque para muchos será casi imposible reconstruir sus organizaciones sociales, económicas y políticas.

4 Comunicación personal con un indígena kuna, 2010.

5 Ver https://www.swissinfo.ch/spa

6 En octubre de 2010, un equipo de investigadores —compuesto por Joern Birkmann, Teófilo Altamirano y Anthony Oliver-Smith— realizó un trabajo piloto para explicar la relación entre cambio climático y migración en Huaraz y Espinar, en el Perú. La primera conclusión fue que la falta de agua ya era el mayor motivo para la migración involuntaria.

7 Esta información fue recopilada en un viaje de exploración a la región de Piura, Perú, en octubre de 2009, con un equipo especializado en cambio climático y migración del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas de Bonn.

 

8 Este es el caso de la refinería de La Oroya en el Perú, donde no solo se degradaron la tierra cultivable y los pastos, sino también el agua.

You have finished the free preview. Would you like to read more?